El sueño del cronista Luis Castillo

Comentarios desde la Tribuna, por Luis Castillo Pérez

Presentamos el artículo de opinión publicado el 30 de septiembre de 1994 en el periódico “la tribuna”, dirigido por Joel Carreño Sámano, en el número 55.

“Los sueños, sueños son” dice un viejo refrán y es muy cierto, la mayoría de lo que sueños se desvanecen en cuanto despertamos, perdiéndose pronto en un total olvido, sin embargo, los hay que nos dejan una especial impresión, tal fue el que tuve recientemente.
Había estado viendo el noticiero de la tele en el que se daba cuenta de la gira del Presidente de la República por varios de nuestros estados y el sinnúmero de obras que fueron inauguradas, esto se grabó en mi subconsciente y fue tal vez el motivo de mi sueño; ya en este, de pronto me encontré frente a la presidencia municipal dentro de un numeroso grupo de personas de todos los sectores de nuestra comunidad, pero lo sorprendente fue que empecé a reconocer personas que yo consideraba ya en la eternidad: Vicente Soriano, Ricardo Loé, Fulgencio López, Chucho Ramírez, Pancho Franco, Enrique Ayala, el doctor Zárate, el ingeniero Cartas, Panchito Romero, Chucho Rosas y varios más, y todos ellos platicando muy amigablemente con todos los demás concurrentes. En el quiosco daba una magnífica audición la banda Santa Cecilia, bajo la dirección del maestro José Isabel Sosa, ¡de pronto! en el pórtico del ayuntamiento se hizo presente nuestro Presidente Municipal y saludando a todos de mano a todos los presentes nos invitó a acompañarlo en el recorrido de la superación.
Cortando un listón azul tendido entre dos de los laureles, dio paso a la inauguración del nuevo pavimento del jardín, baldosones rojos y blancos simulaban un hermoso petatillo; en la esquina de Juárez y 16 de Septiembre abrió una válvula de paso que hizo brotar el agua en los vertederos, los hidrantes que en su estilo original se habían reconstruido en las cuatro esquinas del jardín.
De ahí pasamos a lo que había sido el hotel Guerrero en donde se inauguro la nueva Posada de Guadalupe, flamante en su total reconstrucción; continuó la comitiva hasta la Reforma en la que se pasó a visitar las ampliaciones y moderna maquinaria de las nuevas factorías: Vitos, Escorpio y Alta Lana que proporcionaban ocupación a más de 2500 operarios, los problemas habían quedado totalmente terminados y se trabajaba en completa armonía; de ahí nos dirigimos al molino de San Juan en el que se estrenaba maquinaria moderna para la fabrica de aceite, y se reinauguraba el molino de harinas, aquí también fue sorpresivo que nos recibieran Rosalío Lira, Sebastián Rocha, Rafael Calderón y el popular don Chemita, nos dirigimos luego a la plazuela del barrio, frente a la cual y en medio de un huerto de manzanas, se inauguró una hermosa escuela que llevaba el nombre del doctor Benito Soriano, el más destacado jefe político de nuestra ciudad nacido en este barrio; otra sorpresa más, las maestras eran Cuquita Vera, Catalina Juárez, María y Trini Espino y María Fuentes, el kínder lo atendería la maestra María García; bajamos por la calle Guerrero y atestiguamos la inauguración del amplio y funcional mesanine del mercado Hidalgo que había permitido subir buena parte de los comercios y dejaba mucha amplitud a la planta baja; la comitiva continuó hacía la rinconada del Carmen en donde se reinauguro la hermosa fuente de la fundación de la ciudad al abrir el Presidente Municiapal una válvula de paso, brotó de los hocicos de las cuatro cabezas de perro que servían de surtidores de la cristalina agua, escuchándose a la vez un atronador aplauso de todos los presentes; la comitiva se por el pasaje hasta el mal llamado Auditorio, la cancha de básquetbol había desaparecido y en su lugar se admiraba un bello jardín, los arcos del claustro estaban cubiertos con panales de cristal y en su interior se inauguró la segunda y bien abastecida biblioteca con cerca de 10 mil volúmenes para servicio de nuestra juventud estudiosa, se había designado como bibliotecaria a la maestra María Isabel Álvarez López; la comitiva continuó hacia la calle de Juárez para inaugurar en el antiguo edificio de Rentas, total y bellamente reconstruido, el museo de la ciudad y el archivo histórico.
Cabe señalar que un grupo de agraciadas edecanes, atendió a la comitiva en todos los sitios que fueron visitados y, cuando estábamos por abordar los microbuses del recorrido para dirigirnos a las remodeladas unidades deportivas, la luminosidad de un intenso relámpago seguido de un atronador rayo, me despertó sobresaltado, pasaron algunos minutos antes de convencerme de que todo sólo había sido un hermoso SUEÑO.