martes, 30 de abril de 2013

Artículo sobre el origen de La Candelaria por el presbítero Jorge Zárate en la edición 2006 de la feria

La sagrada imagen que ahora veneramos como Nuestra Madre Santísima de la Luz, es una imagen de la Santísima Virgen, que acompañó a los primeros misioneros que evangelizaron estas tierras. Inicialmente cuando llegó, se le conocía como Nuestra Señora de la Purificación haciendo alusión, esta advocación, al cumplimiento que las Santísima Virgen y el niño Jesús hicieron de la ley de Moisés en la cual se determinaba que la mujer que daba a luz a los cuarenta días, se debía presentar al templo para su purificación mediante un rito especial, pues se le consideraba que había adquirido una mancha legal y debía presentar su ofrenda para el rescate del recién nacido, pues la ley dice: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor y, también, para ofrecer como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones". Lc. (2,22-25)Ni Jesús ni María estaban obligados a esta celebración, dado que ella concibió por obra del Espíritu Santo. Cristo no estaba obligado a consagrarse a sí mismo, pero ellos nos dan ejemplo del cumplimiento de la ley.Teniendo en cuenta la celebración, y sabiendo que este acontecimiento tenia lugar a los 40 días del alumbramiento, una vez establecida la fiesta de la Navidad el 25 de diciembr, se celebra la fiesta de la purificación con la presentación del niño al templo el 2 de febrero. 

Sucede que la imagen que traen los misioneros franciscanos al Hospitalillo de San Buenaventura se veneraba con el título de Nuestra Señora de la Purificación, por ello empezó desde entonces a festejarse la fiesta del 2 de febrero en honor de Nuestra Señora de la Purificación.  En torno a esta celebración religiosa se inicia la feria del día 2 de febrero en Salvatierra, que aún en nuestros días vemos.  En torno a la celebración religiosa de cualquier pueblo o capilla, se ponen los volantines y vendimias. Igual pasó aquí en Salvatierra, y con el tiempo se fue haciendo mayor la feria, agregándose distintos eventos a estos días como el aniversario de la fundación de la Ciudad.

Como dice la historia la imagen de la Santísima Virgen ha tenido otros nombres: Nuestra Señora de la Otra Banda, Nuestra Señora del Valle y, debido al milagro de las luces que irradió la sagrada imagen, se le puso el nombre de Nuestra Señora de las Luces o de la Luz. Nombramiento que le diera el excelentísimo  Arzobispo don Juan de Ortega y Montañez, después de recibir un favor tan señalado de la Santísima Virgen como fue curarle milagrosamente de una enfermedad. Este título de Nuestra Señora de la Luz no está fuera del contexto de la fiesta del día 2 de febrero, pues a la ocasión de presentar al Niño Dios al templo, el santo profeta Simeón lo declara luz de las naciones y a la portadora de esa luz, la nombra candela que:" ilumina a todo hombre que viene a este mundo" (jn. 1,4).
María es la virgen de la candela o candelaria, nombre que también se le da a la fiesta del día 2 de febrero. Los fieles acostumbran traer a bendecir velas en ese día, para que los alumbre la luz de Cristo en sus necesidades y problemas, tanto personales como comunitarios. Esta tradición perdura hasta nuestros días

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