El
traspatio y el sistema de ecotecnias.
Una
alternativa para mejorar la calidad de vida de la familia.
Comunidad
Presa de San Franco, San Diego de la Unión.
Arreguín Ramos Marisol[1]
Macías Gloria Felipe[2].
Introducción
El presente trabajo es la experiencia del proyecto que se
lleva a cabo en la comunidad de San Franco del Ejido de San Juan Pan de Arriba,
municipio de San Diego de la Unión, como parte de las funciones de vinculación
que el Centro de Investigaciones
Humanísticas realiza a través de su línea de investigación “Estudios de
Desarrollo Regional” y la Licenciatura en Desarrollo Regional con el propósito
de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las familias de éstas
comunidades, acciones que opera en conjunto con las misma familias, autoridades
municipales y organización civil.
La puesta en
escena de la etapa “Vivienda Ecológica Productiva” del proyecto “Minorías y
marginados en Guanajuato” se inicio
desde el primer semestre de 2005. Así que se entró en contacto con 15 familias de
la comunidad antes mencionada. Ante la problemática socioeconómica que enfrentan se decidió recurrir al Centro de Desarrollo
Agropecuario A. C., con el fin de recibir asesoramiento y apoyo para la
propuesta de la “Vivienda Productiva Ecológica”.
De hecho se
retoma la filosofía de CEDESA y que denomina “El arte de vivir en el campo”, ya
que es una de las preocupaciones de este
grupo de familias de ejidatarios de San Franco. Es decir, cómo potenciar el saber y habilidades
en las tareas de la autosuficiencia, teniendo como punto de partida, los
recursos humanos y naturales con los que cuenta su entorno, ya que el propósito
básico es mejor la calidad de vida en sus familias.
El primer
apartado es un panorama a grandes rasgos de la problemática que se vive en las
comunidades de la región así como en las zonas urbanas de nuestro país. El
segundo versa sobre el desarrollo desde los sueños de los propios actores. Hay
que recordar que en esta propuesta de trabajo el centro y sujeto del desarrollo
es el ser humano: la familia. El tercer punto, pretende abordar la reflexión
sobre lo significa e implica alcanzar la calidad de vida en la familia y el
individuo. El quinto aspecto a tratar es la experiencia iniciada con las 15
familias en el reordenamiento del traspatio de la vivienda, potenciarlo y
complementarlo con el sistema de ecotecnas como una alternativa en la búsqueda
de las mejores opciones para el desarrollo de una comunidad como es el caso
“Presa de San Franco”.
Un acercamiento
a la problemática.
La situación socioeconómica para muchas familias en el
territorio guanajuatense como en el resto del país, ya sea a nivel rural o en
el urbano, se ha complicado en las
últimas décadas del siglo XX y, el inicio del siglo XXI, porque los ingresos no
son suficientes para satisfacer las necesidades elementales del hogar, pues los
modelos macroeconómicos, impuestos desde el exterior, no tienen ninguna
relación con la realidad mexicana. Además, las prácticas sobre el uso
irracional del entorno, ha provocado la destrucción de los recursos naturales como
es la deforestación, erosión de los suelos y contaminación de los mismos.
Situación que hace más difícil el arraigo al terruño.
Ante esta problemática, más la falta de oportunidades para
encontrar un empleo en el Estado de Guanajuato, ha obligado a los integrantes
de las familias en la jurisdicción de San Diego de la Unión a migrar fuera de
la localidad[3] como al vecino país del
norte: California, Nuevo México, Virginia, Tennessee, Carolina del Norte,
Mississipi, Georgia, Alabama y Florida[4].
Así que, conforme se agrava la situación socioeconómica para los
guanajuatenses, la cultura de la migración no sólo contrasta o provoca cambios
sociales y económicos a nivel de la familia nuclear, extensa y en las
comunidades, sino también repercute en el abandonó de tierras en el medio rural.
