martes, 14 de noviembre de 2023

Historia Civil y Eclesiástica de Salvatierra, Gto., Vicente Ruiz Arias, (Capítulo #8, transcripción)

 Historia Civil y Eclesiástica de Salvatierra, Gto., Vicente Ruiz Arias

por la transcripción Pascual Zárate Avila


La Iglesia y Convento de las Religiosas Capuchinas



1. - Licencia para la Fundación.

2. - La Primera Comunidad. Ceremonia de Fundación.

3. - Las Abadesas. Las Exclaustraciones.

4. - Cronología de los acontecimientos en los últimos cien años.


(1). - A mediados del siglo XVIII un acaudalado español nombrado José Ignacio de Polanco, llegó al Bajío con el propósito de fundar un mayorazgo en la jurisdicción de la ciudad de Salvatierra. Amparándose con una cédula real que le otorgó don Pedro Serrano y Agustín. virrey de la Nueva España. Se dice que tenía celebrada la compraventa de las magníficas tierras de las haciendas del Santo Tomás. La Concepción y El Refugio. No hay documentos conocidos de los negocios de este personaje, pero el hecho fue que se radicó en la ciudad de Querétaro con su hija Petra Polanco, único miembro de su familia. Ingresó como novicia en el Convento de Capuchinas de aquella ciudad. recibiendo el nombre de religión sor María Inés. Fue su intención que se fundara un monasterio en Salvatierra por haber sido este lugar donde falleció su padre. y para lo cual don Santiago Ginés de la Parada, capitán de infantería, se ofreció patrocinar. En la ciudad de Salvatierra el 9 de junio de 1766 ante el escribano real don Joaquín Cardoso, otorgó una escritura de obligación y afiance por la cantidad de veinte y cinco mil pesos de oro común para la construcción de la iglesia y convento que se pretendía fundar, además de otros diez mil pesos de dote para el sostenimiento de dos capellanes para el servicio del culto divino. Una vez hechos los trámites iniciales con Carlos Francisco de Croix, Márquez de Croix, virrey de la Nueva España, ordenó se despachará el expediente al Consejo de Su Majestad y el Rey Carlos III expidió en San Lorenzo el 11 de octubre de 1767 la cédula de fundación, el documento literalmente dice lo siguiente: 

"El Rey, reverendo en Cristo, obispo de la Iglesia Catedral de Valladolid de Michoacán, de mi Consejo, el Marqués de Croix, virrey de la Nueva España, dio cuenta con testimonio en carta de 12 de abril de este año, de que el Ayuntamiento de la ciudad de Salvatierra le había hecho presente que las religiosas capuchinas de Querétaro, protegidas de don Santiago Ginés de la Parada, vecino de ellas y otros bienhechores, pretendían fundar un convento de su religión en la enunciada ciudad de Salvatierra, sin otro gravamen que el que se les diese sitio correspondiente para el convento e iglesia, cuya propuesta aceptó el Cabildo con particular complacencia de todos sus individuos, así por ser esta fundación sin perjuicio de los vecinos como por haber consignado el nominado don Santiago veinte y cinco mil pesos para la construcción de la iglesia y convento y diez mil pesos para la manutención de dos capellanes y ser proporcionada aquella situación para el alimento de las religiosas por lo que abunda de semillas, pescados y legumbres, que son los más precisos para su sustento y con la misma abundancia y equidad están los materiales para la fábrica y que a mayor abundamiento habían ofrecido otros sujetos ayuda en cuanto pudiesen a tan santa obra, cuya pretensión la habían apoyado juntamente con el vicario del partido de Salvatierra. El guardián de San Francisco y el prior de Carmelitas Descalzos que son los únicos conventos de religiosos que hay en la expresada ciudad, informando que no solamente era útil la pretendida fundación, sino precisa para que las niñas de las numerosas familias nobles descendientes de conquistadores que hay en la propia ciudad, y no pueden tomar el estado de matrimonio por falta de medios y de sujetos proporcionados a su calidad, puedan conseguir la vocación a que muchas se inclinan de ser religiosas y que por no haber convento de ellas en la ciudad, ni en veinte leguas en contorno, tienen que salir a otros del obispado con dispendio y desconsuelo de sus padres, cuyos inconvenientes se evitarán como también el de darles dote a causa de no permitirlo el instituto de las Capuchinas, con lo cual y con haber exhibido don Santiago las escrituras de donación, de los treinta y cinco pesos que ofreció, y el Cabildo la de la gestión del sitio que le pidieron y justificado el primero ser suficiente cantidad la ofrecida para el fin a que la destinaba, y que cuando no lo fuese ascendía su caudal a cuarenta mil pesos, con los cuales podría suplir lo que faltase le manifestaron al Fiscal de lo Civil de aquella audiencia y su asesor en el informe que les pidió, que no se les ofrecía reparo en que me informase en favor de la enunciada fundación, lo que ejecutada pidiendo me dignase de conceder mi real licencia para ella." 

