La fotografía retrata a Emeteria Valencia Ybáñez, propietaria de la fábrica "La Perla", cuyo nombre fue substituido en 1867 por el de "La Reforma".
La mirada retratada de Emeteria efectivamente nos hace pensar en la paz interior.
Sus labios cerrados sin esfuerzo, y el mentón ovalado, nos reflejan más una herencia mestiza que criolla; los bucles de la frente y el pelo estirado para hacer rizos en la nuca, son una combinación de estilos, el de la mujer campesina que se hace trenzas, y el de la dama de sociedad que emplea las técnicas del peinado permanente.
La nariz pequeña y el arco de las cejas, al final trasmiten una melancolía serena.
Las orejas son pequeñas, y los aretes grandes, en el cuello la tela del vestido y los olanes alcanzan a significar una elegancia discreta, para una mujer cuya edad se encuentra en la plenitud y vigor de la vida, entre los 30 y 40 años.
Efectivamente, era una mujer con un aire romántico que despertaba ternezas y enamoramientos.
1 comentario:
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