viernes, 25 de marzo de 2011

1.- El tono de vida que requiere el país

Estado y ciudadanía de Jesús Guisa y Azevedo.
Comentarios de Pascual Zárate Avila
Introducción
La obra sobre los valores cívicos del ciudadano realizada por el filósofo católico Jesús Guisa y Azevedo, tuvo un gran aprecio entre los salvaterrenses de su generación, (1900-1986), siendo aún recordada con admiración por quienes convivieron con él y le escucharón decir que estaba preparando el primer libro de educación cívica de México, como nos lo refirió J. Jesús García y García.
El libro titulado "Estado y Ciudadanía" es un voluminoso tratado realizado al antiguo estilo aristotélico de enseñar los valores mediante la palabra. En lo personal, leí el libro con calma en el año de 1999, realizando una síntesis mediante la selección de las oraciones claves de cada capítulo. El trabajo lo realicé para que fuera publicado en el periódico del Partido Alianza Social.
Ahora me propongo transcribir las partes principales de cada capítulo y realizar comentarios a la luz de los acontecimientos políticos actuales. La vigencia de la obra está dada por el hecho de que Jesús Guisa sostiene, hacia el final de la obra, el papel educador de la ciudad, y ello es la prospectiva de las urbes para los siguientes diez años: por lo que con este ejercicio de reflexión contribuímos para constituir a Salvatierra como una ciudad educadora.
1.- El tono de vida que requiere el país
El planteamiento central de la obra se establece en este primer capítulo, los ejes de reflexión son dos, por una parte la familia y el ciudadano y por el otro el estado y el gobernante.
Sostiene Guisa que los valores familiares son los primeros en aprenderce y conducen a la formación de la persona, a humanizar al individuo. Los valores que le dan sustento a la formación humana son, entonces: la humildad, la sencillez, la ingenuidad, la autenticidad y la austeridad. Estos valores forman la atmósfera de socialización y convivencia familiar y trasmiten el lazo de unión en el grupo primario, básico de la sociedad.
La familia como composición social ahora ya tiene relaciones de autoridad horizontales, la mujer tiene nuevos roles y las jefaturas de padres de familia son cada vez más femeninas.
El matrimonio a sufrido modificaciones en su composición dado que ahora se permiten contraer nupcias a personas del mismo sexo.
La violencia intrafamiliar a hijos y mujeres es un problema socialmente visible que se considera como disolvente de la formación humana del ciudadano.
En este capitulo la idea es que son válidos los primeros valores aprendidos para la intrincada vida pública, y que la familia es el nutriente para constuir una mejor nación, por lo que deberá el Estado cuidar las condiciones de vida de las familias para alimentarse de gobernantes más humanos.
"El pueblo mexicano tiene desesperación por sus carencias y ansias por mejorar. Entre la desesperación y las ansias existe la vocación patriótica.
En los gobernantes existe despilfarro y proyectos caprichosos, han perdido la disciplina del trabajo.
Por ello la nueva ciudadanía requiere virtudes caseras, humildes, ordinarias como fundamento de la grandeza de la nación.
Necesitamos de la austeridad, de la ingeniudad, de la historia, de la sencillez y la autenticidad que son virtudes caseras familiares. En la familia se forman los hombres dirigidos a lo humano, estos valores deben dirigirse a la vida pública, para llenar a la política de los valores privados de la familia." Jesús Guisa y Azevedo, año de 1956.

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