La novedad en las redes sociales de Facebook de los creadores de Salvatierra, es la difusión de vídeos sobre la redacción de la primer acta del cabildo de la ciudad el 1 de abril de 1644, vídeos que tienen una ambientación de la narración del episodio con una secuencia de imágenes sobre los edificios novohispanas que incluyen actores vestidos como españoles.
La creación está motivada por los principios del programa de Ciudades Educadoras, una teoría de educación social que promueve los derechos culturales de los pueblos para aprender de la ciudad, por la ciudad y para la ciudad.
El promotor de ese deber cultural es el presidente interino, Enrique Villagómez Cortés, quien desde una década antes tenía el proyecto de realizar en el municipio de Salvatierra los principios de la Carta de Ciudades Educadoras.
La ideas que provocan los vídeos son de interrogación, son un planteamiento de apertura abierta al reconocimiento del origen de la mexicanidad, el mestizaje de la identidad mexicana, lo que fue un sueño para José Vasconcelos y Jesús Guisa y Azevedo, apreciar el legado cultural español como componente esencial de la mexicanidad.
El establecimiento de la versión novohispana de la fundación de la entonces llamada San Andrés de Salvatierra es completamente legítima, dado que es un tesoro patrimonial tener los datos primarios en los documentos que se conservan de ese acto histórico.
Lo interesante de este comienzo del programa oficial de política educativa municipal de Ciudades Educadoras es su carácter provocativo para comprender sin prejuicios: cómo inició la ciudad y cómo devino a su actualidad, una actualidad que tiene estos rasgos originales, propios, particulares y únicos. Es su huella histórico cultural.
La conclusión es que vamos a conocer de la resistencia de los intelectuales salvaterrenses del siglo pasado, quienes se negaron a renegar del origen compartido de lo español y lo indígena, como en su momento promovieron las políticas culturales y educativas del nacionalismo de la Independencia, de la Reforma Liberal, de la Revolución Mexicana y los gobiernos postrevolucionarios.
Lo que estamos viendo en Facebook en los vídeos de política cultural municipal es el cumplimiento del sueño vasconcelistas de darle a la cultura española el aprecio que se merece como parte indisoluble de los componentes originarios de la mexicanidad.
En las siguientes semanas esperemos que el interés ciudadano de intelectuales se exprese en torno al planteamiento del tema que perenne, ¿Cuándo comenzamos a ser una localidad que se reprodujo y sobrevivió con rasgos propios que la hicieron diferente dentro de la comprensión de la mexicanidad?
Gracias por leer
Pascual Zárate Avila
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