DEMOCRACIA Y ELECCIONES
Lic. Fernando Zárate Ortiz *
GOBERNABILIDAD Y DEMOCRACIA
Empiezo esta sección sobre temas democrático - electorales, con la siguiente reflexión teórica:
Lic. Fernando Zárate Ortiz *
GOBERNABILIDAD Y DEMOCRACIA
Empiezo esta sección sobre temas democrático - electorales, con la siguiente reflexión teórica:
la Democracia es una cuestión de naturaleza cuantitativa y la Gobernabilidad cualitativa.
La Democracia, como es coloquialmente entendida en su definición más popular, es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, tal y como lo decía Lincoln. Esta Democracia pugnada por tantos años y que pareciere se ha conquistado en el actual estado mexicano, ha dado origen a otras circunstancias políticas que ahora ocupan una parte fundamental y considerable en la agenda nacional: la Gobernabilidad.
La Gobernabilidad, en la conceptualización hecha por el Lic. José Elías Romero Apis, "es la capacidad que tiene una sociedad para concretizar sus decisiones y llevarlas de lo potencial e ideal a lo actual y real." Poco se habla de ella en su connotación positiva por ser preferible entre la politicada mexicana, hablar de su concepto negativo: la ingobernabilidad, y así continuar jugando en el que se ha convertido en el deporte nacional por excelencia: la crítica feroz y mordaz hacia quien detenta el poder, pocas veces fundamentada.
Como es sabido, la decisión de quién accede o no al poder, está en manos de los ciudadanos, quienes al emitir su sufragio delegan su poder originario a otros que, como ellos, han decidido ocuparse de la administración y los asuntos públicos del País, Entidad o Municipio.
Estos ciudadanos, en quienes ha recaído el ejercicio de la función pública mediante la elección que de ellos hizo la ciudadanía, fueron, por tanto, electos democráticamente conforme al sistema electoral predominante en nuestro país, el mayoritario. Con esto se esclarece la primera situación de fondo: la democracia en el Estado; cuya característica esencial, según el gran maestro Italiano Giovanni Sartori, son las elecciones periódicas, mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo.
Es de este modo que la Democracia se traduce en una cuestión cuantitativa, numérica, de cuantificación de la sociedad, una persona un voto: la mayoría es la que domina y toma las decisiones. Sin embargo, esta decisión mayoritaria no supone eficiencia en el servicio público, es decir, no garantiza por sí misma, la idoneidad del gobernante, que deriva, necesariamente, en la existencia o no de la Gobernabilidad.
La Gobernabilidad por su parte es, como ya lo expresé, una cuestión cualitativa, de idoneidad de las y los que toman las decisiones en un Estado, para que estas decisiones no sólo reflejen el sentir de la población sino que sean las más adecuadas para la subsistencia y desarrollo integral de la Nación.
Baste un ejemplo; existe una infinidad de vehículos con los cuales se puede trasladar de un lado a otro una familia, el qué vehículo elegir, en el seno de una familia, de entre cientos de elecciones posibles es una cuestión democrática, ya que en el proceso deliberativo acerca de cual elegir (el más bonito, el más lujoso, etc.) intervienen todos los integrantes de la familia. Pero que ese vehículo satisfaga las necesidades propias de la familia, es una cuestión de idoneidad de lo electo, de nada serviría un vehículo compacto si la familia es por mucho numerosa, esto es una cuestión de gobernabilidad por lo siguiente: La mayoría en este caso de nada serviría, sino la idoneidad de lo electo, que busca garantizar las mismas oportunidades y derechos para los integrantes de la familia logrando una sana convivencia, ya que la opción electa no es excluyente ni muchos menos utópica, sino que se materializa basándose en la situación actual y real del núcleo familiar.
La Democracia y la Gobernabilidad no son antagónicas o excluyentes una de otra, como pareciera entenderse, se trata de una cuestión de equilibrio; en el ejercicio de esta Gobernabilidad no todos los individuos tienen el mismo peso factorial; un ciudadano común no tiene el mismo peso factorial que un individuo exponencial o lideral en el campo de las ideologías, de los partidos, de las profesiones, de las especializaciones, de las ciencias; la Gobernabilidad no es pues la suma de estos factores al libre albedrío de la mayoría dominante, sino el debido encuadramiento y ensamble de estos en un régimen Democrático.
Verbigracia, La Democracia no debe verse como el ejercicio arbitrario e irracional de la libertad, la participación y el derecho, porque, como hemos sido testigos, esto alienta al surgimiento de sociedades con un alto grado de ingobernabilidad, sino que la premisa básica de toda Democracia debe dirigirse a la búsqueda incesante de la decisión más adecuada para la solución de problemas sociales, en un Estado cuya característica principal es la pluralidad y la diversidad ideológica, cultural, económica y étnica. La toma de decisiones producto del consenso y basadas en un estudio fundado, analítico y objetivo del tema, es cosa que hoy debe ocupar el debate entre la ciudadanía y los actores políticos, en suma, me refiero a: La Gobernabilidad en condiciones Democráticas.
