jueves, 9 de noviembre de 2023

Historia Civil y Eclesiástica de Salvatierra, Gto., por Vicente Ruiz Arias. (Capítulo #2, transcripción)

Historia Civil y Eclesiástica de Salvatierra, Gto., por Vicente Ruiz Arias

por la transcripción Pascual Zárate Avila


San Francisco

La primera iglesia parroquial



1. - Iglesia que edificaron los franciscanos.

                Los primeros trabajos para la erección del curato.

2. - El señor obispo Ramírez de Prado.
4. - Las primeras visitas parroquiales.
5. - La vicaria de San Nicolas de los Agustinos.
6.- Guardianes, vicarios jueces eclesiásticos del Partido de Salvatierra.

1. - En una memoria de 1626 que consigna el padre Espinosa cronista de la provincia menciona la Guardería de Guatzindeo y en otros documentos se refieren al Convento de San Buenaventura que corresponde a la misma doctrina que edificaron los franciscanos en el paraje de Chochones, congregación que a partir de 1630 el alcalde mayor de la villa de Celaya nombró teniente, y se presentaron varias iniciativas para que se le reconociera una categoría política, por lo que ya era muy común que le nombraran el Pueblito. 

En el aspecto eclesiástico también se tomaron algunas providencias. En vista que las necesidades de la congregación iban en aumento y se dependía de la parroquia de Acámbaro, los labradores del valle solicitaron la erección de la parroquia. Sin embargo, se presentaron varios obstáculos que se llevó tiempo en resolver. 

El año de 1634 fray Francisco de Rivera, obispo de Michoacán, decretó un edicto de visita que contenía las primeras ordenanzas para reglamentar la disciplina del clero y la administración de los sacramentos. Estas disposiciones eran claras y precisas. Entre otras cosas mandaba y ordenaba que todos los curas y beneficiados administraran los sacramentos con el cuidado y solicitud que por derecho son obligados.

"Para que siempre los feligreses reconozcan su parroquia y cabecera de sus partidas mandamos que en ninguna ermita, ni capilla de las estancias, ni hacienda, se pueda administrar, ni administre el santo sacramento del bautismo con solemnidad, sino fuere en las que tuvieran nombre de parroquia."

"Mandamos que los altares se hagan y edifiquen en proporción igual con los frontales, advirtiendo que la desigualdad es fealdad e indecencia."

 Con lo anterior es suficiente para llegar a la conclusión que la antigua capilla no se ajustaba a los ordenamientos para llevarla a la categoría de parroquia. Sin embargo, en la visita pastoral del señor obispo Rivera, estableció el 6 de diciembre de 1635, la Cofradía de Ánimas y del Santísimo Sacramento, esto quiere decir que se iniciaron los trabajos para cubrir los requisitos que establecían las ordenanzas, pero a partir de esta época, los documentos ya mencionan la iglesia parroquial, aun cuando no tenía licencia ni los útiles necesarios para ejercer el ministerio. 

El mayor obstáculo que se presentó fue la necesidad de construir una nueva iglesia amplia y capaz para la celebración de los oficios divinos, por lo que el 13 de junio de 1638, ante don Luis Otero, teniente de alcalde mayor, compareció don Juan Gómez Bermejo, quien tenía una sala nueva en un sitio de 28 varas de largo, frente a la iglesia vieja y para la nueva edificación convino con don Alonso de Arenas y Ray, entregar a los religiosos la dicha sala y solar a cambio de las ruinas de la iglesia vieja, más 200 pesos oro común. En este tiempo era fray Cristóbal Vaz, ministro provincial y fray Antonio Orta, guardián del mencionado convento. El solar donde se edificó esta segunda iglesia, corresponde a las ruinas que están atrás del templo de San Antonio, donde se encuentran algunos vestigios de aquella construcción. 

En un acuerdo tomado el 28 de diciembre de 1638 por los hermanos de la Cofradía del Santísimo Sacramento, declaraban que en el pueblo de San Andrés Chochones ya tenía iglesia nueva en la que celebraban el santo sacrificio de la Misa. Esto quiere decir que en 6 meses se había levantado la construcción por lo que seguramente se dedicó el 30 de noviembre de 1638, fecha que corresponde a la festividad del patrono titular del pueblo.