"Y he visto referido en mi Consejo de las Indias con lo que en su inteligencia expuso mi fiscal y consultándose sobre ello el 12 de agosto de este mismo año, he resuelto conceder a la referida instancia por concurrir en ella, todos los requisitos que provienen las leyes, con la calidad de que el referido monasterio esté sujeto a vuestra jurisdicción como lo propusisteis en vuestro citado informe de 20 de diciembre del año próximo pasado y que el número de religiosas que haya en él, no excedan del establecido por sus Constituciones, y no sé lleve en ningún tiempo a las que se admitan cantidad alguna con título de propinas, ni otro algún pretexto y en consecuencia de esta mi real resolución os ruego y encargo de las órdenes correspondientes para que el mencionado don Santiago Ginés de la Parada, pongan en ejecución su oferta en los mismos términos que la hizo a fin de que se verifique la expresada fundación, en inteligencia de que por otra Real Cédula de este día se ordena lo mismo al expresado virrey, por ser así mi voluntad." 

"Fecha en San Lorenzo a once de octubre de 1767. Yo el Rey. Por mandato del Rey nuestro señor, Thomás del Mello. (Rúbricas). 

El referido don Santiago Ginés de la Panada inició los trabajos para la construcción del edificio en un terreno situado en las huertas inmediatas al barrio de San Juan, por lado oriente.

La promesa del Cabildo de ceder el sitio para la fundación no fue posible porque todos los solares de la ciudad aún se encontraban hipotecados en favor del convento del Carmen, para satisfacer el pago que éstos hicieron para la construcción del Puente desde 1650. Y por lo mismo sostenían ambas partes un discutido pleito ante la Real Audiencia. Por esta razón don Santiago compró el solar para la construcción a los religiosos Carmelitas en la cantidad de trescientos pesos. Siendo prior fray Plácido de San Bernardo, el 27 de septiembre de 1770.

El plano original fue hecho por don Joaquín de Heredia, arquitecto mayor, supernumerario de la Corte de México, académico de mérito de la Real Academia de San Carlos de la Nueva España y agrimensor general titulado por Su Majestad de tierras y aguas en este reino. 

Después de la muerte de los dos primeros benefactores continuaron la obra otros devotos; los hermanos don José y Francisco de Horta, vecinos de Querétaro, en unión de la reverenda madre sor María Ignacia, quienes lograron un donativo de don Rafael Monterde, primer Conde la Presa de Jalpa por la cantidad de veinte y dos mil pesos. Para concluir la obra se realizó con la ayuda del Sota síndico señor don José Domingo de Horta y don José Luis Frías, siendo este último quien dotó el primer capellán y por haberlo solicitado fue nombrado síndico del nuevo convento. 