En el caso que nos ocupa, Ejido de San Juan Pan de Arriba
y la Comunidad de Cabras, las familias tienen, al menos, un miembro en los
Estados Unidos, ya sea joven o adulto, mujer u hombre. El motivo de esta
problemática se relaciona por la falta de oportunidades para que las personas
en edad de trabajar puedan contar con un empleo. Ya que las pocas opciones en
la localidad se reducen a la agricultura de pequeña escala, recolección de leña
seca y tierra de hoja, ganadería de libre pastoreo[5]
y con frecuencia prestan su fuerza de trabajo como jornaleros en las mismas
localidades.
Partimos de la necesidad de recuperar, reflexionar y
reorganizar los recursos naturales (agua, tierra, aire, vegetación, animales)
así como los recursos humanos (costumbres, valores, prácticas artesanales,
agrícolas, de convivencia), éstos últimos por ende nos permitirán la
recuperación de los primeros. Un primer paso consiste en la recuperación de la
cultura de la autosuficiencia alimentaría, recuperación del ayer para mejorar
el mañana, significa potenciar el traspatio anexo a la casa, mejorar la
convivencia familiar ya que parte de las alternativas para buscar el cambio y
la equidad en el desarrollo, se encuentra en los valores y costumbres de la
vida cotidiana de la familia tanto en el medio rural como en el urbano.
Por lo que concierne a los ejidatarios de San Juan Pan de
Arriba ya han hecho varios ejercicios para proteger sus recursos naturales,
logrando concretizar proyectos para proteger, cuidar y buscar alternativas para
mejorar su bosque: recuperación de suelo, introducción de fauna y conservación
de aguas superficiales entre otras acciones[6].
La autosuficiencia en la familia, en un futuro mediato, debe tener como
objetivo prioritario recuperar la soberanía alimentaría no sólo para ellos,
sino también para el resto del pueblo mexicano.
El desarrollo desde los sueños de
los actores.
Es importante reconocer que es a partir del sentir de los miembros
de la comunidad los que deciden como llevar acabo su desarrollo, a través de la
reflexión del ayer, del hoy y del mañana, sin olvidar que es un proceso
gradual, en etapas, y que se busca la integridad de los aspectos: económicos,
sociales, políticas, culturales y el cuidado del medio ambiente y sus recursos.
Es a través del diagnóstico
participativo donde el grupo social tiene que percatarse de las necesidades
específicas de capacitación, actualización y rescatar los elementos que
obstaculizan o facilitan las acciones emprendidas, tomar en cuenta la
problemática social, económica, política y el medio ambiente. Todo ello para
que en función de los recursos humanos y materiales de la comunidad o sector
social, entender el papel e importancia de la biodiversidad y manejo racional
de los recursos naturales para su conservación. Todas las acciones diseñadas
deben ser para mejorar las condiciones de la vida de la familia, la comunidad y
el individuo, ya que el ser humano es parte de una colectividad que le da
identidad dentro del ámbito social, pues participa con los demás miembros para
buscar alternativas de desarrollo dentro de un clima de libertad y democracia[7].
La calidad de vida en la familia.
En la actualidad la calidad de vida en la familia y en la
comunidad, ha ido desmejorando debido a la alta contaminación en el aire, agua,
tierra, vegetación, alimentación, sin olvidar que las
alteraciones de los ecosistemas es responsabilidad del mismo hombre, agregando
además la invasión de los productos de importación, aunque sean de mala
calidad, están desplazando a los locales por los precios bajos. Es el momento
de reflexionar con el grupo social para reencontrarnos con el saber
comunitario, para reincorporar el concepto de “potenciar el traspatio”, pues
éste debe iniciar en el hogar para después aplicarse en otras etapas a las
parcelas.
