viernes, 24 de octubre de 2008

Calaveras a la vieja guardia

CALAVERAS A SALVATERRENSES


Por Onésimo Herrera-Flores



CALAVERAS
¡Salvaterrenses, todos somos calaveras que danzamos un antes o un después, empero el polvo del tiempo llegado el final, nos blanquea de MUERTE en un momento intransitable!

¡Salvaterrenses!
Por la luz de la vida nos encendemos
en rechazo categórico a la muerte.
Aparece la ira flamígera contra todo;
el regateo se hace presente en piedras multicolores;
mas aparece la oscuridad que hace perder el interés,
poco antes de la quema del ocaso y es que nuestras vidas
son los fuegos que se inician en flamas de vagidos y prosiguen
en balbuceos de llamas que suben hasta crepitar de tiempo
y se confunden con la luz eterna que es el morir;
fuego dormido, transitorio que se consume callado en placeres
que terminan en punta de dolor, en fuga de presente acabado;
porque todo fuego termina donde empieza, en rescoldo de tiempo.
Parte la llama cuando se inicia, camina mientras se agranda y llega
al tiempo de morir para descansar en plena luz o total obscuridad.
Las flamas muestran hermosura, hasta bello rostro azulado
y lengua sensual, mas se convierte la luz en arrugas de oscuridad, sin fuerza de juventud y con el rostro cenizo de senectud.
¿Qué se hacen los grandes fuegos y las llamas mundanas?
Ante la luz final quedan como simples morcelleos sin memoria,
Desnudos en la tarde de presagios morados que crepita ceniza.
Los fuegos humanos son engañosos y algunos perecen ilusionados;
se dejan consumir por ellos, sin esforzarse por asir la luz de la virtud:
¡flama que da vida en el rescoldo eterno!, hecho de verdad desnuda.
Ninguna flama ha salido viva de este planeta.
La joven flama sólo ve hacia el cielo, pero termina consumida.
La llama muere como ha vivido, excepto si bebe luz por dentro.
La flama que engorda para morir, no es llama de reír.
El fuego que ama les dice todo lo que debe decirles a los suyos
en pleno calor vital, porque muerto, mal interpretarán sentimientos.
El fuego que sabe vivir no muere la víspera. Porque las llamas viejas
van hacia el final y la guadaña viene hacia las flamas alocadas.
La flama que anhela perdurar no hereda los leños, sino su luz y calor.
En el tránsito de este fuego caminante sólo aparece la fiebre hecha puntas de calor exaltado, que barrunta la luz , sin verla.
Médula de chispas de sueño cabalgante sobre las estaciones en ruta,
escrutando el curso de los carbones encendidos en vientos contrarios, que nada prenden, sino flamean sueños desorbitados que se miran a si mismos en lenta mecha, con un silencio en llamas autoconsumido. ¡Gime y grita la llama en júbilos de estertor rojo!.
Perpetuo instante de fuego de múltiples formas, abandonado y ciego en camino de tanatos, arrastrado al designio de humo primigenio. Pira abrazada por lenguas del imparable incendio, implorando luz. Mas el hollín le ahoga la garganta y las espirales crepitantes
opacan toda flama, para dejar sólo un horror amontonado de agonía.
Porque los bellos fuegos que transitan en la Tierra, se dan al frenesí de inmolación, quedando sólo los restos negros y destemplados.
La hoguera quiere convertirse en estrella de luz viva, pero no acierta, Y se gasta en tiempo encendido que se carcome incesante.
Ojos de piedras preciosas, prendidos al anhelo, anclados al destello.
¿Acaso de verdad se puede gozar la luz? ¡No siempre en la Tierra!.
Cualquiera que sea su intensidad se quiebra, se va, se acaba.
La vida se borra como las llamas, como las flamas del diamante;
todo fuego, por jugoso que sea, se seca y termina descarnado.
Sólo florece en flamas donde la Luz increada es sol y rocío.(POEMARIO/Onésimo Herrera-Flores/Derechos reservados:OHF/) Pedidos este y otros libros del autor en red : repmund@yahoo.com. (Reportajes Mundiales & OHF/ derechos mundiales reservados).






CALAVERAS:
Se encontraba Salvador Solache Zamudio
Ilustrando a los panaderos de Salvatierra,
Como su preceptor y mayordomo harinero,
Cuando la muerte le propuso a solas tierra
Para que enseñara en el panteón con video y audio,
Pero Yolanda Flores increpó a la calaca:
¡No te lo lleves porque tiene mucha alharaca:
Trabaja tiempo extra por esta su flaca
Enseñándole como hacer pasteles de mancaca.


Sánchez Medina Raúl de su despacho no salía
Era como una espinosa venenosa que abierto no había
Sus brillantes corolas en legajos enfurecidas
Cuando la mano de la muerte fría
Dejó sus tramitologías lindas y jugosas marchitadas.
Quitándole su carne pesuda, su gracia y lozanía.


Pedro Villagomez Guerrero por quien tañe campana
Por la misma calva y huesuda muerte sin cabeza,
Que baila trepidatoriamente en busca de cana,
Mientras su amada ceñida por la tristeza,
Se asegura con siete candados no salga de la tumba cercana.