(2). - Según la declaración real y el mérito de este monasterio las primeras fundadoras debían salir de Querétaro, el excelentísimo señor don Alonso Núñez de Haro, arzobispo de México, de acuerdo con el reverendo señor maestro, don Fray Antonio de San Miguel iglesias obispo de Michoacán nombraron el. Número de las religiosas comisionando para su entrega al doctor Alonso Martínez vicario foráneo y juez eclesiástico de Querétaro para la recepción y al licenciado don Manuel Abad y Queipo, pues de testamentos capellanías y obras pías del obispado de Michoacán para el traslado de Querétaro al nuevo convento de Salvatierra. Por la mañana del 11 de junio de 1798, salieron del convento de Querétaro, las religiosas sor María serafina Manuela Sor María, Guadalupe, María Rosalía, sor María Bárbara, sor María Clara, sor María Francisca y sor María Clara. Acompañadas de los señores comisionados y personas notables escoltando la caravana los soldados del regimiento de Querétaro. La primera jornada fue hasta la hacienda del Rincón de Tamayo, donde pasaron la noche. Continuando el día siguiente hasta Salvatierra, en donde les dieron alojamiento en el Beaterío del Carmen, el día siguiente comulgaron en la capilla de Nuestra Señora de la Luz, pasando a la iglesia de San Francisco y El Carmen, formando una procesión acompañados del clero, comunidades religiosas, el Cabildo y vecinos notables de la ciudad que apadrinaron a las religiosas al. Y a la nueva iglesia se les entregó una imagen de la Purísima Concepción y después de unos momentos, salieron a toque de esquila del presbiterio para el sacrificio de la primera misa que celebraron el reverendo padre Buenaventura Muni, fray Lorenzo Pardo y cantó la misa el reverendo padre fray Miguel de Frías, agustino de la provincia de San Nicolás de Michoacán, ex prior de Celaya y hermano del síndico del nuevo convento que estuvo ausente por estar enfermo. La plática de recepción de novicios estuvo a cargo del padre fray Francisco Miralles y el sermón el padre Fray Juan José Sáenz de Guimiel, ex guardián del Colegio de Santa Cruz de Querétaro y presidente del capítulo de la provincia de Jalisco, quien predicó haber tenido algunas revelaciones acerca de la fundación del nuevo convento. Concluida la función las madres fueron conducidas por los señores Abad, el cura juez eclesiástico, Justicia Mayor y sus madrinas. A la entrada que comunicaba al templo con la portería exterior, exclamando al entrar la presidenta sor María Serafina, "Bendito seas Dios que me hizo capuchina", con lo que quedó verificada la fundación aquel miércoles 13 de junio de 1798. Poco después del mediodía en vísperas de cerrarse la octava del Corpus, día de un santo franciscano Antonio de Padua. 

Desde el día anterior el licenciado Abad y Queipo encargó al señor don Pedro Alday, primer vicario y capellán la bendición de la iglesia conforme el Ritual Romano. 

En nombre del señor obispo de Michoacán sor María Serafina fue designada por primera abadesa, quién cumplía 26 años de capuchina. El domingo siguiente del pueblo de Salvatierra dio gracias por sus venerables religiosas, que vieron entrar a sus primeras novicias que fueron: sor María José, sor María Teresa, sor María Margarita y sor María Manuela, completándose en los meses siguientes el número de 10 asignado para el primer noviciado, entre las cuales se ingresó doña Rita Álvarez, hermana de sor Clara por privilegio propio del tiempo de la fundación. La recepción se hizo a fines del mencionado año, hasta completarse el número total de la comunidad que estaba asignado para 30 señoras. 

Don Faustino de la Vandera donó la primera lámpara en el monasterio que se dedicó a la Purísima Concepción y el templo al seráfico padre San Francisco. 

Fue hasta la primera parte del siglo XIX es cuando se terminó de construir las celdas de la planta alta y algunos otros detalles del edificio, así como los altares de la Iglesia con los donativos y limosnas que se reunían de los vecinos notables de la región.  


