miércoles, 13 de agosto de 2008

La Cruz de Tepic, canto de Landívar traducido en verso castellano.

He descrito, hasta aquí, las sementeras
que florecen en medio de los lagos. ,
y del fiero Jorullo las hogueras
que van sembrando por doquiera estragos. ,
y los arroyos vagos
que bajan de las cumbres altaneras.
Como, también, solícito os he dado
reteñidos de grama en los colores
espléndidos cendales; y admirado
las casas en que moran los castores. ,
y los ricos metales
arrancados a duros peñascales.
Y he, con afán, sacado. ,
también, la dulce miel de los cañaverales. ,
y dado a conocer las condiciones
que adornan del ganado
a las varias e innumeras legiones. ,
y haciendo por los valles y colinas
diversas excursiones. ,
me he detenido a percibir los sones
que levantan las fuentes cantarinas. ,
y, con agudas flechas. ,
corrido he tras las fieras montesinas. ,
he oído las endechas
de las aves canoras
que, en bandadas, se esparcen voladoras. ,
y, por fin, del cuitado
corazón reprimir el sufrimiento
con juegos he logrado. ,
que producen solaz y esparcimiento.
Mas, ahora, haciendo a un lado
todo esto, y nuevo rumbo al pensamiento
dándole; conmovido
voy a cantar del sacro monumento
del mundo redimido. ,
al que sagás Natura
quiso dejar oculto y escondido
en mitad de una plácida llanura. ,
y, con el fin de que tan alta idea
por otra innoble no turbada sea. ,
ni de la Cruz el tema soberano
mancillado se vea
por el acento de cantar profano. ,
pronto, musas hermanas. ,
os ruego que de aquí partáis livianas. ,
enderezando el paso
a las soberbias cumbres del Parnaso.
Y silencio guarde. ,
también, se ordene al délfico adivino. ,
porque no haga de oráculos alarde. ,
el furor emulando sibilino. ,
ni pulse ya la cítara elocuente. ,
y haga callar de las Castalia fuente
las ondas que resuenan de continuo.
Tu, Sapiencia Eminente. ,
que procedes del Padre Omnipotente
y vas, sin que ninguno te lo estorbe. ,
con mano providente
jugando de la tierra por el orbe. ,
y con leyes eternas. ,
que de Ti hubieron el primer impulso. ,
todo el mundo gobiernas con tu solo pulso. ,
que tu diestra potente
favorezca a la mía. ,
mientras pulsando va, con osadía. ,
el lírico instrumento. ,
con que celebre el sacro monumento. ,
que da a Tepic perenne nombradía.
Tendida sobre inmenso continente. ,
América potente
su territorio ensancha por el lado
que va derechamente
al Septentrión hasta el confín helado. ,
pródiga de yugadas
innumeras y cuestas empinadas.
La que de su turgente
gremio saca dos montes de elevadas
cimas, que, fácilmente. ,
superan a las nubes azuladas. ,
y, en atrevido vuelo. ,
logran tocar la bóveda del cielo.
Entre estos montes de gigante altura. ,
vasta abriéndose calle. ,
yace tendido un valle
que se alarga por la llanura. ,
el que, a veces, cubierto por brumoso
manto, causa pavura. ,
o bien, se ve frondoso
por nuevas yerbecillas
y profusión de caltas amarillas. ,
a tiempo que el verano
va descubriendo, con florida mano. ,
de su alcázar las regias maravillas.
De aqueste valle el prodigioso suelo
va regando con límpidos raudales
sonoroso arroyuelo. ,
que, por causes de abruptos peñascales. ,
corre en veloz huída. ,
dejando con sus rápidos caudales
en dos partes la tierra dividida.
Mas, en medio del valle hondo y sombrío
colocado Tepic, logra potente
imponer de su fuerza el poderío
sobre el campo y el río. ,
y las montañas de orgullosa frente. ,
por haber alcanzado
tal nombre y gloria tanta. ,
que hasta el cielo estrellado
la voladora fama lo levanta.