En esta iglesia se celebró la Misa de Acción de Gracias en abril de 1644, con motivo de la fundación de la ciudad, y fue años después cuando los franciscanos vendieron a los hermanos de la Tercera Orden el sitio para edificar el templo de San Antonio. 

El actual templo y convento de San Buenaventura se edificó en varios solares que entregó don Juan Izquierdo en calidad de donativo, y tenía por linderos: por una parte, hasta donde se edificó el puente y la margen derecha del río, y otra daba a Gerónima de León, que fue parte de una merced que recibió del Justicia y Regimiento de la ciudad. 

La construcción de este convento fue el resultado de una serie de presiones que tuvieron los franciscanos por parte de los comisionados del virrey, quienes tenían instrucción precisa para que solicitaran la licencia de fundación de los conventos que se encontrarán, en particular a los franciscanos por haberse establecido en tiempos anteriores a la fundación de la ciudad. En este sentido las ordenanzas eran claras y establecían que las iglesias y monasterios que se fundaran sin licencia del Rey serían demolidos. Además, los Carmelitas estaban edificando su convento de grandes proporciones por lo que los franciscanos tomaron la decisión de iniciar la construcción, sobre todo la iglesia para los servicios parroquiales.

Mientras se reunían los donativos de las personas piadosas que se comprometieron entregar 500 pesos oro común; don Manuel Gómez, sindico del convento de San Francisco, parroquia de esta ciudad, solicitó el 1 de enero de 1657 al Justicia y Regimiento de la ciudad le diera una calera para edificar la iglesia,, y un asiento de tierras para que pudieran vivir los sirvientes necesarios del referido convento en un lugar próximo del puerto por el camino antiguo a Celaya, y cuatro caballerías de tierra junto al arroyo de Tarimoro, y el mencionado puerto. Con motivo de esta solicitud el Cabildo otorgó la merced, contribuyendo en esta forma en la edificación material y espiritual de la iglesia de San Francisco, pero bajo ciertas condiciones como lo manifiesta el documento respectivo. 

"En la ciudad de Salvatierra, a 2 días de enero de 1657 años, ante los señores Justicia y Regimiento se leyó esta petición que presentó el contenido en ella y vista por esta ciudad. Dice que en conformidad el título Real de su fundación hacia merced al dicho convento del sitio de calera y caballerías de tierra para los sirvientes, con cargo de que el convento de San Francisco de esta ciudad y el padre guardián, que queden obligados a hacer la fiesta del glorioso apóstol San Andrés, patrón de esta ciudad cada año perpetuamente, diciendo la misa cantada, sermón y procesión poniendo la cera necesaria, que si no pudieran tener propios, que de esto que es que será sujeto a cumplir lo referido aunque pase a cualquier tercero o pueda en efecto de ello volverse a poner y que se le de posesión y testimonio para que su excelencia siendo servido lo confirme y que de las semillas que se cogieren se saque el dinero y alcabalas y lo firmaron: Pedro de Vucero y Noboa. Agustín Carranza Salcedo, Fernando Luis Saavedra, Nicolás de Salazar."

El día siguiente, don Agustín de Carranza y Salcedo, alguacil mayor de la ciudad, dio posesión en favor de los religiosos del convento de San Francisco de la mencionada calera y cuatro caballerías de tierra. en las tierras del portezuelo que viene de la ciudad de Celaya a la de Salvatierra, pasando el arroyo de Tarimoro a la parte del norte y hacia el poniente en donde estaban unos jacalillos donde vivían unos indios y tenían un horno de quemar cal. Esta merced la confirmó el 16 de abril de 1657, el Duque de Alburquerque, virrey de la Nueva España. (Archivo general de la nación. Mercedes Volumen 52. fojas 18 y 19). 

