La teología del carmelo-teresiano como urbanismo
por Pascual Zárate Avila
La representación de la imagen de santa Teresa está en tres versiones, una en forma de estatua en el retablo mayor, la segunda en pintura de óvalo en la pechina del oratorio del Niño de Praga y, la tercera, en un escudo en la pechina de la cúpula central del templo del Carmen en Salvatierra, Gto.
El objeto que permanece como signo principal es un libro en sus manos que refiere a su papel de escritora de los caminos de la espiritualidad, de la perfección, -diría ella-. Su talento para escribir enfatiza en los tres íconos con una pluma de ave. Sólo en uno de los retratos, en el de busto, es mostrada por el pintor, como una bella mujer con mirada meditativa de ojos café claros, que contempla pensativa el símbolo de Cristo crucificado.
El pensamiento filosófico de santa Teresa de Jesús se inscribe en el periodo filosófico de la Modernidad que fue inaugurado por Renato Descartes con el conocido icono que expresó toda una época del racionalismo: "Pienso, luego existo", que significa la separación de la Res Cogitans de la Res Extensa, es decir, separó para su estudio el mundo real de la subjetividad del mundo real de la objetividad. Para Descartes el papel de la filosofía es representar las leyes del mundo objetivo con las leyes del mundo racional, representado por las matemáticas.
La Reforma de Martín Lutero a la Iglesia conlleva elementos del pensamiento racional cartesiano al proponer el examen libre de la Biblia.
Santa Teresa propone en sus escritos una forma de darle cause a la subjetividad de la persona mediante la meditación de sí mismo y de la palabra de Jesús.
La subjetividad de la persona, siguiendo a la Santa de Ávila, está compuesto de voluntad, imaginación, afecto, inteligencia y fe. El elemento anímico al que denomina fe lo considera como ajeno al mundo material, pues según la autora de las "Moradas", es una forma de presencia de Dios en el centro del alma humana. La fe es determinante en la vida humana, pues todas las operaciones de la consciencia de manera natural se dirigen a vivir la fe, la cual cobra existencia plena en el encuentro espiritual con Dios.
El camino de las investigaciones psicológicas de santa Teresa de Jesús se apartan del método cartesiano, el de la duda metódica para alcanzar verdades claras y evidentes. El camino intelectual que inicia santa Teresa consiste en aceptar a la subjetividad humana, dándole un lugar de existencia dentro de la persona, y le llama alma.
La subjetividad de la persona, siguiendo a la Santa de Ávila, está compuesto de voluntad, imaginación, afecto, inteligencia y fe. El elemento anímico al que denomina fe lo considera como ajeno al mundo material, pues según la autora de las "Moradas", es una forma de presencia de Dios en el centro del alma humana. La fe es determinante en la vida humana, pues todas las operaciones de la consciencia de manera natural se dirigen a vivir la fe, la cual cobra existencia plena en el encuentro espiritual con Dios.
El camino de las investigaciones psicológicas de santa Teresa de Jesús se apartan del método cartesiano, el de la duda metódica para alcanzar verdades claras y evidentes. El camino intelectual que inicia santa Teresa consiste en aceptar a la subjetividad humana, dándole un lugar de existencia dentro de la persona, y le llama alma.
A diferencia de Descartes, santa Teresa parte de verdades existentes como presupuestos de la realidad, que ya están dentro del alma, como es el caso de Dios. El conocimiento verdadero no es la investigación matemática ni su concordancia con los objetos naturales en cuanto que pueden ser representados como medida, en puntos que constituyen figuras geométricas, como las coordenadas cartesianas.
Para la Santa de Ávila la verdad preexiste ya en el alma que la contiene pero hay que arreglar el mundo material, citadino, a un órden regido por la vida espiritual, meditando las palabras del Evangelio, escuchando a los predicadores y reflexionando en la soledad del castillo interior, que es el alma.
El apunte filosófico de Teresa de Jesús consiste en plantear el diálogo del pensamiento consigo mismo, la consciencia de sí. Este planteamiento central de la Santa le permitirá resurgir dentro del pensamiento actual, gracias, también, a las investigaciones fenomenológicas de la filósofa Edith Stein, discipula de Edmund Husserl.
A partir de Edith Stein se sistematizará un tratado denominado de ciencias espirituales, donde las nociones de comunidad, alma, afecto, espíritu serán la clave para explicar procesos anímicos dentro de la vida familiar, escolar, social e institucional. Lo que conocemos como Neurolingüistica tiene su origen en el pensamiento espiritual del Carmelo teresiano, elementos como visión de futuro, recuerdos positivos, pensamientos negativos y lenguaje afectivo están ya en la obra escrita de santa Teresa y san Juan de la Cruz.
Para la formación psicológica del alma comunitaria de los salvaterrenses, el pensamiento teresiano tiene un lugar señalado, muchas conductas comunitarias se explican desde las dos visiones espirituales escritas por los dos místicos españoles: "El Castillo Interior" y "Noche Oscura".
En la explicación del ser de Salvatierra, debemos incluir un imprescindible estudio del fraile renacentista Andrés de San Miguel, quien interpretando a santa Teresa, influyó en la edificación urbana de la ciudad, tanto del convento y el puente viejo como en las casonas, jardines, portales y calles que estan trazadas como la representación material de las ciencias del espíritu.
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