La puesta en escena del programa “vivienda productiva ecológica”, por
parte de las familias de la comunidad de Presa de san Franco (municipio de San Diego), busca que el
desarrollo se lleve al interior de la familia en forma equitativa con el
propósito de contribuir a mejorar la calidad de vida, una vez que sus
traspatios estén reorganizados y rehabilitados; produzcan, procesen y
comercialicen sus propios alimentos; generen el autoempleo e ingresos
económicos por el excedente de sus cultivos; y, reduzca el fenómeno de
migración a nivel interno (otros estados del país) y al externo (los estados
Unidos) La propuesta de la
“vivienda Productiva Ecológica”, retoma las prácticas sociales y filosofía del
trabajo que vienen realizando desde hace más de 4 décadas el equipo de mujeres
del Centro de Desarrollo Agropecuario, A. C. (Dolores Hidalgo)
El reencuentro con el traspatio
La recuperación de la práctica del traspatio en el hogar
significa un primer paso para que la familia (nuclear y extensa) se vuelva
autosuficiente con la diversificación de productos que cultivará y transformará
para la seguridad del alimento cotidiano de la familia y de la misma comunidad.
Al mismo tiempo, también, tiene que recuperar y operar el arte de la artesanía
en función de sus recursos (humanos y materiales) Esta práctica social pondrá al alcance del grupo social una
tecnología ecológica, conocidas ahora como sistema de ecotecnias (tecnología y
técnicas ecológicas), las cuales, tienen como último fin, recuperar, cuidar,
conservar y optimizar los recursos naturales del entorno en donde viven las
familias[8].
El reencuentro con el traspatio permitirá entender la cultura del medio
rural o del barrio como la manifestación de la vida cotidiana. El grupo social,
la familia o el individuo, tiene que revalorar la importancia de los servicios
sociales, ambientales y económicos. Teniendo en cuenta que todas las
actividades que se realicen tienen el compromiso de mejorar la calidad de vida
de la familia. Al contar con un medio favorable, la familia, el individuo y el
grupo social podrán desarrollar los saberes, las habilidades y la creatividad
para buscar fuentes de empleo y obtener recursos económicos.
Por qué potenciar el traspatio
La mejor manera de ayudar a los grupos sociales es
estimularlos y ayudarlos a organizar su propios desarrollo más que ha
dirigirlo. El traspatio, no es precisamente el patio de atrás de la casa, es el
espacio disponible de la casa, por lo general la familia campesina lo conserva
para la cría de animales y cuenta con algunas plantas que le dan vida al hogar.
Potenciar el traspatio significa darle vida al terreno
libre, rehabilitarlo y proporcionarle las condiciones de ser productivo de
forma diversificada a través de implementar el sistema de ecotecnias con el fin
de recuperar, conservar, cuidar y optimizar los recursos naturales bajo la
práctica cotidiana de trabajo y saberes de los miembros de familia para que
cuenten, aseguren y mejoren la dieta alimenticia[9].
De esta forma la vivienda se transforma (rural y urbana) en productiva y
ecológica, ésta propuesta prevé que la familia cuente en una primera etapa la
autosuficiencia alimentaría.
Devolverle al traspatio la vida, constituye realizar la
reflexión y la acción integral de cada uno y de todos los miembros de la
familia sobre lo que implica y significa el desarrollo integral, ya que la apropiación del sistema de
ecotecnias (fogón ahorrador de leña, sanitario ecológico, cisterna de
ferrocemento y sistema de reciclaje de aguas grises) y la rotulación del
traspatio (dividir los espacios para las actividades laborales como la
apicultura, hortaliza, árboles frutales, maguey, nopal, gallinero, corrales o
talleres), forman un ejercicio en la construcción de la equidad de genero al
interior de la familia, pues el fin es la autogestión del desarrollo de cada
familia para reencontrarse con la dignidad como personas[10].
Componentes que conforman el
traspatio: el sistema de ecotecnias.
La construcción de ecotecnias forma parte del traspatio o
solar, ya que éstas, complementan y ayudan a devolverle al suelo la vida, es
decir, la fertilidad. Por tanto, el sistema de ecotecnias es el producto de
tecnologías y técnicas que el saber del hombre desarrolla en función de la
ecología. Así que una vez que la familia las haga suyas y las incorpore al
traspatio inicia el reencuentro con el uso racional de los recursos naturales.
v La
fertilidad del traspatio.
