Breve Resumen Histórico de Salvatierra por Vicente Ruiz Arias.
Transcripción por Pascual Zárate Avila
Capítulo II: NUESTRA SEÑORA DE LAS LUCES, TEMPLOS Y CONVENTOS, EL CLERO SECULAR.
Nuestra Señora de las Luces
Los religiosos franciscanos realizaron a partir de 1543 las primeras misiones evangelizadoras. En 1564 establecieron un hospitalillo en Guatzindeo conforme a las reglas y prácticas establecidas por Fr. Juan de San Miguel y el insigne Vasco de Quiroga, primero obispo de Michoacán. Refiere el licenciado Melchor Vera: "Este hospitalillo influyó de tal modo en la evangelización orden y civilización de los indios que a pesar de la hostilidad de que fue objeto el pequeño poblado que rodeaba al hospitalillo, por parte de quienes creían tener derechos sobre ese pedazo de tierra, persistió por más de 100 años y la vida entera del valle estuvo referida y relacionada al pueblo de Guatzindeo..."
Según la tradición desde los tiempos primitivos del mencionado hospitalillo permaneció la imagen de Nuestra Señora de las Luces quien recibió culto de los indígenas recién catequizados. La imagen está formada de pasta de maíz, pasta que hacían los indios de Pátzcuaro para fabricar con ella sus ídolos y después convertidos a la fe católica, fue empleada por insinuación de los misioneros en la fabricación de imágenes, las cuales fueron llevadas por estos a sus diversas misiones.
Las crónicas franciscanas hacen suponer que llegó la imagen primeramente a Acámbaro y de allí enviada a Guatzindeo en tiempos del P. Fray Juan Lozano, religioso, quien atendió la doctrina durante los últimos años de su vida monástica.
A principios del siglo XVII por las epidemias que azotaron el valle y la lucha sostenida por la tierra, se cambiaron del pueblo y tiempo después don Nicolás Tamayo encontró la imagen entre los muebles y maderas de los aposentos del hospitalillo. Se mandó retocar y se depositó en una capilla que le mandó hacer en la hacienda de San Buenaventura. Los vecinos de la ciudad acostumbraron a celebrarle novenarios y era llevada en solemnidad a los templos del Carmen y San Francisco. Por disposiciones del señor Obispo don Juan José de Escalona y Calatayud con motivo de un motín cuando se trasladaba la imagen en 1733 se depositó en la iglesia parroquial de San Francisco. Don Juan Ortega y Montañés, obispo de Michoacán, estando de visita en la ciudad se le informó de su origen y las manifestaciones luminosas de la imagen y le dio el título y advocación de Nuestra Señora de las Luces. Don Pedro Anselmo Sánchez de Tagle mandó levantar el 22 de septiembre de 1766 una información juramentada por la cual se enteró de los prodigios de la sagrada imagen por lo que confirmó el título y advocación de las luces; recibiéndola la ciudad de Salvatierra como su protectora aumentando el culto y devoción a la Soberana Reina de los Ángeles.
Templos y Conventos
Para la formación religiosa se levantaron notables monumentos arquitectónicos. El 25 de mayo de 1644 el Virrey Conde de Salvatierra decretó la licencia para que el padre provincial de la orden de los carmelitas fundara el convento de su religión; edificando una capilla provisional la cual se dedicó el 25 de noviembre de 1644. Para la construcción de la actual iglesia se otorgaron nuevas concesiones; encomendando la provincia a fray Andrés de San Miguel, quien por sus conocimientos de arquitectura e ingeniería lo hicieron notable en la Nueva España. La iglesia grande y el convento se dedicó a San Ángelo Mártir el domingo 6 de febrero de 1645. Recibió confirmación del Rey de España el 18 de noviembre de 1799.
El 8 de marzo de 1650, los religiosos Carmelitas tomaron a su cargo la construcción del puente colonial para establecer una permanente y segura comunicación por acuerdo del ayuntamiento mediante el pago correspondiente de mano de obra y materiales. El 22 de octubre de 1658, los religiosos tomaron el acuerdo de cambiar el Colegio de Artes y parte del de Santa Ana de Coyoacán para Salvatierra y en esa forma los estudiantes terminarán el curso de teología.