*Abogado, Especialista Derecho Político - Electoral.
La Democracia, como es coloquialmente entendida en su definición más popular, es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, tal y como lo decía Lincoln. Esta Democracia pugnada por tantos años y que pareciere se ha conquistado en el actual estado mexicano, ha dado origen a otras circunstancias políticas que ahora ocupan una parte fundamental y considerable en la agenda nacional: la Gobernabilidad.
La Gobernabilidad, en la conceptualización hecha por el Lic. José Elías Romero Apis, "es la capacidad que tiene una sociedad para concretizar sus decisiones y llevarlas de lo potencial e ideal a lo actual y real." Poco se habla de ella en su connotación positiva por ser preferible entre la politicada mexicana, hablar de su concepto negativo: la ingobernabilidad, y así continuar jugando en el que se ha convertido en el deporte nacional por excelencia: la crítica feroz y mordaz hacia quien detenta el poder, pocas veces fundamentada.
Como es sabido, la decisión de quién accede o no al poder, está en manos de los ciudadanos, quienes al emitir su sufragio delegan su poder originario a otros que, como ellos, han decidido ocuparse de la administración y los asuntos públicos del País, Entidad o Municipio.
Estos ciudadanos, en quienes ha recaído el ejercicio de la función pública mediante la elección que de ellos hizo la ciudadanía, fueron, por tanto, electos democráticamente conforme al sistema electoral predominante en nuestro país, el mayoritario. Con esto se esclarece la primera situación de fondo: la democracia en el Estado; cuya característica esencial, según el gran maestro Italiano Giovanni Sartori, son las elecciones periódicas, mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo.
Es de este modo que la Democracia se traduce en una cuestión cuantitativa, numérica, de cuantificación de la sociedad, una persona un voto: la mayoría es la que domina y toma las decisiones. Sin embargo, esta decisión mayoritaria no supone eficiencia en el servicio público, es decir, no garantiza por sí misma, la idoneidad del gobernante, que deriva, necesariamente, en la existencia o no de la Gobernabilidad.
La Gobernabilidad por su parte es, como ya lo expresé, una cuestión cualitativa, de idoneidad de las y los que toman las decisiones en un Estado, para que estas decisiones no sólo reflejen el sentir de la población sino que sean las más adecuadas para la subsistencia y desarrollo integral de la Nación.
Baste un ejemplo; existe una infinidad de vehículos con los cuales se puede trasladar de un lado a otro una familia, el qué vehículo elegir, en el seno de una familia, de entre cientos de elecciones posibles es una cuestión democrática, ya que en el proceso deliberativo acerca de cual elegir (el más bonito, el más lujoso, etc.) intervienen todos los integrantes de la familia. Pero que ese vehículo satisfaga las necesidades propias de la familia, es una cuestión de idoneidad de lo electo, de nada serviría un vehículo compacto si la familia es por mucho numerosa, esto es una cuestión de gobernabilidad por lo siguiente: La mayoría en este caso de nada serviría, sino la idoneidad de lo electo, que busca garantizar las mismas oportunidades y derechos para los integrantes de la familia logrando una sana convivencia, ya que la opción electa no es excluyente ni muchos menos utópica, sino que se materializa basándose en la situación actual y real del núcleo familiar.
La Democracia y la Gobernabilidad no son antagónicas o excluyentes una de otra, como pareciera entenderse, se trata de una cuestión de equilibrio; en el ejercicio de esta Gobernabilidad no todos los individuos tienen el mismo peso factorial; un ciudadano común no tiene el mismo peso factorial que un individuo exponencial o lideral en el campo de las ideologías, de los partidos, de las profesiones, de las especializaciones, de las ciencias; la Gobernabilidad no es pues la suma de estos factores al libre albedrío de la mayoría dominante, sino el debido encuadramiento y ensamble de estos en un régimen Democrático.
Verbigracia, La Democracia no debe verse como el ejercicio arbitrario e irracional de la libertad, la participación y el derecho, porque, como hemos sido testigos, esto alienta al surgimiento de sociedades con un alto grado de ingobernabilidad, sino que la premisa básica de toda Democracia debe dirigirse a la búsqueda incesante de la decisión más adecuada para la solución de problemas sociales, en un Estado cuya característica principal es la pluralidad y la diversidad ideológica, cultural, económica y étnica. La toma de decisiones producto del consenso y basadas en un estudio fundado, analítico y objetivo del tema, es cosa que hoy debe ocupar el debate entre la ciudadanía y los actores políticos, en suma, me refiero a: La Gobernabilidad en condiciones Democráticas.
*Abogado, Especialista Derecho Político - Electoral.
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