domingo, 11 de abril de 2010

La utopía de los Carmelitas Descalzos en Salvatierra.


La hermenéutica, -es decir la tarea de traducir, de llevar un mensaje cifrado con símbolos de un código a una representación simbólica con otro código expresando el mismo mensaje. Por ejemplo, pasar una novela a obra cinematográfica, o como se entiende en el proceso cultural con la metáfora de que Zeus hablaba una lengua propia de los dioses y le encargaba a Hermes llevar el mensaje a los humanos, y entonces Hermes convertía lo expresado por Zeus a palabras para que pudieran entenderlas los hombres y mujeres de Atenas, que regularmente eran los dirigentes griegos-, la hermenéutica, reiterando, nos permite entender el proceso de edificación de San Andrés de Salvatierra.

Una señal de la riqueza cultural de la ciudad la expresó el cronista Miguel Alejo, en el artículo sobre los secretos heráldicos del escudo de Salvatierra, cuyo texto esta publicado en este blog.

Explicando el sentido del espacio territorial del convento de los Carmelitas Descalzos, diseñado por el maestro de obras fray Andrés de san Miguel, encontramos que el conjunto arquitectónico representa las ideas centrales del libro de santa Teresa de Jesús llamado "El Castillo Interior". El convento esta diseñado siguiendo la lección de esa obra de oración mística.

El convento de San Ángelo tiene representado, en su diseño original de 1645, los conceptos fundamentales del itinerario místico creado por santa Teresa de Jesús. A saber: una huerta, cuatro jardines, almenas que le dan la figura de castillo, fuentes de agua, un acueducto y un interior del templo con espacios de oración distribuidos en forma de habitaciones.

En su libro, "El Castillo Interior o Las Moradas", santa Teresa de Jesús emplea esas metáforas para explicar la composición interna del alma y las etapas de la oración para llegar a la contemplación de Dios.

Hay que recordar que fue san Andrés de san Miguel el autor del convento carmelita denominado "El Desierto", que esta en el Estado de México, y es, por excelencia, el lugar donde, desde la época colonial, los carmelitas descalzos realizan ejercicios de retiros espirituales.

Las utopías sociales-religiosas florecieron en la Nueva España, bajo la influencia fundacional de Tomás Moro, así tenemos las utopías intentadas históricamente, entre las que destacan las creadas por los franciscanos y los agustinos, que conocemos como "Las Ciudades-Hospitales", por lo que la utopía de la Orden de los Carmelitas Descalzos tuvo en Salvatierra un lugar privilegiado, pues la ciudad se entregó de manera total a su dirección espiritual, tanto en lo educativo, lo económico, lo territorial, los social y lo artístico.

Hay que recordar que santa Teresa de Jesús decía que la casa familiar era el primer templo de oración, y las casonas de Salvatierra y haciendas conservan habitaciones para la oración.

Esta riqueza cultural que preside el proyecto de la edificación de la ciudad, que muestra, a cada momento en su traza urbana, la intensión visionaria de crear una sociedad fundada en los valores místicos, y el resultado de la formación espiritual durante tres siglos y medio de historia, así lo comprueban, basta mencionar que la poesía de los autores salvaterrenses son místicos y tienen al agua como un símbolo de múltiples representaciones, pero sobre todo como símbolo de la fe, pues los carmelitas la emplean para decir que las palabras de la predicación de la fe, se bebe en el alma.

Esta es una nota de reflexión que apunta hacia un trabajo más demostrativo de la hermenéutica, que muy bien puede ser un punto de interés para acrecentar las fortalezas de promoción de la ciudad, ante la numerosa grey de devotos católicos con sentido de exploración geográfica de los tesoros artísticos de Guanajuato.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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