sábado, 1 de mayo de 2010

El convento carmelita de San Ángelo, un castillo teresiano para la oración.

En el libro El Castillo Interior, santa Teresa de Jesús escribe en el capítulo I :"es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas." (1 Alusión a Jn 14, 2. )
Fray Andrés de san Miguel, diseñó en 1645 el plano arquitectónico del convento de la Orden de los Carmelitas Descalzos siguiendo una interpretación hermenéutica de la obra mística de la Santa de Ávila. La primera prueba de esa interpretación es la fachada del templo de la Virgen del Carmen de Salvatierra, Gto. Tiene almenas que le dan ese sentido a la lectura arquitectónica, muros altos, contrafuertes y ventanales que no rompen con la sensación propia de las fortalezas de protección donde vivían los reyes europeos, aunque no semeja la opulencia de los castillos de España y Francia.
La traza de la ciudad se hizo de tal manera que las dos puertas, la de la Salud y la de la Oración, dan directamente a la calle que llega a ellas, conocida en la época colonial como la calle de Zavala, que es además la más ancha del trazo original, y que concluye en los jardines del convento.

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