Fray Marcos Ramírez de Prado, obispo de Michoacán, concedió la licencia para edificar la capilla en 1664 dedicada al patrón titular del Barrio de San Juan, que se aprovechó en parte para el crucero de la iglesia actual que se terminó en 1735. La imagen de Cristo crucificado del Señor del Socorro se venera desde el año de 1682 y tradicionalmente su festividad celebrada por el Buen Temporal el 24 de noviembre de cada año.
El 7 de mayo de 1659, el Definitorio de la Provincia Franciscana, resolvió la construcción del actual Iglesia por encontrarse en ruinas la que se tenía en servicio y no era suficiente para los servicios parroquiales. El 31 de abril de 1707 se fundó un Colegio de Estudios Mayores y Menores de Gramática en el convento franciscano conforme a la voluntad de su patrono fundador don Antonio Esquivel y Vargas.
16 de marzo de 1743 el virrey, Conde de Fuenclara concedió licencia para la construcción de una capilla para el culto y veneración de la Virgen de la Luz. Por haberse jurado el 5 de agosto de 1737 el Patronato Nacional a la Virgen de Guadalupe se dedicó el culto y veneración el mencionado santuario.
El templo y convento de la Purísima Concepción de Pobres Capuchinas se fundó por real cédula que expidió Carlos III, Rey de España el 11 de octubre de 1767 por gestiones del capitán don Santiago Ginés de la Parada. Se dedicó el 12 de junio de 1798. Fue nombrada sor María Serafina Manuela, primera abadesa y el licenciado Pedro Alday, primer capellán y vicario.
El clero secular
En los primeros tiempos de la evangelización los religiosos por delegación y permiso administraron ciertos sacramentos que son por derecho canónico de los clérigos. En esta forma los franciscanos tuvieron a su cargo la capilla en el pueblo de Guatzindeo y posteriormente se pasaron al pueblo de San Andrés de los Chochones.
En 1643 había sido erigido el curato por el obispo don Marcos Ramírez de Prado. El 6 de marzo de 1767 se procede a la secularización siendo el primer beneficiado el licenciado José Javier de Rivera. Varios años antes se preparaba el cambio y el 22 de diciembre de 1761 el marqués de Cruillas autorizó a la provincia franciscana conservada y pudiera continuar la cura de almas en la iglesia de Salvatierra; secularizando únicamente la doctrina.
Conforme el decreto anterior el Ayuntamiento tomó a su cargo la construcción de la parroquia y la casa cural. El 8 de septiembre de 1808 se dedicó la Iglesia siendo párroco don Ignacio Basurto.
Desde la secularización del Curato hasta 1931 han sido párrocos:
1767.- Licenciado José Javier de Rivera
1771.- Don Felipe Lagunas
1787.- Don Vicente Ochoa
1788.- Don Manuel Francisco Manrique de Lara
1804.- Don Miguel Velázquez (interino)
1805.- Don Ignacio Basurto
1810-1815.- Don Pedro Alfaro, don Francisco Castañeda y Francisco Jiménez
1815.- Don Basilio Peralta y Quesada
1831.- Don Manuel Fernández
1836.- Toribio Hernández
1837.- Don Rafael Ortiz
1838.- Don Alonso Terán
1841.- Don Ramón Magaña
1845.- Don Manuel Bermúdez Pagola. Coadjutores: don Isidro Guerra, don Francisco Tejada de León y don Manuel Ignacio Garcidueñas
1867.- Don Manuel Ignacio Garcidueñas
1870.- Don Rafael Aguilar
1885.- Licenciado Tirso Rafael Córdoba
1887.- Don Francisco Nieto
1883.- Don José Arroyo
1894.- Don Aristeo Franco
1894.- Don Graciano Montoya
1896.- Don Eraclio de la Cerda
1902.- Don Francisco Infante
1904.- Don José López Ortega y Ramón Aguilar
1910.- Don Braulio González
1914.- Don José Dolores Valdés
1919.- Don José Salomé Navarrete
1920.- Don José Covarrubias
1921.- Don Rafael Lemus.
