jueves, 14 de agosto de 2008

Nombramiento de Tamiro Miceneo

Existe en la capital del antiguo Imperio Romano, hoy del Reino de Italia, desde el año de 1690 una academia literaria a la que pertenecen distinguidos escritores, de varias nacionalidades, especialmente poetas, versados en las lenguas antiguas, la cual tomo el nombre de Arcadia, "región montañosa de la anrigua Grecia, en la parte central del Poloponeso, habitada por los arcadios o árcades, pueblo de pastores, y que la ficción de los poetas convirtieron en la mansión de la inocencia y la felicidad". Esto explica que se dé el nombre de pastores árcades a los miembros de tan ilustre academia y que se distinga a cada uno de ellos con el nombre de un pastor griego, real o imaginario, agregándole el adjetivo correspondiente a cualquier lugar, griego también.
Ser árcade romano significa, pues, figurar en la Arcadia de Roma. Y nada extraño es que el P. Federico Escobedo, poeta de inspiración altísima, conocedor profundo de las literaturas latina y helénica, honre a la Arcadia, bajo el título de Tamiro Miceneo, nombre de un pastor de Micenas, antigua ciudad de la Argólide. Si el P. Escobedo es buen ejemplar de la sencillez y dulzura pastoriles, y las notas de su lira son más atrayentes que las de la flauta de Pan, el dios griego de los pastores.
Tamiro Miceneo, ha dado al público muchas obras de sabor exquisito, que han jacho volar la fama de su nombre por Europa y América. Es el heredero legítimo de los grandes clásicos, después de tantas bellezas con que nos ha deleitado su numen, publica hoy sus Aromas de Leyenda, versos que, como suyos, manan verdadera poesía. Relatar sucesos más bien tradicionales o maravillosos que históricos o verdaderos, que es lo que constituye la leyenda, es uno de los géneros literarios al que menos aficiónense los poetas, indudablemente, por las dificultades que entraña. No es cualquier cosa vulgarizar hachos extraordinarios, en versos que lleguen al alma, porque ello requiere la combinación de lo grande y lo sencillo, la difícil facilidad que sólo el genio alcanza.
Enrique Gómez haro
Prólogo al libro "Aromas de Leyenda"
Puebla, Pue. a 23 de septiembre de 1940.

Nombramiento

Al frente, y en el ángulo superior izquierdo se ven las siglas C.V.C y abajo de ellas, la inspcripción: GLIARCADI, y bajo esta, la figura de dos cayados en cruz, en forma de X, y al fondo de esa imagen, la Flauta de Pan de siete carrizos o canutos. Al centro y en la misma dirección, otra flauta de mayor proporción, de ocho carrizos o canutos. En línea recta sigue otra figura de los cayados cruzados, teniendo al fondo la Flauta de Pan y sobre ellos una corona de laureles. A continuación sigue el nombramiento como sigue:
Agustín Bartoni
entre los árcades
Eristeno Nassio
Custodio General de la Arcadia
Ilustrísimo Reverendísimo
Don Federico Escobedo
La Arcadia con el propósito de honrar a los valores que por la excelencia del ingenio unida a las buenas costumbres y a la promoción de los óptimos estudios; notables en la profesión de las letras, de las ciencias y de la erudicción, a propuesta de los gentilísimos y valiosísimos Compastores nuestros: Iflico Alcimedencio y Anamo Colonodio, ha dispuesto declararlo Pastor Árcade e integrarlo en el catálogo de los integrantes de esta antigua República Literaria, os ha dado, según nuestro uso académico el nombre de:
TAMIRO MICENEO
La Arcadia al declararlo unido a su cuerpo confía en que no sólo mantendrá la observancia de sus normas sino que, también, aporte obras para que siempre florezca en la dignidad de las letras y el honor de este Instituto Arcadio.
Dado en el Bosque Parracio el día 22 de mayo de 1907.
A 215 años de la restauración de la Arcadia, a 560 de la Olimpiada, en el III año de nuestra custodia.
El Custodio General
ERISTENIO NASSIO
Registrado en el Vol. IX núm. 668
Sergio Fuentes Gutiérrez
"Tamirensis Carmina"
Puebla Pue. marzo de 2002.

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