sábado, 3 de julio de 2010

La arquitectura religiosa de la visión intelectual de santa Teresa de Jesús en Salvatierra, Gto.

La visión intelectual de la que escribe santa Teresa de Jesús en su libro "El Castillo Interior" es una experiencia de comunicación con Dios donde no aparece ninguna imagen sino solo una voz que hace entender el mensaje. Sin embargo, llegar a tener esta visión es un milagro que no depende de la oración constante, pero que si es requerida la oración para poder sentir la visión intelectual.
Santa Teresa advierte que no puede uno estar dependiendo de estar esperando que llegue la visión, sino que se deben de ocupar de los trabajos materiales y de la meditación de la Pasión y vida de Jesús.
La fotografía del relicario de Cristo nos representa el sentido espiritual de la obra espiritual las "Moradas" de santa Teresa, pues esta construído como obra arquitectónica que se presenta a manera de forma visible al orante para conducirlo a la meditación sobre el significado espiritual y cultural de la misión de Cristo en el mundo.
En la pechina izquierda de la cúpula del camarín está la pintura de una escena de la Sagrada Familia, san José trabajando de carpintero, el niño Jesús jugando con unos pollitos, la Virgen María haciendo hilo en un huso, y santa Teresa esta representada en la pintura más como meditando la escena que tiene frente a los ojos una cruz compuesta de tres hostias, que se pueden interpretar como la Trinidad.
LA pintura es una composición artística donde Teresa de Jesús medita la infancia de Jesús.

La pechina derecha de la cúpula del camarín de Cristo tiene la escena de la Purificación de niño Jesús, María y José están frente al Sacerdote que tiene en sus brazos a Jesús.
La pintura tiene a otra figura de espaldas que está contemplando el pasaje de la Purificación, lo que en el calendario religioso es conocido como el día de la Candelaria.
El sentido intelectual del camarín diseñado por fray Andrés de San Miguel es una manera iconica de analogía de la arquitectura con el capítulo siete, apartado seis del libro del "Castillo Interior" de santa Teresa, que dice:

"6. También les parecerá a algunas almas que no pueden pensar en la Pasión; pues menos podrán en la sacratísima Virgen, ni en la vida de los Santos, que tan gran provecho y aliento nos da su memoria. Yo no puedo pensar en qué piensan; porque, apartados de todo lo corpóreo, para espíritus angélicos es estar siempre abrasados en amor, que no para los que vivimos en cuerpo mortal, que es menester trate y piense y se acompañe de los que, teniéndole, hicieron tan grandes hazañas por Dios; cuánto más apartarse de industria de todo nuestro bien y remedio que es la sacratísima Humanidad de nuestro Señor Jesucristo. Y no puedo creer que lo hacen, sino que no se entienden, y así harán daño a sí y a los otros. Al menos yo les aseguro que no entren a estas dos moradas postreras; porque si pierden la guía, que es el buen Jesús, no acertarán el camino; harto será si se están en las demás con seguridad. Porque el mismo Señor dice que es camino; también dice el Señor que es luz, y que no puede ninguno ir al Padre sino por El; y "quien me ve a mí ve a mi Padre". Dirán que se da otro sentido a estas palabras. Yo no sé esotros sentidos; con éste que siempre siente mi alma ser verdad, me ha ido muy bien."

La conclusión final es de suma importancia, pues Teresa de Jesús se refiere directamente a la contemplación física, corpórea de un crucifijo para sentir estar viendo a Cristo y llega, entonces, al Padre.
Fray Andrés de San Miguel, como estudioso que era de la Santa de Ávila siguió simplemente su instrucción, diseñar un lugar para tener un meditación que conduzca a la visión intelectual de percibir a Dios hablando con su representación iconica, al alma del devoto.

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