Sociedad civil y gobierno descentralizado, una forma de gobernanza moderna en Salvatierra, con el festival de blues y jazz

Las imagenes fotográficas son parte de la promoción publicitaria que los grupos de jazz y blues participantes en el 2º Festival Salvablues realizado en Salvatierra del 5 al 7 de agosto, realizan en páginas de Internet.

Durante los tres días de festival se escucharon en la ex-planada del Carmen a nueve grupos de jazz y blues de excelente calidad artística, en un ambiente de convivencia familiar y de tranquilidad ciudadana. El festival desperto un vivo interés entre los asistentes que colmaron el sillerió dispuesto en cuatro columnas bajo toldos provisionales para las estructuras de aluminio cubiertas de lona. Un evento para el sociego provinciano en fin de semana.

La organización de la logística y elaboración del programa la realizó el representante de la Asociación Nacional de Blues y Jazz en México, Vicente Corona y su esposa Wendy, como la llamaban amistosamente los músicos invitados provenientes de Morelia, México, Argentina, Estados Unidos Guadalajara, Puerto Rico y Bélgica.

Lo interesante del desarrollo del festival consistió en la desenvoltura de los maetros de ceremonia que explicaban la experiencia de los grupos, la entrega de reconocimientos y los saludos al público, papel al que se unió Leticia Rosas de la casa de la cultura municipal. Los representantes populares, como la presidente municipal, Guadalupe Nava López, estuvo disfrutando de los conciertos desde las primeras filas del espacio para el público, como una forma simbólica de manifestar su aprecio por la participación de una asociación civil en un evento que tradicionalmente siempre conducía el personal de la administración pública municipal y el Instituto de la Cultura del Estado de Guanajuato.

Considero importante señalar que las transformaciones en las tareas del Estado moderno se caracterizan ahora, porque están descentralizadas en la teoría y práctica al ser asumidas por la llamada sociedad civil.

En la primera mitad del siglo pasado la teoría del Estado centralizado le otorgaba a los gobiernos el papel de salvaguardas del cumplimiento de la ley, y su tarea era centralizar los eventos y vigilar a la sociedad para preservar la paz y armonía social.

La sociedad civil, en su nuevo papel mundial, hizo sentir su fuerza con la caída del Muro de Berlín y el fin del bloque socialista de Europa del Esta, así como en el derrumbe de la URSS con la Perestroika y el Glasnot de Mijail Gorbachob.

Sucedió lo que llaman, filosófos como Michel Foucault, la descentralización del Estado moderno para gobernar mediante la promoción de competencias y habilidades entre los ciudadanos, impulsándolos a prácticar conductas guidas por valores. Entonces, la misión del Estado actual consiste en promover la organización de la sociedad civil, delegando la realización de objetivos de gobierno para que ellos lo lleven a cabo en segmentos sociales vulnerables o de naturaleza especializada, como lo son los proyectos productivos rurales y restauraciones de monumentos históricos con patronatos otorgándoles financiamiento con recursos fiscales.

Como podemos percibir, existiendo ahora en estos días, una crisis al interior de la dinámica del Ayuntamiento, con desencuentros marcadamente opuestos entre ellos, el festival fue un éxito de audiencia y de calidad musical, puesto que la sociedad de blues y jazz realizó su organización sin filiación partidista ni intereses de grupos de poder.

El festival animó el centro histórico durante tres días, dando una imagen de acción e iniciativa creadora a la ciudad, a decir de los músicos traídos de otras latitudes, quienes se congratularon de la sensibilidad artística de los salvaterrenses y reconocieron la belleza de sus edificios públicos y domésticos, además del cálido recibimiento que tuvieron de las autoridades y organizadores.
Cabe concluir que la quietud de la administración pública municipal se lograría superar con alianzas entre sociedad y gobierno, con organización y responsabilidad de la sociedad, lo cual sería un camino viable, pertinente y políticamente correcto para emprender la superación de la crisis del cabildo y asumir las fortalezas de la teoría del Estado moderno, que con la promoción de la educación ciudadana logra mejores resultados en el desarrollo humano.