La filosofía en acción dentro de una sociedad local:
El caso de la industria textil de Salvatierra, Gto.
por Pascual Zárate Avila
La modificación del nombre de la fábrica de hilados y tejidos de Salvatierra Gto. fue un acontecimiento trascendental, dado que con el nombre de "La Reforma" nació un icono en México que simbolizó todo el sistema de ideas y visiones de futuro que tuvo la época histórica que concluyó en 1910, luego de haber surgido su acta de nacimiento en 1867, en una tarde de celebración de la Independencia en el jardín Unión de la ciudad de Guanajuato, el 16 de septiembre, con la Oración cívica que Gabino Barreda pronunció exponiendo una interpretación filosófica de la historia de México, a partir de los tres estadios señalados por Augusto Comte. Así como la humanidad había pasado por una etapa mítica y otra metafísica ahora se iniciaba la positiva, que en otras palabras era la sociedad industrial capitalista.
Del Segundo Imperio Mexicano que fue derrotado en 1867, en lo municipal tenemos documentos de ese año donde se dan quejas por parte de los ciudadanos que colaboraron con el gobierno de Maximiliano, son quejas en el sentido de que ninguna autoridad les recibe sus peticiones en las diferentes esferas del gobierno de la República Restaurada. El documento es una misiva del Jefe Político de Celaya donde reconviene al Jefe Político de Salvatierra haciéndole notar que la sanción a su colaboración con el gobierno imperial ya la habían purgado, en el sentido de haberse confiscado sus propiedades, pero en lo demás tenían los mismos derechos y que debería de atenderlos en igualdad a todos los ciudadanos del Partido.
El aislamiento político de los conservadores es entonces a todas luces manifiesto, por lo que el hecho de que en agosto de 1867, el Gobernador del estado le otorgue a un reo de nacionalidad Americana, que se encontraba en la cárcel habilitada en el claustro del convento de San Francisco, la gracia de extinguir su condena de dos años que purgaba por homicidio, dentro de la fábrica de hilados y tejidos de la Casa Valencia y González de Salvatierra, es una decisión política que muestra las buenas relaciones de Eusebio González con el grupo gobernante de liberales mexicanos. La pertenencia a las ideas liberales de Eusebio Gonzalez la vemos reafirmada porque, además, la fábrica de hilados y tejidos Zempoala de Celaya le fue confiscada a su propietario que había sido "Consejero del Imperio" y al ser rematada, Eusebio la adquirió.
Díaz Barriga fue electo 7º regidor del Ayuntamiento de 1873, año en el que se negó a jurar la Constitución de 1857 con sus adiciones y reformas en la sesión de cabildo del mes de septiembre. Sabemos que ya para entonces los liberales estaban construyendo un orden social que substituyera al orden regido por las corporaciones religiosas, militares e indígenas. Las concepciones filosóficas de los liberales estaba dividida en dos corrientes de pensamiento político, una, a la que pertenecía Francisco Díaz Barriga, que sostenía un individualismo, la separación de poderes, el federalismo, la autonomía municipal, el constitucionalismo y el Estado laico. Recordemos que en 1873 el Jefe Político era quien fungía como presidente nato del ayuntamiento municipal siendo designado por el Gobernador del estado, una ley a todas luces contraria a la autonomía municipal. La corriente de pensamiento liberal a la que pertenecía fue avasallada por la otra posición política denominada Positivista, por lo que Francisco Díaz Barriga se rebeló a jurar protesta de la Constitución de 1857 con sus adiciones y reformas como regidor del Ayuntamiento de Salvatierra, Gto.; sin embargo, después su hijo Francisco llegaría a ser diputado constituyente suplente en 1917 y primer presidente municipal de Salvatierra, ya con la figura del Artículo 113 Constitucional de Municipio Libre.
