Biografía de Ana María López Tena
por Lucero López Castillo
Ana María de López Tena nació en la ciudad de Salvatierra Gto. El 20 de enero de 1919 y murió el día 7 de enero de 1979.
Es el poeta, hombre o mujer un ser de elección y Ana María Castillo, sin que quepa duda en contrario nació poeta y cultivo con esmero, paciencia y sobre todo con una admirable humildad, su vocación de cantar, de concentrarse con su musa aprovechando el medio ambiente de su ciudad natal, diría de ella el doctor en Filosofía, editorialista y miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, Jesús Guisa y Azevedo.
Aun cuando Ana María desde niña comenzara a escribir, fue hasta el año de 1957 que envió a don Alfonso Junco, conocido escritor y miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, dos de sus poesías.
Don Alfonso Junco al descubrir el valor de su poesía, se interesó por conocer mas sobre su obra y desde ese momento se convirtió en su maestro y su amigo, sugiriéndole se diera a conocer con el apellido de su Esposo.
Ana María de López Tena colaboró de 1957 hasta su muerte en “ABSIDE” la revista cultural más importante de México.
Fue en 1961 cuando publicó su primer libro: “AGUA DORMIDA", Alfonso Junco en su prólogo dice así:
“Alma sincera, personal, valiente, reflexiva, enamorada de la hermosura, vuélcase en versos expresivos, cuyos logros primeros se abren hacía un futuro de limitados horizontes. El espíritu sopla donde quiere: y en la opaca monotonía de un rincón provinciano, sin apoyos ni estímulos, va cuajando esta vocación poética que hoy surge con voz intensa y prometedora”.
En 1963 publicó su segundo libro y lo tituló: “BAJO LAS ALAS". En el prólogo Alberto Valenzuela Rodarte S.J., reconocido escritor dice: “No debo ser desmesurado y comenzaré por decir que los poemas de Ana María de López Tena son de los mejores que se escriben en México”.
En 1969 El Seminario de Cultura Mexicana –presidido en aquel tiempo por el Licenciado Salvador Azuela- le publicó su tercer libro: “LA CANCIÓN DEL ÁRBOL". El embajador y licenciado Jesús Reyes Ruiz miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana, y reconocido escritor, inicia su prologo con estas palabras:
“Es cosa de ir a Salvatierra para conocer en cuerpo y alma a Ana María de López Tena, vale la pena hacerlo, porque la mujer es tan valiosa como lo que escribe y porque Salvatierra no es simplemente alguna de las muchas ciudades que hermosean el Estado de Guanajuato, sino una y sola, ejemplo clásico de provincia acendrada, a la cual la línea a borbotones de un rió se empeña a subyugar con músicas.”
Ana María fundó en su querida Salvatierra, Guanajuato la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana y durante cinco años presidio la corresponsalía, llevando diferentes conferencistas.
Entre ellos al maestro Jorge Gonzáles Camarena, maestro Luis Ortíz Monasterio. Al doctor don Francisco Monterde, presidente en aquel entonces de la Academia Mexicana de la Lengua. Al embajador Jesús Reyes Ruiz, al doctor Jesús Guisa y Azevedo y a don Alfonso Junco, entre otros.
Una de las grandes satisfacciones de Ana María fue cuando a petición del Licenciado Salvador Azuela, presidente del Seminario de Cultura Mexicana, ante un distinguido auditorio de mas de 100 personas, en el Salón de Actos del Seminario presentó en la Ciudad de México un recital con su poesía.
Haber sido incluida en la antología poética del Instituto Nacional de Bellas Artes y en la Enciclopedia de México.
Haber asistido a innumerables conferencias, seminarios y recitales, muchos de ellos con su participación.
Haber mantenido correspondencia conservando la amistad, aunada a innumerables elogios a su obra de hombres de letras y de las bellas artes como el doctor Jesús Guisa y Azevedo.
Haber mantenido amistad con personalidades amantes de la cultura, como Jesús Reyes Ruiz, Bruno García y José Luís Noriega, maestro Jorge González Camarena. Amistad como la que le brindó Salvador Novo gran poeta y cronista de la Ciudad de México, quien con esa agudeza y agilidad mental que poseía, le escribió al reverso de su fotografía: “Oiga mi fotografía la charla dulce y amena de mi amiga Ana María de López Tena, con ella saludos van ( que escribir cartas me aterra) cordiales de Coyoacán a Salvatierra.”
Novo siempre le brindó su amistad. Fue para Ana María gran satisfacción, las innumerables constancias de respeto y admiración que recibió de todos los aquí mencionados. Fue para Ana María el reconocimiento indudable al valor de su obra.
Ana María se encontraba “Mas allá del Silencio” cuando miembros del Seminario de Cultura Mexicana, presidido por el Licenciado Salvador Azuela, le rindieron un homenaje en la ciudad de México, a dos años de su muerte, a la memoria de Ana María de López Tena.
Fue publicado por el propio Seminario de Cultura Mexicana el libro: “MAS ALLÁ DEL SILENCIO”, obra póstuma y recopilación a lo mejor de su poesía.
En Salvatierra, Guanajuato, su ciudad natal, se le rindió un homenaje in memoriam. Su vida y su obra fue incluida en la serie televisada: “Hombres de Guanajuato”.
El doctor en Filosofía, ilustre salvaterrense, dice así: “Tierra de poesía es Salvatierra, el padre Escobedo, gran humanista, es una gloria de las tierras mexicanas, a las que les dio lustre y Ana María Castillo de López Tena, con su sencillez, su humildad, su agudeza y su música queda, que se amplifica con resonancias de contento en el alma de sus lectores, nos eleva”.
Es grande, portentosa la proeza de esa mujer que sin andamios, sin vanidad ni timidez, como lo dice Eduardo Enrique Ríos, ha logrado encender con su propio fuego haces de luz en la boca.
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