Don José Espinoza llegó en 1929 quien recibió el nombramiento de Párroco Inamovible hizo numerosas mejoras en el templo parroquial y realizó las gestiones necesarias para obtener la licencia para la Coronación Pontificia de la imagen de Nuestra Señora de las Luces. La solemne ceremonia de la coronación se realizó por el señor doctor Leopoldo Ruiz y Flores, arzobispo de Morelia a quien el Sumo Pontífice le delegó que en su nombre impusiera a la venerada imagen la aurea diadema.
Recibió el Curato el presbítero José María Chávez en 1943 y Don Ruperto Mendoza el 13 de septiembre de 1953 quien terminó la obra material de la torre faltante de la parroquia en 1965. Recibiéndose la visita del señor cardenal José Garibi Rivera para la celebración del 25 aniversario de la coronación.
Por su estado de salud se retiró el señor Mendoza para ocupar el curato el señor canónigo Luis Ferreira Correa en febrero de 1970 y don Carlos Zavala Jiménez desde fines de noviembre de 1972 continuando la obra material y espiritual de la foranía y parroquia.
Capítulo III.- EL PARTIDO DE SALVATIERRA. 1821. EL IMPERIO Y LA INTERVENCIÓN. EL PORFIRIATO. 1876-1910.
Con motivo de la coronación de Iturbide cómo emperador de México el Ayuntamiento le brindó su reconocimiento por lo que se hicieron varias corridas de toros con novillos de la Hacienda de La Magdalena y se mandó colocar un busto del emperador en la Plaza Mayor. Pero la suerte del imperio resultó adversa, las autoridades reconocieron el Plan de Casamata en marzo de 1823 y el pueblo amotinado destruyó el busto.
El 4 de junio de 1778 nace en Salvatierra don José Manuel Zozaya y Bermúdez, quién fue diputado examinador y rector del Colegio Letrán de la Audiencia de México. Diputado electo por Guanajuato a las Cortes españolas en 1820. Primer Ministro Plenipotenciario a los Estados Unidos de América durante la regencia y Gobierno de Iturbide. Socio fundador y súper numerario consiliario suplente de la Sociedad Económica Mexicana de Amigos del país; Caballero de Número de la Orden Imperial de Guadalupe y estableció la primera fábrica de papel en México en 1823. Falleció. Falleció en la Ciudad de México el 21 de junio de 1853.
Se erigió el Estado libre y soberano de Guanajuato en 1824 y el partido de Salvatierra formó parte del distrito de Celaya y para su gobierno fueron nombrados lo que se llamaron Alcaldes Constitucionalistas.
Por disposiciones del Gobierno del Estado se mandó conmemorar las fiestas patrias en 1827 y la Junta patriótica mandó erigir una columna a la independencia en la Plaza Mayor y en 1880 se cambió a la Plaza Hidalgo.
La administración de los alcaldes constitucionales (1824-57) fue muy difícil por los frecuentes golpes de Estado y las revoluciones que empobrecieron a la República favoreciendo a los salteadores de camino arruinando las dos únicas fuentes de riqueza la agricultura y el comercio.
Los problemas que presentaban los diferentes Ramos de la administración eran desesperantes desde mandar a hacer la carreta de policía (1828), acondicionar a las Arrecogidas por encontrarse en ruinas la cárcel real (1830), estudiar la forma de encontrar un médico en la ciudad (1830), la construcción de camino nacional de Salvatierra al pueblo de Acámbaro por la hacienda de La Esperanza (1831), así como algunas mejoras en los parajes públicos de la ciudad.
Grandes fueron las necesidades públicas y grandes fueron los privilegios de un determinado círculo social que nada favorecía a la Hacienda municipal, pero fue hasta la desamortización de los bienes eclesiásticos y las corporaciones civiles cuando se tomaron acciones contra estos monopolios.