El fraile Antonio García, guardián del convento de Salvatierra presentó, en forma de petición firmada por 32 vecinos de Salvatierra, manifestando que se obligarían a ser patronos y como tales fabricar un templo de cal y canto en el convento de nuestro padre San Francisco, en el transcurso de 8 años. Con lo anterior, el padre provincial fray Pedro de Armas presentó el asunto al Definitorio, quien concedió la licencia y aprobación el 7 de mayo de 1659. La obra material se terminó muchos años después, posiblemente en 1720. Esta iglesia funcionó con el carácter de parroquia hasta la secularización en 1767.

(2). - Fue el ilustrísimo señor fray Marcos Ramírez de Prado, quien logró consumar muchas iniciativas de su antecesor, estando de visita el 6 de enero de 1642 en la villa de Salamanca, celebró un Sínodo Diocesano, estableciendo 24 reglas o constituciones, las cuales se decretaron para que en todo el obispado se registraran en el Libro de Visitas y Ordenanzas, convocando a todos los clérigos en los distritos de las guardianías y prioratos para que fuera de su conocimiento y se aplicara en su jurisdicción. 

Se hizo un traslado y se solicitó la aprobación del Rey de España, quien dio su parecer en Zaragoza el 18 de noviembre de 1643. Refiere el documento: "Por cuánto en mi Consejo Real de las Indias se han presentado las Ordenanzas que don fray Marcos Ramírez de Prado hizo para el Gobierno de su Obispado a todos los beneficiados curas y vicario." "Por cuanto al servicio de Dios nuestro Señor y cumpliendo de las grandes obligaciones."... "Conviene entablar algunas cosas, reformar abusos de otras y ordenar en todo lo que a nuestro corto entender más sea de tu Santa voluntad." 

"Que para la buena administración de sus beneficios y enseñanzas de doctrinas guarden y observen con toda puntualidad y obediencia a las Ordenanzas, así como las que se hicieron en ocasión de visita que hizo el ilustrísimo señor don fray Francisco de Rivera." 

Y habiendo visto el Consejo de Indias y el dictamen del fiscal aprobó y confirmó las Ordenanzas y encargó a los prelados los ejecuten y guarden en bien común de los súbditos del Obispado de Michoacán. 

(3). - Como resultado de los trabajos iniciales por los labradores del Valle de Guatzindeo que se ajustaban a las ordenanzas decretadas y el interés del señor obispo Ramírez Prado, se erigió el curato el año de 1643, recibiendo el guardián el nombramiento de cura ministro de doctrina con facultades de llevar registro de partidas de bautismo, casamientos y entierros. Su partido lo integraba los pueblos de Tarimoro, Urireo, Eménguaro y todas las haciendas y rancherías situadas desde el cerro de Culiacán siguiendo la ribera del río hasta Chamácuaro, continuando por Parácuaro y la cordillera de Los Agustinos. El primer cura ministro de doctrina fue el padre fray Diego Díaz y vicarios coadjutores: fray Juan de Rojas, fray Manuel del M. y fray Diego Pacheco. 

El 6 de febrero de 1643 se asentó la primera partida de bautismo en el libro de registro de mulatos indios y negros (1643-1653).

Por las circunstancias de la época y previsto en las reglas se suscitaron algunos detalles que merecen algunos comentarios. Los feligreses de los pueblos y rancherías se componían de indios otomíes y tarascos que no entendían el idioma castellano y algunos religiosos que no entendían aquellas lenguas, acostumbraban a confesar con un intérprete, no reparando el daño que causaba no guardar aquel secreto, por esta razón se les obligó en un plazo no mayor de un año, que aprendieran la lengua materna de su partido, con pena de 100 pesos a quien no lo hiciere, los cuales se aplicarían para los gastos de guerra de su majestad contra los infieles y si por rebeldía no lo hacían, quedarían cesados de su ministerio.

Antes de iniciarse aquella cuaresma se levantó un padrón de todos los feligreses del partido, mencionando su condición y la calidad de cada uno, remitiendo esta información certificada de como todos habían cumplido con las obligaciones con la Santa Madre Iglesia, con las instrucciones que si alguno faltaba para confesarse sería llamado y citado con tiempo. Si no comparecía no importara fuera español, mestizo, negro o mulato, los declararían por públicos excomulgados.

