La cultura de Salvatierra como educación social regional
por Pascual Zárate Avila
Portada manuscrita de la traducción de Federico Escobedo Tinoco, cuaderno que se encuentra en la biblioteca de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Les comparto el entusiasmo de difundir de manera creativa la obra literaria y la crónica de Salvatierra.
En lo relativo al humanismo de la revolución mexicana, Salvatierra está orgullosa de la fraternidad de Vicente y Federico Escobedo Tinoco, dos salvaterrenses en la revolución. Vicente era comandante de las fuerzas zapatistas que tomaron la ciudad de Puebla en 1913, las cuales llegaron con un precedente de comportamiento destructivo en tomas de ciudades anteriores. Federico, entonces encargado de la Arquidiócesis de Puebla, por el exilio del Arzobispo Toriz, parlamentó con las fuerzas rebeldes avalado por su hermano Vicente y logró el acuerdo de los jefes zapatistas de respetar el patrimonio artístico y la vida de las personas religiosas. Gestión de paz muy encomiada en Puebla por la desamparada población inerme ante la lucha fratricida. Ese episodio de dos hermanos salvaterrense salvando el arte poblano para bien de las generaciones futuras, muy bien vale representarlo en una obra teatral, en un documental cinematográfico y en su trasmisión televisiva.
Pero no sólo en esa acción revolucionaria participa Federico Escobedo. Cuando José Vasconcelos lanza su campaña educativa creando la Secretaría de Educación Pública, continúa publicando los clásicos universales, y en 1924 le solicita a Escobedo la traducción de la obra de Rafael Landívar para incluirla en la serie de las publicaciones de divulgación de la literatura universal. De la confluencia del humanismo universal con su apropiación en lo mexicano, nació el Nacionalismo Revolucionario.
Escobedo siempre dió pruebas de su nacionalismo cultural, dado que la Universidad de Chicago le ofreció comprar los derechos de autor de su traducción y, a pesar del ofrecimiento de una buena suma en dólares, nuestro paisano prefirió donarle los derechos autor a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, quién conserva los originales con una gran devoción.
Del texto titulado "Geórgicas Mexicanas", por Federico Escobedo, bien podemos realizar un trabajo de difusión cultural mediante la realización de programas televisivos donde la lectura del texto vaya acompañada de imágenes de los temas tratados: manantiales, ríos, ganado, fiestas, añil, grana, beneficio de la plata, el Jorullo, la ciudad de Guatemala y la Cruz de Tepic, por citar sólo algunos de los 14 capítulos. Pero además, podemos hacer una alianza con la capital angelopolitana de Puebla y con la antigua ciudad de Santiago de los Caballeros en Guatemala para realizar seminarios sobre la influencia de Rafael Landívar y de los jesuitas expulsados en el siglo XVIII como precursores del movimiento de independencia en toda América.
Tenemos también, en la batalla del puente de Batanes, material para conmemorar la gesta independiente.
Esta riqueza patrimonial de cultura y civilización será posible aprovechar para caracterizar a Salvatierra como una ciudad cultural.
Dijo el filósofo francés Maurice Merleau-Ponty, el mundo de cada individuo tiene la dimensión de sus vocablos.
Por tanto, en Salvatierra tenemos un patrimonio de grandes creadores nacidos en la ciudad, quienes crearon nuevas formas de expresión con el lenguaje.
La riqueza verbal de sus obras ensanchará la percepción del mundo a niños, jóvenes y adultos al difundir la lectura de las obras literarias y la crónica de la ciudad.
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