En esta época las logias masónicas encuentran adeptos y se fundó "La Aurora de Salvatierra" del Rito Yorkino que presidió don Manuel de la Llata, (1828).
los sucesos más notables se pueden decir que fueron la peste del cólera (1833), la construcción de la Presa del Cubo por los dueños de la hacienda de Tarimoro y Panales (1838), la compra de una casa en la calle de San Francisco (Madero) por el Ayuntamiento para la alhóndiga de la ciudad (1841). La Fundación de la fábrica La Perla (La Reforma). por don Patricio Valencia en el antiguo molino de La Esperanza el 22 de noviembre de 1845 y la construcción de la primera torre de la Iglesia parroquial en 1846.
Con motivo de las leyes de reforma se aplicó la ley de la desamortización de los bienes de las corporaciones civiles y eclesiásticas en 1856 y la intervención de la autoridad civil en los cementerios: suprimiendo los antiguos camposantos del Carmen y San Francisco por razones sanitarias y se estableció el primer panteón municipal para el Registro Civil en terrenos que fueron de los ejidos de la ciudad.
El Gobierno del Estado por decreto del 2 de mayo de 1861 hizo salir fuera a los religiosos franciscanos y carmelitas. El general Miguel M. Echegaray desocupó el convento de capuchinas a las 22:00 h de la noche del 15 de marzo de 1863; siendo la madre reverenda sor Cayetana Josefa, la abadesa y fray Francisco Muñoz, el capellán.
A fines de 1863 los franceses ocuparon el estado de Guanajuato y el 20 de mayo del año siguiente, las autoridades y vecindario de Salvatierra, reconocieron el Imperio de Maximiliano.
El general republicano Manuel García Pueblita en varias ocasiones tomó la ciudad combatiendo a los carabineros de Vincennes. La plaza la desocuparon los imperialistas en 1867.
Terminada la intervención y el Imperio se inició la construcción de la línea telegráfica para Celaya, Morelia y Querétaro, 1870 y la fundación de la fábrica de San Isidro Batanes por don Juan Argomedo, en el mismo año.
En 1851 se inició la construcción de la planta baja del Palacio Municipal por don Ramón Vera Quintana en el sitio que ocupó el beaterío de los Carmelitas; suspendiéndose los trabajos en 1858. Poco después del triunfo de la República la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística publicó las noticias estadísticas de la ciudad de Salvatierra recopiladas por don Ramón Vera Quintana por encargo del Gobierno de Maximiliano; siendo el primer salvaterrense quien escribió una monografía de la ciudad siendo prefecto político del distrito de Salvatierra.
El Palacio Municipal se terminó de construir en 1874, siendo don Epifanio Solache, jefe político; restaurándose en 1891 y para las fiestas del centenario de la independencia se arregló con la mejor decoración que ha tenido.
De los salvaterrenses distinguidos figura en un lugar prominente el general Luis Pérez Figueroa uno de los jefes más respetados y queridos por su lealtad a las instituciones republicanas y su amor a la patria. Comenzó su carrera montando plaza de subteniente de infantería en 1850 y para 1866 se le confirió la banda de General de Brigada y un año más tarde la de Divisionario. Participó en numerosos combates y escaramuzas de los que se recuerdan el asalto y toma de la plaza de Chilapa, la ocupación de Guadalajara en agosto de 1855, la defensa de Matamoros Izúcar en 1861. La célebre batalla de la Carbonera y la ocupación de México en noviembre de 1870. Entre las condecoraciones que le fueron otorgadas recibió: "La Condecoración de la Paz", "La Cruz de Primera Clase", La medalla honorífica del Estado de Veracruz" decretada en el año de 1866. "Diploma por la batalla de la Carbonera", "La medalla por el asalto y toma de Puebla" en el año de 1867 y la que se confirió en este mismo estado a los que combatieron al llamado Imperio en su territorio. El 23 de mayo de 1903 falleció en Tlalpan, Distrito Federal.
El Porfiriato 1870 y 1910.
El periodo porfiriano para Salvatierra se inicia con el pronunciamiento del comandante don Maximiano Espinoza, en favor del plan de Tuxtepec, encargándose de la Jefatura don Severo Sierra quien mandó felicitar en Celaya al general. Porfirio Díaz.