Una situación que el párroco combatió mucho desde el púlpito fue los robos de materiales entre los vecinos, porque debemos de recordar que el año de 1644 fue la fundación de la ciudad, y con el reparto de solares que estaban entregando, la demanda de materiales de construcción aumentó y se presentaron querellas para estos abusos. La que dio lugar a mayores comentarios fue el robo de unos morillos, tezamaniles y quembas que tenía en su casa don Agustín Carranza y Salcedo, porque su familia residía en Valladolid y con frecuencia se ausentaban de la ciudad. A estos antecedentes le agregamos que muchos caminantes forasteros que visitaban la ciudad, llegaban a la iglesia donde se ponían cómodos en el suelo para dormir, y no faltó alguno que se llevara el agua bendita, por lo que se determinó ponerles a las puertas cerraduras y en esta forma cuidar del buen trato y decencia de la parroquia. 


Para la celebración de la Misa se visitaban los pueblos una vez al mes o cuándo correspondía a la festividad del patrono. Ya en estos tiempos en Urireo celebraban el 15 de agosto en honor de la Purísima Concepción patrona del hospital de los naturales y años después le dieron la advocación de la Asunción.

(4). - La visita del señor obispo Ramírez de Prado fue hasta el año de 1645, debido a causas ajenas a su voluntad. En el año de 1643 por una peste que azotó a la Nueva España, -quizás la más destructora que tuvo el país desde la conquista, y fue en la provincia de Michoacán donde causó mayores daños-, el padre Larrea testigo ocular dice: "De 6 partes de indios murieron las 5 en esta provincia, reduciéndose su multitud a tan poca gente, que a cada paso se ven las ruinas y cimientos de poblaciones muy grandes que fueron ayer y hoy no son." 

Esta peste fue la causa por lo que el pueblo viejo de Guatzindeo se encontraba despoblado en el año de la fundación de la ciudad de Salvatierra. 40 años antes también había desaparecido, pero fue obra del corregidor de Yuriria y de los labradores del valle, con motivo de las ordenanzas que se promulgaron para acabar con los pueblos inútiles a sus cabeceras. 

En estas circunstancias el señor obispo de Michoacán, se entregó en toda su capacidad y fuerzas para auxiliar a los feligreses, improvisando hospitales y administrando personalmente los sacramentos y, en 1644, celebró un Segundo Sínodo Diocesano. 

La primera visita pastoral que se practicó en la iglesia parroquial fue en el año de la fundación de la ciudad. Refiere el auto: 

"En18 de junio de 1644 años visitando este convento de Guatzindeo. maestro reverendo padre fray Andrés de Medrano, prior comisario del Santo Oficio y maestro provincial de esta santa provincia de Michoacán, vio su padre este libro donde se asientan los bautismos de los naturales de esta jurisdicción, que le halló su padre conforme a lo ordenado y dispuesto por el Concilio Tridentino y por conformidad lo firmó. - fray Andrés de Medrano, provincial, ante mí por Josep de la Cruz, secretario." 

Según se desprende de este documento, esta visita no fue tan importante como sucedió el año siguiente. El domingo 4 de diciembre de 1645 refiere el auto que: "fray Marcos Ramírez de Prado, obispo de Michoacán, en su visita general a la administración y doctrina de los religiosos de la orden de nuestro seráfico padre San Francisco, en donde lo recibió el reverendo padre fray Francisco Cárdenas, definidor de la provincia, por enfermedad del padre fray Domingo de Villabuenas, guardián cura ministro de doctrina y su partido..." celebró confirmaciones y al pueblo junto y congregado le concedió 40 días de indulgencias y después se recogió a descansar a las casas de Juan Izquierdo.". - Estas casas se encontraban en el sitio que actualmente ocupa el convento de San Francisco y otras casas situadas junto al molino de la ciudad formaban el barrio antiguo nombrado San Buenaventura. 

El día siguiente después de haber celebrado Misa, revisó los libros parroquiales, así como los registros de las cofradías del Santo Sacramento, la Limpia Concepción, Ánimas del Purgatorio y el libro de cuentas del hospital del pueblo de Eménguaro. 

