Con una idea nuestra como propuesta de mejora podemos votar con convicción en lo municipal

 

El día del voto convencido 

Por Pascual Zárate Avila 

La convicción para elegir la opción de votar es un acto de compromiso por estar, como elector, delegando las decisiones de uno como ciudadano en la voluntad de decisión de un representante popular.  

Votar con convicción es un trabajo propio de pensamiento consciente, sobre el futuro de los próximos seis años nacionales y estatales, y tres municipales.  

Votar es la elaboración de una problematización naciente por figurarnos mejoras en la vida de la nación, estado y municipio: cuidar el medio ambiente y el agua; establecer la paz y la seguridad; impulsar la economía y la creación cultural.  

Un futuro con objetivos nuevos es el surgimiento de una problematización humana ¿cuál opción electoral va en camino verdadero hacia la idea, personal y comunitaria, de una sociedad segura, sana, sostenible y culta? 

Las opciones municipales con campañas de candidatos fuertes son dos: PAN y MORENA; de ellos, como líderes, ¿quién nos despierta una convicción para delegarle con el voto el gobierno municipal? 

En el PAN municipal la opción es una mujer: soltera, tranquila, disciplinada, burocrática, con relaciones partidistas, leal, fiel y obediente al poder superior. Su carencia es tener experiencia laboral solo de funcionaria. 

En MORENA municipal la alternativa es un hombre: casado, reservado, de tradición familiar como dentista y político, con rupturas con partidos, abierto a la diversidad. Su carencia es la dispersión en la experiencia política. 

Los miembros con quienes se conformaría el aparato de funcionarios, en el PAN, son notoriamente visibles las evidencias de la continuidad de los actualmente conocidos miembros panistas, siempre recurrentes en el gobierno. 

De los integrantes de campaña de MORENA, el aparato de funcionarios posibles es de características diversas, jóvenes retirados de la función burocrática de gobierno, sin embargo, con experiencia de participación social.  

Así de claras y distintas son las opciones del dilema de elección por quién votar en Salvatierra: usando una metáfora diremos, uno es la tradición acostumbrada a saber vivir con los problemas actuales, otro es de la creencia de concebir el tiempo como la llegada de cambios siempre.