Las lecturas de cada texto de Federico Escobedo abren a la comprensión de J. el proceso social en el que participan los tres estudiosos de la teología y de la Rerum Novarum: Federico Escobedo, Jesús Guisa y Azevedo y José Luz Ojeda.
En un manuscrito autógrafo de los poemas juveniles J. detenidamente leía un poema de Federico Escobedo dedicado al fundador de la Acción Católica de la Juventud Mexicana, el padre jesuíta Bernardo G., de origen belga. El poema era de 1892, escrito en Saltillo, Coahuila. J. revisa los demás poemas cuidadosamente redactados en el album juvenil de Escobedo. Con la letra bien trazada y elegante recuerda las clases de caligrafía de su infancia en la escuela de San Francisco en Salvatierra. Y una emoción temblorosa invade su cuerpo al relacionar la afinidad de los tres filósofos salvaterrenses. La clave esta en la comprensión de la doctrina social de la Iglesia. Escobedo recibe clases del que años después funda la Acción Católica de la Juventud Mexicana incorporando a José Luz Ojeda como presidente en Salvatierra. Jesús Guisa, también de la ACJM en la ciudad de México, donde conoce al "maistrio Cleto" irá, posteriormente a la misma Bélgica a aprender la Enciclica de la Rerum Novarum directamente del Intituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad de Lovaina creada por Mercie para la difusión de la filosofía social de la Iglesia.
Con docilidad franciscana y sapiencia carmelita, los tres disfrutan las vacaciones en campamentos a orillas del Lerma o en las faldas del cerro del Culiacán. Verlos y oirlos en las veladas inspiran a J., a ser como ellos de estudioso y de agradable.
Bajo el sol declinando en la tarde, J., escribe con profundo respeto la biografía de los tres filósofos paisanos suyos. Ya era tiempo pasado en su vida. Los tres fallecieron con una obra escrita monumental y escribe con una lágrima de emciones contradictorias. El dolor de perder y olvidar la identidad cultural de la noble y Leal ciudad de San Andrés de Salvatierra es un riesgo fuerte hoy, piensa. Las nuevas tecnologías de la información atraen la imaginación de la juventud de Salvatierra y olvidan, sino es que menosprecian a la poesía litúrgica y la prosa social catílica de los admirados teólogos y filósofos neotomistas nacidos de los vientres de las fieles y devotas madres salvaterrenses. La ventaja de la identidad cultural de Salvatierra esta en verla en vivo, en original y hacer que elojóven y el niño disfrute más lo real que las fantasías de lo virtual. Y el enorme placer de leer el original de la letra de Escobedo fortalece el sentido de su busqueda por el ser cultural que le da vida y entusiasmo. Y Escribe de ellos como si fueran los tres filósofos de la Grecia antigua. Por ellos Salvatierra es la Atenas del Bajío mexicano.
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