Lo recurrente en la relación histórica de los directivos de la fábrica "La Reforma" con los servidores públicos municipales es que no los dejen pasar al interior del edificio de la fábrica. Así tenemos un informe del impedimento a darle acceso a un inspector para que entre al edificio. En la sesión de Cabildo de Salvatierra del 20 de enero de 1897 encontramos el siguiente punto de acuerdo:
"El Ciudadano Tesorero Municipal en oficio de fecha 18 del presente manifiesta que, el ciudadano Luis Rivas, encargado para practicar las visitas de inspección sobre pesas y medidas a los mercados y establecimientos respectivos, al presentarse con ese objeto en la fábrica de mantas denominada "La Reforma", le fue negada la entrada no obstante de que acreditó su personalidad debidamente.
Acordose que se faculta al ciudadano Presidente para que se dirija como mejor estime, al señor Agustín González, dueño de dicho establecimiento, para que éste ordene a sus empleados, que deben obsequiar lo dispuesto por la ley y en consecuencia, así permitir que el referido Inspector practique la visita que se pretende.
El señor Teodoro Piñuela, avisa con fecha de ayer, que teniendo que hacerse la limpia de la acequia de la misma fábrica"La Reforma" de que es administrador, tiene que echarse el agua al río, quedando así interrumpido el abastecimiento de ese elemento a las fuentes públicas de la ciudad por ser el acueducto que lo conduce para las mismas, cuya limpia comenzará el 23 del presente.
De enterado y que se fijen avisos para conocimiento del público".
Y la consabida solicitud de apoyo que se hará a lo largo del siguiente siglo, y las respuestas de los directivos de la fábrica de apoyos más bien simbólicos:
"En la sesión del 8 ocho de marzo del 1898 en el cabildo de Salvatierra, el presidente del H Ayuntamiento, Diodoro González, manifestó que se había dirigido el oficio que se acordó en la sesión anterior, al señor Agustín González, para la construcción del puente que se proyecta en la calle del Agua Escondida."
En la sesión de cabildo del 15 de marzo de 1898, se leyó: "Otro oficio de los Srs. Sucesores de E. González en que como contestación a la invitación que este H. Cuerpo les hizo para que si a bien tenían construyeran un puente en la Calle del Agua Escondida a inmediaciones de la fábrica de la Reforma, manifestando los referidos Sucesores de E. González que solamente contribuirán con $50.00 para dichas obras."
En la sesión del 22 de marzo de 1898 se se expresó que "Por conclusión se acordó, se den atentamente las debidas gracias a los Señores Sucesores de Eusebio González, por el contingente de $50.00 cincuenta pesos, con que ten bondadosamente se sirven ayudar al Municipio, para la construcción del puente en la calle del Agua Escondida cuya mejora próximamente se emprenderá."
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