Entre las tareas que se debe avocar la familia en el
traspatio será la de devolverle al suelo la capa orgánica, elemento que le da
la vida a la tierra y ayuda a infiltrar el agua de lluvia y evitar la
evaporación. Por tanto, es necesario caminar por los senderos o caminos para
desplazarse a los diferentes lugares del traspatio. Al mismo tiempo, es
necesario agregar los desechos orgánicos e ir plantando árboles frutales para
propiciar la humedad. Si el traspatio tiene inclinaciones se tiene que trazar
curvas de nivel para retener el agua de lluvia. También, es necesario, dejar un
espacio para la composta o abonera. Y, si se tiene los medios, implementar la
práctica de la lombricultura[11].
v Las
veredas y los caminos al interior del traspatio.
El diseño de las veredas y caminos tiene que comunicar a
las personas a los diferentes lugares del traspatio en forma eficiente. Estas
rutas deben hacerse con los recursos del entorno como es el cascajo, piedras,
tepetate, tezontle o grava. Los caminos o veredas son delgados o anchos en
función de las necesidades y del espacio con el que se cuenta. El camino o
vereda más amplios será para que pase la camioneta o el carro de tracción de
animal. Los caminos o veredas angostas serán para que transiten las personas
con la carretilla y herramientas[12].
v Los
estanques.
La construcción de los estanques será la de cosechar el
máximo de agua en épocas de lluvia y almacenarla para contar con el recurso
vital en la temporada de sequías. Esta agua se empleara para dar de beber el
ganado y animales de corral; plantas de ornato, huertos y árboles frutales. La
ubicación de los estanques tiene que ser en lugares de escurrimientos de los
techos y las pendientes pronunciadas del suelo. El tamaño de los estanques está
en función del tamaño del traspatio. Los estanques tienen que ser angostos y
profundos. Alrededor de ellos es bueno plantar árboles y taparlos con plástico
negro para evitar la evaporación. Si el agua se filtra es necesario ponerle en
el suelo y paredes plástico negro o ferrocemento. Al mismo tiempo, se tiene que
prever accidentes por lo que se sugiere proteger el estanque con tela ciclónica
u órganos alrededor[13].
v La
cisterna.
La construcción de una cisterna de ferrocemento tiene la
función de cosechar el agua de lluvia de los techos de la vivienda. Esta
práctica permite a la familia contar con agua para uso domestico (potable) en
la temporada de sequía, o bien, cuando la bomba del pozo de agua potable se
descompone. Una cisterna de 2.50 metros
de diámetro por 2.50 de altura, proporciona una capacidad de 12,000 litros de
agua. El gasto diario de agua de una familia de 6 miembros es de 250 litros por
día[14].
v El
filtro lento de arena o pantanos.
El filtro tiene la función de reciclar las aguas grises
(o jabonosas) que son producto de la cocina, el lavadero y la que se utiliza
para bañarse. Este se construye con tabique, arena, cemento y cal. Aunque,
también, se puede construir de ferrocemento. El filtro se compone de una trampa
de grasas, un deposito estabilizador, un canal de filtración (se rellena de de
plantas acuáticas) y una fosa de excedentes. De acuerdo a la experiencia de
CEDESA, una familia, recicla u promedio de 800 a 1000 litros de agua por
semana. Esta agua, una vez tratada por el filtro se utiliza para el huerto,
árboles frutales o micro túnel de nopal. Además, para hacer un uso más
eficiente, se puede implementar el riego por goteo[15].
v Sanitario
ecológico Seco.
Esta es una inversión para toda la vida, siempre y
cuando, se construya con materiales duraderos. El diseño y la cultura de usarlo
correctamente, permite a la familia ahorrar el agua potable, evita contaminar
el entorno de la vivienda o fuera de ella; y, además, proporciona abono
orgánico. La arquitectura del sanitario se conforma de 2 cámaras, la caseta,
taza separadora de excremento y orines. Así como de un mingitorio que se ubica
de la forma más funcional. El lavado, se
recomienda colocarlo a la salida de la caseta por cuestiones de operatividad
del sanitario y del mingitorio. Una familia de 6 miembros logra hacer al día un
ahorro de 144 litros de agua potable[16].
v El
fogón ahorrador de leña.