Eusebio González era un ferviente partidario de la otra corriente de pensamiento liberal en acción durante la década de los años setentas del siglo XIX. Era una corriente cuyo pensamiento político se expresaba sosteniendo al Positivismo, el cual se caracteriza por oponerse al derecho natural, al utilitarismo, al individualismo; considera que en la sociedad debe haber un orden; una forma orgánica y una evolución histórica en cierto modo determinista: orden y progreso. Del pensamiento filosófico espontaneo de Eusebio González tenemos una expresión en la carta que le envió el 28 de julio de 1879, al coronel Joaquín Ramírez Zimbrón, quien en ese entonces era el jefe político de Salvatierra. Entre otros conceptos, vertió el siguiente: "Creo, como todos, que esa población está llamada a ser, como ya lo está siendo, una de las primeras del Estado; y que, contando con una administración inteligente y con la cooperación de todos los vecinos, cada uno en la esfera de sus medios, bastará poner en desarrollo los grandes elementos naturales que tiene para hacerla llegar a su mayor engrandecimiento". En los conceptos vertidos encontramos la concepción organicista de la teoría sociológica de Herbert Spencer, donde los miembros e instiruciones de la sociedad eran equiparados en su funcionamiento como lo hacen las partes del organismo viviente; y de la teoría evolucionista de Augusto Comte en el sentido de que el destino final de la historia es la sociedad industrial capitalista. Indudablemente que Eusebio González se identificaba plenamente con el Positivismo, dado que él mismo estaba impulsando la formación del capitalismo mexicano con sus tres fábricas textiles y sus dos molinos cerealeros ubicados en Salvatierra, Celaya y Empalme Escobedo, por lo que le expresa al Jefe Político que Salvatierra logrará su mayor engrandecimiento, sobre todo por la próxima llegada del ferrocarril, la cual él mismo estaba tramitando su ubicación cerca de su fábrica y de la ciudad.
Imponer el nombre de "la Reforma" a una fábrica textil tiene un significado icónico, tanto para la ciudad como para la trayectoria cultural, educativa, industrial y social de los propietarios de la fábrica de hilados y tejidos de Salvatierra: Emeteria Valencia y Eusebio González. Juntos apoyaron al gobierno federal de Sebastian Lerdo de Tejada, al ayudar a serenar los ánimos exaltados de la población de Celaya, luego de que una iglesia protestante norteamericana arribara a la ciudad con las escrituras de propiedad de los conventos de los Carmelitas Descalzos, Agustínos y del templo de la tercera orden franciscana, adquiridos al Presidente de la República, por lo que en conferencia con Sebastían Lerdo de Tejada, Eusebio González, Emeteria y Antonia Valencia acordaron comprar los edificios y huertas a la iglesia protestante. Ese gesto efectivamente calmó a la enardecida población de una posible violencia y desorden social en la ciudad. Por su parte Emeteria Valencia fundó dos escuelas de instrucción primaria y una de artes y oficios, además de que fomentó el arte dramático acondicionando el teatro Cortazar de Celaya y promovió la conclusión del templo del Señor del Hospital en Salamanca.
La substitución del nombre de "La Perla" por el de "La Reforma" en la fábrica textil de Salvatierra es un acto simbólico que encierra toda una concepción filosófica sobre el destino histórico de la sociedad mexicana, donde el término de "La Reforma", es una metáfora que representa la conciencia clara del porvenir de la sociedad industrial, a la que Eusebio González contribuyó a formar con sus fábricas, comercios, financiamiento de la educación, arte, participación política y libertad de cultos en la región del Bajío.
12 de enero de 2010.
Bibliografía
Archivo del Museo de la Ciudad de Salvatierra, "Actas de Cabildo de 1873 y Correspondencia del Jefe Político del Partido de Salvatierra 1867".
Vargas Lozano,Gabriel. "Esbozo histórico de la filosofía mexicana del siglo XX". Universidad AutónomaMetropolitana-Iztapalapa.
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