(3). - La relación de abadesas que se nombraron desde la fundación hasta nuestros días es la siguiente: 

1798. - Sor María Serafina Manuela. 
1808. - Sor María Susana Josefa. 
1821. - Sor María Ignacia Josefa. 
1823. - Sor María Susana Josefa. 
1827. - Sor María Clara Josefa. 
1825. - Sor María Micaela Josefa. 
1837. - Sol María Trinidad Josefa. 
1838. - Sor María Micaela Josefa. 
1841. - Sor María Magdalena Josefa. 
1844. - Sor María Josefa de Jesús. 
1852. - Sor María Trinidad Josefa. 
1853. - Sor Mariana Josefa. 
1857. - Sor María Trinidad Josefa. 
1858. - Sor María Cayetana Josefa. 
1883. - Sor María Clara Josefa. 
1897. - Sor María Josefa de Jesús. 
1903. - Sor María Paula Josefa. 
1904.. -  
1911. - Sor María de Cristo. 
1923. - Sor María del Sagrado Corazón. 
1945. - Sor María del Angus Day. 
1966. - Sor María Francisca. 

Con motivo de las Leyes de Reforma el 15 de marzo de 1863 fueron exclaustradas siendo abadesa sor María Cayetana y capellán fray Francisco Muñoz. La orden se ejecutó un domingo a las 22:00 h de la noche de la mencionada fecha, por el general Miguel Echegaray quien ordenó se reuniera la comunidad para darle lectura al decreto, la abadesa renovó los votos con toda la comunidad e inmediatamente se ejecutó la orden. Alojándose algunas de ellas con algunos vecinos de la ciudad y otras se repartieron en las poblaciones circunvecinas, un año después se les permitió ocupar el convento, y dos años después volvieron a salir sufriendo un destierro de 15 años en Celaya y a Acámbaro, para volver a erradicarse en Salvatierra viviendo separadamente en casas particulares. 

A principios de 1887 se les devolvió el coro bajo que servía de capilla y una pequeña parte por el lado de la sacristía, que ocuparon hasta el 30 de octubre del mencionado año, que fueron expulsadas por don Manuel A. Romo, jefe político de Salvatierra, lo cual dio origen para que los vecinos de la ciudad hicieran una protesta por los procedimientos que se tomaron en esta ocasión y los comentarios que hicieron los periódicos capitalinos de la voz de México y el Monitor Republicano. Las novicias fueron llevadas a Zirizícuaro, donde profesaron hasta el año de 1890. Trataron de volver, pero en julio de 1914 se retiraron volviendo hasta después del conflicto de 1926, ocupando únicamente la parte correspondiente del capellán. En 1944 expulsados por el jefe de la Oficina Federal de Hacienda, siendo religiosas, la abadesa sor María de Cristo que gobernó muchos años, sor María Isabel, sor María Magdalena, sor María de Lourdes, sor María de la dolorosa, sor María Francisca, sor María Luisa, sor María del Santísimo, sor María de la Paz y sor María Guadalupe, que se refugiaron en Acámbaro en una casa particular que se acondicionó para la vida conventual, que funciona hasta la fecha en la calle de Madero # 592 del mencionado lugar. Por ser el convento de Salvatierra el indicado para volverlo a ocupar el señor cura Ruperto Mendoza, quien tenía el Colegio Morelos, facilitó la llegada de siete religiosas que presidia la abadesa sor María Francisca, se adaptó la capilla y se hicieron algunas obras de reconstrucción en los patios y salones. 

(4). - Cronología de los acontecimientos más notables en los últimos 100 años. 