Empero, no adornado
con casas de soberbia arquitectura. ,
a la vista preséntase el poblado
de Tepic; ni le prestan hermosura
columnas arrogantes
con arte fabricadas y, en blancura. ,
las de mármol parió semejantes. ,
ni cuenta con augustos
templos, dignos de aprecio, por vetustos. ,
recamados dë oro. ,
y que lucen de perlas un tesoro. ,
sino que humildes el pueblo se aposente
en modestas mansiones. ,
y los templos frecuenta
que están ornados de perpetuos dones.
Mas, pródiga Natura
si perlas le negó de limpio oriente. ,
y de oro fugitivo la hermosura. ,
y alcázares de mármol reluciente. ,
cuya soberbia altura
ya toca de los cielos el fastigio
sublime; compensóle, con usura. ,
dándole gran prestigio
con estupendo, singular prodigio. ,
que hizo brotar en medio a la llanura.
Porque, cerca del límite frondoso
del pueblo afortunado. ,
en un abierto y extendido prado
donde le césped osténtase abundoso. ,
de gracia y vida lleno. ,
verás, si lo examinas cuidadoso. ,
cómo, a ocho pies levántase el terreno
sobre el campo restante; y, orgulloso
irse del prado ameno
por cima del césped blando. ,
cerca de doce brazas dilatando!...
Del cual césped la anchura
de tres dedos supera la mensura. ,
quedando atravesado
su dorso dilatado. ,
y dividido por la gleba dura. ,
que en tronco del césped representa
de dos mortales brazos la figura. ,
que a los ojos presenta
una cruz, fiel traslado
de la en que fue Jesús crucificado.
Tal, como un tiempo, selva levantada
de alto monte en la cúspide altanera. ,
de árbol mil poblada
y ceñida de obscura cabellera. ,
tantas cruces prodiga. ,
cuantos los robles que en su seno abriga.
De esta Cruz el diseño
todo, de verde césped coronado. ,
resplandece risueño
en la mitad del pubescente prado. ,
sin que, en tiempo ninguno, su atavío
decrezca o se consuma
por los rigores de la helada bruma. ,
o palidezca por el crudo frío.
Antes bien, cuando el suelo
de Tepic languidece por el hielo. ,
y los campos se miran ateridos
por cierzos invernales. ,
la cruz sola mantiene sus floridos
tálamos, con verdores inmortales.
Mas, cuando ya, con lluvias torrenciales
las praderas están humedecidas. ,
y ya de verdes hojas los brïales
se ciñen; y, floridas. ,
con espléndido lujo de botones
van sembrando de perlas los terrones. ,
al punto, --según fama--,
por enemiga palidez la grama. ,
(que de la cruz bendita
la imagen representa), se marchita. ,
y largo tiempo viste
de amarillo color clámide triste. ,
en tanto, nuevamente. ,
ve en la extensión de las demás yugadas
la enfermedad ambiente
dejando las campiñas asoladas.
Como acostumbra en el invierno cano
desplegar sauce ufano
sus umbríferas hojas, y vestido
de follaje, que flota esparcido. ,
va, (a través del liviano
aire que ondula en giros vagarosos). ,
extendiendo sus brazos orgullosos. ,
mas, cuando, al retornar la primavera. ,
en medio de los céspedes copiosos
ya se mira reir a la pradera. ,
macilento se inclina
entonces, y calcina
las ondas de su verde cabellera. ,
no de otra suerte, de la cruz bendita
la yerba, consumidos de sus bellos
mechones los espléndidos cabellos. ,
en el prado florido se marchita.
Y a florecer no vuelve, sino cuando
advierte que, del monte en la espesura
y en la vasta llanura. ,
van árboles y céspedes faltando. ,
perdida ya del todo su hermosura.
Y, en verdad, no menos sorprendido
te deja el portento desusado
de que el tronco florido,
cual si or duros clavos traspasado
estuviese y herido. ,
arroja, en vez de cardos punzadores. ,
tres avenas mayores
que el césped, que se extiende ya crecido. ,
y en cuya campiña
mostrando están perenne lozanía.