(5). - Como los vecinos del Valle de Guatzindeo reconocían a la parroquia de Salvatierra como su cabecera por la gran influencia que tuvieron los franciscanos y estar dentro de la jurisdicción política de Salvatierra, el señor Ramírez de Prado, obispo de Michoacán, erigió la vicaría o ayuda de parroquia de San Nicolás de los Agustinos el año de 1661, siendo el primer vicario fray Juan Ramírez de la orden de la provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, la vicaría quedó dentro del Partido de Salvatierra, después de la secularización del curato se agregó a la parroquia de Yuriria.




Los pueblos y rancherías que reconocieron esta administración según datos estadísticos del primer libro de bautismo correspondiente a los años de 1661 fueron los siguientes. 

Hacienda de San Nicolás 92 (esclavos 1) 

Pueblos 
    Tiristarán  89 
    Guatzindeo 16 
    Tarimoro 1
    Maravatío 64 
    Santa María 2 
Hacienda
    Culiacán 32 
    (españoles 5) 
    El Carmen 2
    Caracheo 29 
    Haciendo de Rafael Hernández 3 
Ranchos 
    Virgen de los Remedios 4 
    La Barranca 1
    La Cruz 9
    Tupátaro 5 
    Jaral 3
    La venta 1
    Cerro Gordo. (español 3)
    Sirimutaro 1
    Damián del oro 1
    Taramalacheo 1 
    Estancia de San Jorge 2 
    Estancia de Lorenzo Calderón 1 

Labores, estancias y molinos 
labor de Esteban Varela 14
Molino de doña Leonor Núñez de Parado (San Pedro 11) 
labor de Pedro Mercado 15 
labor de Miguel Pérez
labor de Miguel Piña 10
labor de Francisco Castañeda 3 
labor de la Quemada 33
labor de Bernabé de N. 2 
labor de Nicolás Zandi 1 
labor de Juan Guerra 6 
labor de Juan Miguel 1 
labor de Juan Raya 4 
labor de Miguel Gerónimo 1 
labor de Santa Teresa 11 
labor de Guatzindeo 2 
labor de Rincón 11 
labor de Lorenzo Calderón 4
labor de Antonio Ramos 20, (Santo Tomás) 
labor de Luis Muñoz 1
labor de Salvador Hernández, 12
labor de Pedro Mercado 11
labor de Nicolás Zurita 3 
labor de Oro 3. labor de Palo Blanco (Pascual de Almodorra) 63
labor de Bartolomé Hernández 2 
labor de Maravatío 23
labor de Santiago (Capitiro 9)
labor de (españoles 2)
labor de Villagómez 1 
labor de Leonor Hernández 1 
labor de Carmen 4 
labor de Zapote 5
labor de la Concepción 40 
labor de Ramos 3 
labor de las Presas 4 
labor de los Molinos 2 
labor de Ojo Zarco 8
labor de la Huerta 9
labor de la Zanja 2.

Indios Vagos 

En un auto de visita del 21 de junio de 1680 por el señor obispo don Francisco de Aguiar y Seijas, siendo padre prior fray Gregorio de Figueroa, ministro de doctrina, nos permite tener una ligera idea de las condiciones que se encontraba la vicaría. (San Nicolás de los Agustinos) 

En aquella época la iglesia correspondía a la capilla antigua que tenía el sagrario, la pila bautismal y los altares en buena disposición y estaba en construcción la nueva iglesia, que por el momento no tengo noticias de cuando se dedicó. 

Tenían la Cofradía de Nuestra Señora de los Remedios fundada por los naturales y mestizos de dicho pueblo. Es importante aclarar que los indios que vivían en los extramuros de la hacienda de San Nicolás formaban una ranchería nombrada de la Virgen de los Remedios, más conocida por el pueblo de San Nicolás, y la capilla que levantaron es la que se encuentra paralela a la nave mayor de la iglesia parroquial. Los indios que vivían en la hacienda eran peones a castillados que tenían otra forma de vida por estar al servicio exclusivo de los religiosos. Más de esta cofradía que mencionaba estaba fundada la de Animas. que la formaban principalmente españoles criollos. 