El interés de incorporar en la cocina el fogón ahorrador
de leña consiste en ir eliminando los efectos del humo que perjudican la salud
de la mujer, sobre todo, los pulmones como los ojos. Así como los efectos del
mismo calor que provocan enfermedades que tiene que ver con los huesos. Además,
se evita la tala y se ahorra el consumo del mismo, hasta un 50 por ciento. Los
materiales para la construcción consiste en barro, arena, nejallo de nixtamal,
ceniza, estiércol de burro (caballo o vaca)[17]
Conclusiones
Los esfuerzos de autoridades
municipales y ejidatarios, aún no son suficientes para que los vecinos
modifiquen sus prácticas del pastoreo y la tala, pues continúan sin cesar en el
bosque de piñón. De ahí que urge implementar opciones de trabajo y aplicación
de las normas para proteger al bosque de la depredación que hacen vecinos y no
vecinos del Ejido de San Franco.
La etapa de la
“Vivienda Productiva Ecológica”, con un grupo 15 familia de ejidatarios de San
Franco, retomará los pasos que propone el Centro de Desarrollo Agropecuario
(CEDESA) en su programa “El Arte de vivir en el Campo (La vivienda Campesina
Sustentable en el Desarrollo Comunitario), es decir, el equipo de trabajo (3 investigadores del CIH y 4 alumnos de la licenciatura en
Desarrollo Regional Sede Salvatierra) coordinan cada uno de los talleres
teóricos prácticas, junto al grupo de ejidatarios, autoridades del municipio e
instructores de CEDESA.
El
reordenamiento del traspatio por todos los miembros de la familia es un primer
paso para iniciar el proceso de rehabilitación y productividad del mismo para
beneficio del hogar, pues permite asegurar la dieta alimenticia, el autoempleo
y el ingreso de recursos económicos.
La
implementación del sistema de ecotecnias no es otra cosa que la actualización,
reorganización, rehabilitación y técnicas para el aprovechamiento de los recursos
del entorno (naturales y humanos). Por ejemplo en la parte de la actualización
esta el caso del fogón ahorrador de leña, como su nombre lo dice se trata de
ahorrar leña para así disminuir la tala de árboles de piñones.
Durante el año
2005 el trabajo que se realizó en la comunidad Presa de San Franco, fue la
gestión de recursos económicos para la construcción del baño seco y el fogón
ahorrado de leña, en negociaciones con la Presidencia Municipal de San Diego de
la Unión. Ahora, 2006, a petición de 10
familias de la comunidad de Cabras y de las autoridades municipales de San
Diego, se hará extensiva la propuesta de la “Vivienda Ecológica Productiva”, ya que padecen la misma problemática socioeconómica
como las otras comunidades de la región.
El licenciado
en Desarrollo Regional (o promotor social) debe ser consciente que el trabajo comunitario es un proceso lento que va
teniendo resultados a mediano y largo plazo. Un ejemplo de esta situación,
tienen que ver con los apoyos económicos para este año de 2006. Los talleres y operación de
los mismos, estarán en función de los recursos con que se cuenten tanto de
parte de las familias de los ejidatarios, autoridades municipales de San Diego
de la Unión y el Centro de Investigaciones Humanísticas de la Universidad de
Guanajuato.
Bibliografía
SEGURA López, Feliciano. Los
movimientos migratorios: factor de cambio espacial en el municipio de San Diego
de la Unión, Guanajuato. 1980-2000. Ciudad de México, 2004. p. 107. Tesis
(Licenciado en Geografía) Universidad Nacional Autónoma de México.
MACÍAS Gloria,
Felipe. El arte rupestre del Ejido de San Franco. Una alternativa para el
desarrollo comunitario. San Diego de la Unión, Guanajuato (México) Ponente en IV Congresos Europeo CEISAL de Latinoamericanistas. Bratislava,
Eslovaquia. Desafíos sociales en América Latina en el siglo XXI con el tema: El
arte rupestre del Ejido de San Franco. Una alternativa para el desarrollo. San Diego de la
Unión, Guanajuato. México. Del 4 al 7 de julio de 2004.