El Ayuntamiento estuvo presidido por un presidente a partir de 1857 con el carácter de jefe político del partido de Salvatierra. Los jefes políticos en la época que se hacen referencia fueron:
1876.- Severo Sierra
1877.- Severo Sierra, enero; Antonio Sancén, diciembre; Joaquín Ramírez
1878.- Joaquín Ramírez Cimbrón
1879.- Antonio Sancén 1880 Joaquín Ramírez Cimbrón hasta enero 15 de 1881.
1881.- Antonio Sancén. Santos M. Cos (marzo) Antonio Sansen y Ramón Davalos.
1882.- Ramón Dávalos Obregón
1883.- Miguel Morán
1884.- Rafael Cepeda
1885.- Rafael Cepeda
1886.- Estanislao Arredondo
1887.- General José María Izunza (11 de marzo), Manuel A. Romo (agosto 16).
1888.- Manuel Alatorre (enero, 27), Manuel A. Romo (marzo 24), y Zacarías Martínez (regidor).
1889.- Zacarías Martínez, licenciado José de Jesús Peña (febrero 15).
1890.- Mayor de caballería, don Enrique Soto Mayor
1891.- Enrique Soto Mayor. - Jesús Marmolejo. - Enrique Soto Mayor
1892.- Enrique Soto Mayor
1893.- Jesús Marmolejo (enero), Enrique Sotomayor (junio), Ramón Dávalos Obregón (julio).
1894.- Pedro Herrera, Ramón Dávalos Obregón y Emeterio C. Iturria.
1895. Emeterio C. Iturria, Pedro Herrera (febrero), Dionisio Catalán, Pedro Herrera y. Emeterio C. Iturria.
1896.- Emeterio C. Iturria desde el primero de diciembre del año anterior.
1897.- Emeterio C. Iturria, Antonio Sancén (regidor. - enero), Alberto Gómez (mayo).
1898.- Alberto Gómez, Diodoro González (julio)
1899.- Diodoro González (enero- junio), Pedro Herrera (julio- diciembre).
1900.- Pedro Herrera (enero-junio), Diodoro González.
1901.- Benito Soriano Filiberto
Hasta 1906.- Benito Soriano Filiberto
1907.- Benito Soriano. - Mayor de caballería Enrique Montenegro, (agosto)
1908.- Enrique Montenegro
1909.- Enrique Montenegro
1910.- Enrique Montenegro
Con los fondos de la tesorería municipal y la ayuda voluntaria de los terratenientes se terminó la planta alta y la reconstrucción del Palacio Municipal; se embellecieron por primera ocasión las plazas públicas y se hizo la apertura de nuevas calles, se mejoró el alumbrado de linterna, se amplió la cañería de barro para el consumo de agua de la ciudad, se acondicionó el cementerio de San Elías; se destinó el exconvento del Carmen en prisión (1893); el hospital Manuel González en el ex convento de Capuchinos (1885) y el Mercado Hidalgo (1909-1912).
Se atendió el ramo de Seguridad Pública en el partido y la enseñanza primaria. Con motivo del asalto del ferrocarril que hicieron los peones de la Hacienda de Cacalote y otros atentados poco después de haberse hecho la introducción del ferrocarril, se aplicó la pena de muerte a los infractores.
Las comunicaciones se ampliaron con el ferrocarril (1883), telégrafo, teléfono, los tranvías de San José del Carmen (1895), iniciándose los primeros automóviles que adquirieron, don Luis Bermejillo, Juan Argomedo y algunos administradores de la fábrica La Reforma.
Se editó el primer periódico para Salvatierra con la dirección de don Antonio Sixto Romero (1880) y se instaló la primera imprenta de mano por don Francisco Balandra (1885). Se dotó el primer reloj público de la ciudad en la iglesia parroquial (1885) y se estableció el primer templo evangélico por los Lucio G. Smith y S. U. Siberto en la esquina de Juárez y Leandro Valle (1890).
El prestigio de la ciudad y el notable progreso de las fincas de campo de la región se reflejó en las estadísticas del Gobierno del Estado y los productos agrícolas llegaron a participar en exposiciones internacionales como en la Feria Mundial en París, Francia.
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