Esta vicaría disponía de muchos recursos económicos por varias capellanías y bienes que representaba una cuantiosa fortuna. Los religiosos agustinos de Yuriria habían entregado esta hacienda a la Provincia y se componía lo que después fueron las tierras de la labor de San Pedro; la huerta grande que tenía por linderos al norte el río Lerma, al oriente el pueblo de Guatzindeo y la hacienda de Santo Tomás, al sur la hacienda de Maravatío, cerca de por medio con el Camino Real y al poniente el Arroyo de los Sauces y la Loma de Zempoala, esto sin contar otras labores de importancia que estuvieron sujetas a una composición según el acuerdo que tomaron el 8 de septiembre de 1744, con el reverendo padre Manuel José de Cuevas del convento de Yuriria. Y por acuerdo del Definitorio del 1 de noviembre del mismo año se presentó el padre Felipe de Urbiola, visitador de la provincia para tratar sobre la división de las tierras pertenecientes al convento de Yuriria y a la vicaría y doctrina de San Nicolás. Ajustándose el acuerdo aprobado, señaló la parte sur la cerca y rincón llamado de las mulas para el convento de Yuriria, así como la hacienda del trigo de riego nombrada San Javier, el sitio de la Joya, Bichameo, en términos de la jurisdicción del Valle Santiago. Tratar de mencionar los bienes que administraron lo religioso sería largo y cansado, fuera del objetivo trazado en el presente estudio. 

Para terminar y se tenga una idea de la importancia que representaba para el Obispado de Michoacán, producían granos para la harina de trigo y procesaban uvas para el vino de consagrar para cubrir todas las necesidades de las parroquias del obispado, y tenían excedentes de producción para llevar a las minas de Guanajuato y la capital del virreinato. 

(6). - Guardianes del convento de San Francisco, ministros de doctrina, vicarios coadjutores, tenientes de cura y jueces eclesiásticos del partido de la ciudad de Salvatierra, desde la erección del curato hasta la secularización del mismo: 

1643-- Fray Diego Díaz 
1644-- Fray Sebastián del Olmo 
1645-- Fray Domingo de Villabuena 
1646, 47-- Fray Francisco Martínez 
1648-- Fray Luis de Baños 
1649, 50-- Fray Juan Guerrero 
1651-- Fray Diego de Santa María 
1654-- Fray Juan Muñoz y Sanabria 
1655, 56-- Fray José de la Cruz 
1657 -- Fray Juan de Aguilar 
1658-- Fray Alonso Arroyo de Monroy 
1659, 60-- Fray Antonio García Salgado 
1661-- Fray Diego de San Antonio 
1662, 64-- Fray Juan Leal 
1665-- Fray Jerónimo de Florencia 
1666-- Fray José E. Guevara 
1667-- Fray Juan Gutiérrez 
1668-- Fray Gerónimo de Florencia 
1609-- Fray Gerónimo de Urrueta 
1670-- Fray Diego Arias 
1671, 73-- Fray Gerónimo de Urrueta.  
1674-- Fray Juan de Medrano 
1675-- Fray Juan de Morales 
1675, 76-- Fray Domingo Guerrero 
1677-- Fray Domingo de Arias 
1677, 78-- Fray Juan de Medrano 
1679, 81-- Fray Roque Romero Pérez 
1682, 85-- Fray Pedro de Ojeda 
1686, 97-- Fray Pedro de Aguirre 
1697-- Fray Antonio Parente 
1698, 1720-- Fray José Méndez 
1720-- Fray Jerónimo de Tavera 
1721, 25-- Fray Nicolás de Baltasar 
1726-- Fray Fernando Río 
1727-- Fray Pedro Tamayo 
1728, 30-- Fray Nicolás de Salazar 
1731-- Fray Francisco Javier López 
1732, 33,-- Fray Antonio Núñez 
1734, 43-- Fray Agustín de Fonseca 
1743, 47-- Fray Diego Montero 
1747-- Fray Antonio Araujo 
1748, 51-- Ray Miguel Velázquez 
1752, 61-- Fray Miguel Velázquez 
1761, 67-- Fray Antonio Montaño



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