Y, también, asombrado
te dejará la cruz maravillosa. ,
mostrando la abertura del costado
y la llaga preciosa. ,
que la lanza cruel en el sagrado
pecho dejó patente. ,
brotando de ella sanguinosa fuente.
De aquí nació la fama
de que, antaño, un arroyo cristalino
brotó de aquesta grama. ,
teniendo de curar poder divino.
Puesto que se asegura
que, bebiendo las aguas de esta fuente. ,
enfermos de ardorosa calentura. ,
tísicos y picados de serpiente. ,
y contagiados de epidemia impura. ,
hallaron prontamente
para sus males respectivos cura. ,
y así, con estas aguas bienhechoras. ,
a las furias burlando vengadoras.
Empero, si es verdad que la benigna
agua, presa en las manos dolientes. ,
la libertó de enfermedad maligna. ,
y obtuvo que el paciente
crónico, de sus penas
ya contemplase rotas las cadenas. ,
también, dice la gente. ,
(y es verdad que a ninguno se le oculta. ,
y que el pueblo deplora). ,
que el agua de esta fuente bienhechora
cuando ya de la tierra se sepulta
en el profundo abrigo. ,
también, sepulta la salud consigo.
Por aquestos sucesos con movida
la gente de los pueblos aledaños
del célebre Tepic, por muchos años. ,
(obtenida fue suma crecida
de dinero), ceñida
con muro, --cual ciudad fortificada--. ,
dejó a la cruz, del campo separada. ,
y hasta el presente día. ,
va a visitarla muchedumbre pía. ,
dejándola colmada
de dones y de incienso perfumada.
Para ti, juventud, enardecida
por los ardores de la edad, que empieza
a ceñirte las flores de la vida. ,
a ti, a quien concibió naturaleza. ,
con maternal anhelo. ,
gozar de puro y apacible cielo. ,
y halagar los oídos
con las músicas suaves. ,
que entonan en sus nidos. ,
los concertados
coros de las aves. ,
y seguircon extáticas miradas
a las turbas ligeras
que, en sus brillantes alas apoyadas. ,
van del cielo surcando las esferas. ,
a ti, a quien brindan los herbosos prados
pasto en abundancia. ,
que de continuo están embalsamados
por flores de riquísima fragancia. ,
para ti, juventud, son estos cantos. ,
con los cuales, del reno en las arenas
trataba de engañar ocios y penas. ,
y mitigar del alma los quebrantos.
Aprende de tu suelo
las tierras a tener en gran estima. ,
y de tus campos la riqueza opima. ,
(¡dádiva excelsa del benigno cielo!). ,
con ánimo valiente
tu vida toda, en cultivarla, empeña. ,
de sus tesoros hasta hacerte dueña. ,
por haberla escrutado largamente.
Que el otro allá, conforme a la costumbre
de los brutos, con ojos deslumbrados. ,
vaya tras de los campos abrasados
del vivo Sol por la ardorosa lumbre. ,
y dedicado, en suma. ,
a juego y deportes solamente. ,
todo el tiempo consuma
en pasar una vida negligente.
Tú, empero, a quien eleva
genio sutil sobre la plebe ruda. ,
de la vida anticuada te desnuda. ,
y vístete el ropaje de la nueva.
Y con tenaz estudio y acusioso. ,
que tu mente se atreva
a descubrir cuántos arcanos lleva
Natura en su regaso portentoso.
Y en ésta de indagar noble tarea. ,
todas las fuerzas d tu ingenio emplea. ,
para que, al fin, en ejercicio tales. ,
en que tanto tu mente se recrea. ,
nos descubras tesoros inmortales.
FIN.
Esta es la parte final del poema Rusticatio Mejicana, que fue traducido íntegramente en verso castellano. El llamado a la juventud es propiamente el llamado a luchar por la libertad y la independencia, hay que ser dueños de nuestras tierras, le dice Landívar a la juventud, y Escobedo reafirma ese llamado a la juventud mejicana.

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