187 noviembre 30. - El Gobierno de la Federación cedió al Ayuntamiento las huertas de los ex conventos del Carmen y Capuchinas. 
1882, abril. - Recibió en arrendamiento Jesús Soto, procurador del Ayuntamiento, la huerta y quedó a su cuidado el ex convento de Capuchinas. 
1986 julio 6. - El general Porfirio Días, presidente de la República, en virtud de una solicitud del Ayuntamiento de Salvatierra, cedió el exconvento para que se estableciera el Hospital Civil o cualquiera otro establecimiento de beneficencia. por el empeño del ciudadano gobernador del Estado en las gestiones realizadas para establecerlo se nombró hospital "Manuel González". 
1895 febrero 11. - Dionisio Catalán, jefe político del distrito, y por iniciativa de don Pedro Herrera, el Ayuntamiento tomó el acuerdo para la construcción del rastro municipal en la huerta del exconvento. 1896. - Con los donativos de los señores Argomedo, Eusebio González y vecinos del barrio de San Juan, quienes fueron algunos de ellos miembros de la Cofradía del Rosario, que fundó el capellán don Cayetano Muñoz, se decoró y se hizo la construcción de un altar en la capilla que sirvió de coro bajo. Años después la imagen de la Virgen del Rosario se cambió al altar mayor de la iglesia. El padre Núñez fue quien llevó la imagen y promovió el culto y veneración. 1919. - Se cometió un robo sacrílego en el templo; fue sacado del Sagrario y llevado al copón con todas las sagradas hostias que contenía. Este suceso dio lugar a diversos actos en desagravio. 
1921. - El capellán fray Onofre Martínez mandó fundir la campana mayor que se dedicó a Santa María de Guadalupe. 
1940. - Se hizo la decoración y pavimento del templo con la cooperación de los empleados y obreros de la fábrica de La Reforma. 1942. - Construcción del jardín y un kiosco en la Plaza de Capuchinas, que recibió el nombre de jardín Amado Nervo. 
1944 junio 25. - Procedente de Surumútaro, Michoacán, llegó el capellán presbítero Gilberto Farfán, originario de Cerano, Guanajuato. 
1945 noviembre 22. - Con motivo de la celebración del primer centenario de la fundación de la fábrica La Reforma, se coronó la Virgen del Rosario por el excelentísimo reverendo señor obispo de Tacámbaro don Abraham Martínez y Betancourt, en representación del excelentísimo señor arzobispo de Morelia, doctor don Luis María Altamirano y Bulnes. Acompañado del entonces obispo auxiliar de Zamora, Michoacán, doctor don Salvador Martínez Silva, la coronación, fue por iniciativa del capellán Gilberto Farfán y don Florentino Rodríguez, renovándose en esta forma los votos y el patronato que juraron los obreros en 1913, cuando se incendió la antigua fábrica La Reforma, la corona fue en un trabajo artístico que. ejecutó el platero don Epifanio Vázquez de San Miguel Allende y tuvo un costo de 7,500 pesos que liquidaron los señores Arechederra, dueños de la mencionada factoría. 
1946. - Se desocupó la parte del convento donde se encontraba el hospital, que se cambió a su nuevo edificio. Tiempo después se instaló la escuela parroquial que después se nombró Colegio José María Morelos. 
1962 febrero 10 al 17. - Celebración del Segundo Consejo Nacional de la Juventud Obrera Católica, El Noviazgo, fue el tema que se desarrolló en esta memorable reunión que congregó jóvenes de los diversos estados de la República. 
1963. - Los viejos muros de la casa que fue del capellán y que se ocupó para la escuela primaria #2, (capuchinas) fueron demolidos, pavimentándose un año después en las obras que se realizaron dentro del Plan Guanajuato. 


1970, septiembre, 7. - Con motivo de la visita a esta ciudad de los miembros del comité de ciudades hermanas del vecino país del norte, la Plaza de Capuchinas se nombró Plaza de la Hermandad y se organizó una significativa ceremonia. En este lugar, el licenciado Efrén Guerrero Torres, presidente municipal, dio lectura al acuerdo del Ayuntamiento para declararlos huéspedes de honor. Se develó una placa con la siguiente inscripción: "Plaza de la Hermandad Salvatierra-Irwindale, septiembre, 1970." En este lugar se plantó el árbol de la amistad para lo cual los distinguidos huéspedes depositaron la tierra para el simbólico árbol. 

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