MACÍAS Gloria,
Felipe. Curso de “Practica de Diagnóstico”.
Licenciatura en Desarrollo Regional Sede Salvatierra del Centro de
Investigaciones Humanísticas Sede Salvatierra de la Universidad de Guanajuato.
Semestre: enero – julio de 2004. Ciudad
de Salvatierra.
Centro de Desarrollo Agropecuario, A. C. El arte de vivir
en el campo. La vivienda campesina sustentable en el desarrollo comunitario.
Dolores Hidalgo, CEDESA, 2004.
Centro de Desarrollo Agropecuario, A. C. El arte de vivir
en el campo. El sanitario Ecológico seco en la vivienda campesina sustentable.
Dolores Hidalgo, CEDESA, 2004.
Centro de Desarrollo Agropecuario, A. C. El arte de vivir
en el campo. El filtro de arena con entramado de raíces para reciclaje de aguas
grises en la vivienda sustentable. Dolores Hidalgo, CEDESA, 2004.
Centro de Desarrollo Agropecuario, A. C. El arte de vivir
en el campo. La cisterna de ferrocemento en la vivienda campesina sustentable.
Dolores Hidalgo, CEDESA, 2004.
Centro de Desarrollo Agropecuario, A. C. El arte de vivir
en el campo. El fogón ahorrador de leña en la vivienda campesina sustentable.
Dolores Hidalgo, CEDESA, 2004.
[1] Asistente en
el proyecto “Minorías y marginados en Guanajuato”. Alumna
del octavo semestre de la Licenciatura en Desarrollo Regional del Centro de
Investigaciones Humanísticas Sede Salvatierra de la Universidad de Guanajuato
[2] Responsable del proyecto “Minorías y marginados en Guanajuato”.
Profesor e investigador del Centro de
Investigaciones Humanísticas de la Universidad de Guanajuato
[3] Tijuana,
Hermosillo, Ciudad Juárez, Culiacán, Piedras Negras, Moterrey, Matamoros, San
Luis Potosí, Querétaro, Guadalajara, Morelia y Ciudad de México.
[4] SEGURA López, Feliciano. Los
movimientos migratorios: factor de cambio espacial en el municipio de San Diego
de la Unión, Guanajuato. 1980-2000. Ciudad de México, 2004. p. 107. Tesis
(Licenciado en Geografía) Universidad Nacional Autónoma de México.
[5] MACÍAS Gloria, Felipe.
El arte rupestre del Ejido de San Franco. Una alternativa para el desarrollo
comunitario. San Diego de la Unión, Guanajuato (México) Ponente
en IV Congresos Europeo CEISAL de Latinoamericanistas. Bratislava, Eslovaquia.
Desafíos sociales en América Latina en el siglo XXI con el tema: El arte
rupestre del Ejido de San Franco. Una alternativa para el desarrollo. San Diego de la Unión,
Guanajuato. México. Del 4 al 7 de julio de 2004.
[6] MACÍAS
Gloria, Felipe. Estancia de trabajo en el Ejido de San Franco. Recorrido de
campo en mayo. San Diego de la Unión: 2003.
[7] MACÍAS
Gloria, Felipe. Curso de “Practica de Diagnóstico”.
Licenciatura en Desarrollo Regional Sede Salvatierra del Centro de
Investigaciones Humanísticas Sede Salvatierra de la Universidad de Guanajuato.
Semestre: enero – julio de 2004. Ciudad
de Salvatierra.
[8]El arte de vivir en
el campo. La vivienda campesina sustentable en el desarrollo comunitario. Dolores Hidalgo, CEDESA / SDSyH, 2004.
[9] Centro de
Desarrollo Agropecuario, A. C. El arte de vivir en el campo. La vivienda
campesina sustentable en el desarrollo comunitario. Dolores Hidalgo, 2004. p.
4.
[11] Idem. p. 14
[12]Idem. p. 15
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