A Luis Pablo Fernández Guerrero cuando la muerte supo que tenía
Que acabarlo con rapidez en un momento
Con la voz mortuoria de su celular, infernal criatura,
Fraguó no sólo silencio sino el final del pensamiento,
Pero con ello tuvo la calaca su hora de amargura.


Carlos Nava López cayó al hielo
Y ya esculpido por la muerte en el cielo
San Pedro le dice sereno:
No es agonía saberte frío
Sino verte gélido como vivías.


Eduardo Alberto Nava Herrera ferretero de cepa
Se encontró sin herramientas frente al tiempo
Y al final del camino en plena desnudez increpa:
Todo es atornillar instantes en abierto campo
Donde ya no hay antes ni después, sino muerte y ceniza.


Dijo muerte a Gustavo Murillo Medina:Me unto en tu negocio
Para que me saborees sin melindres
En tu propia mesa antes de llevarte al camino
Sin regreso del panteón del ocio,
Donde no podrás comprar ni vender losa alguna,
Sino pagar al contado la abultada factura.


Genaro Rocha Calderón manda al diablo a todos los seudoabogados,
Avalado por la muerte que también le dice firme: te necesito bien muerto
Para que ventiles los procesos panteoneros y sucesiones de ahogados..


A Macario Arroyo Villafaña la huesuda le dice muy seria:
Tus críticos son expertos verdugos y tu cuello muy delgado
Por eso estarás bien muerto si sales de tu oficina amarrado
Repartiendo y pregonando conmiseración y miseria.


A Raúl Ulises Cardiel Gutiérrez la parca le dice: “Se acerca el momento,
No sufres de ningún mal, porque todos los tienes, pero se que encuentras
algo difícil seguir vivo más tiempo entre tanto cacal hecho ya callejero cemento”.


A Raúl Vera Rivera la muerte le dice: “Tan poco que se ha hecho en el Veranda
Donde fuera Puerta del Sol Casino y Hoy Puerta del Buen Comer
Y tanto que queda por hacer y yo te tengo que fenecer”.
Te llorarán no sólo Lupe, sino al atardecer
Treinta y dos generaciones de prepos sin cocer.






Cardenal Posadas, arzobispo que fuera y enemigo acérrimo de la ‘muerte asistida’: “No tengo idea de la imagen que el mundo tenga de mí, pero ahora que me voy sin haber sido papa, me veo como un niño jugando en el Lerma de Salvatierra, juntando piedritas, mientras que el gran océano de la verdad yace frente a mí sin que pueda hacer nada para conocerlo realmente… ¡Oh Dios, que grande es tu mar huracanado de la política y que pequeña mi nave para enfrentar a la tormenta perfecta de las narcolimosnas, el narco estado y los crímenes de estado!”


López Obrador: “Aplaudan amigos de Salvatierra a la Marquesada,degenere y borrachera generalizada… La función ha terminado y debo retirarme a la tumba de dónde jamás debí haber salido, antes de tornarme como mis compañeros partidos un empanizado”.

Carlos Slim, el prestanombres más rico de México: “Todo me aburre…Hasta las pinturas contaminantes de Salvatierra” “Buscaré otras dimensiones para comprar, bajo el patrocinio de salinas eternas”. (dr/OHF/RM).






HIMNO A LA CALACA EX PRESIDENCIAL

Guanajuatenses, en especial salvaterrenses, recuerden que no sólo las momias tienen calavera,
Sino también la exfamilia presidencial, empezando por su cabecera.

Del verborréico inmortal de San Cristobal Rancho
La huesuda convertida en espada terrible y brazo invencible de águila mocha, lo arropa en su regazo;
Haciéndolo el infeliz mexicano descabezado.

En la paz del sepulcro ausente ya la guerra política,
Convertido en caudillo de muertos de hambre,
Porque él supo dar brillo a sus huecas promesas de honor,
Entre laureles de amigos sacrificados y pueblo sin nombre.

Se tornarán sus lauros demagógicos en flores marchitas,
Que el amor de sus dos esposas hijos e hijastros,
En la tumba también llegan a pelearse en osamentas,
Porque los muertos bravos para el dinero sueñan pepitas.

La muerte no otorga tregua y busca al ex Presidente fatuo,
Sin importar lo grandote, porque le llega con garrote
Y sin medir palabra al que se le andaba escondiendo,
Le atora golpes que resiste como mandilón rumbo al cajón.

Fox le reclamaba, aún presumiendo su vozarrón,
Mas sólo hablaba ocurrencias de iluminado,
Como solía hacerlo frente a su segunda mujer;
¡Lástima de bigote, jamás cumplió con su deber!

La parca lo toma del gaznate y como de rayo lo deja tieso
Cuando intentaba pelarse a caballo como el Zorro ,
Pero no llegó a Supermán, ni siquiera a Kalimán,
Mas bien fue Superdespistado y resepultado.

Fox sepelió y hasta Martha gimió ya sin platas,
Y los hijos de Fox ya no viajan ni amasan títulos;
Llore y llore sin padrastro sus simoníacos hijastros,
A punto de convertirse en calaveras tejidas de transas.
(dr/OHF&RM).

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