tomado de la revista
Por Amor al Arte, de
Mario Carreño Godínez.
Año 2, N° 24, agosto de 2007.
Esta bonita calle que en la actualidad convergen en la Plazuela Hidalgo; lo mismo que la calle Arteaga por el oriente, y al norte da la misma, la calle de Benito Juárez y, por el poniente, la calle de Federico Escobedo.
Durante la colonia, esta calle, curiosamente, su longitud era muy corta y al inicio de la época de la independencia, su extención total era el tramo entre la calle Guillermo Prieto y la de Ignacio Manuel Altamirano.
Es en el año de 1856, cuando el convento de los frailes carmelitas es dividido en cruz, y se abren las calles que al inicio de este texto son citadas. La aplicación de las leyes de reforma, motiva la prolongación de la calle Vicente Guerrero, la cual queda unida a la plaza que en ese tiempo circundaba a la Columna y fuente de los Fundadores, que se ubicaba en el centro del jardín de la Meditación, donde en la actualidad se levanta el Mercado Hidalgo.
Años antes de finalizar el siglo XVIII, la calle Guerrero vuelve a expandirse. Pero, ahora, hacia el lado sur cruzando los solares de la cuadrilla del Convento de los Carmelitas Descalzos, partiendo de la calle Igancio manuel Altamirano, para quedar unida a la calzada, que or muchos años, fue conocida como "Calzada Alderete", y en la actualidad es Heroico Colegio Militar.
Para 1914, adornaba a esta calle, una hermosa fuente de cantera y estaba ubicada esta en el cruce de ésta con la calle de Igancio Manuel Altamirano, la cual era bastante grande y su vertedero terminaba en flor, realizada en fina cantera rosa, de una altura de mas de dos metros. Esta bonita pieza aún se encontrabab de pie para los años cincuentas del siglo pasado, sobre los basamentos de la otrora "Fuente del Chato", como fue conocida.
Yo recuerdo que en los años maravillosos de la década de los cincuentas, esta calle lucía un enorme camellón en el centro de la misma, y se engalanaba con una larga fila de románticas jacarandas, cuyo valor ornamental radica en sus flores, que con forma de trompeta alcanzan de cinco a seis centímetros de largo, y uno y medio de diámetro, y son de un intenso color azul violáceo, como, también, por su follaje vaporoso y liviano. Este árbol es procedente de América tropical, donde se le conoce como Gualantay.
Ahora les contaré algunos detalles sobre la calle Guillermo Prieto, la cual tiene estrecha relación con la calle que hoy encabeza nuestra historia.
Esta arteria, allá por el año de 1750, llevó el nombre de "Calle de las Carnicerías", por venderse ese producto y sus derivados.
Entre 1850, ya finales del siglo se denominó "Calle de los Martires", posteriormente, se le conoció como "Calle del Puente del Mayorazgo". Mas adelante, y hasta 1910, se llamó "Calle del Arco", y este nombre se debía a que la cruzaba por lo alto formando un arco, el acueducto que desde las instalaciones del molino de trigo de "La Espernanza", llevaba el agua al conjunto conventual de los Carmelitas Descalzos, la cual era utilizada en sus jardines, caballerizas y sus amplias zonas verdes, asi también, para regar su enorme huerta y llenar sus fuentes, la de los Fundadoresylade la Rinconada del Carmen.También, se surtían de entre otras, la fuente que se localizaba casi llegando a la esquina que forman ésta con la calle Hidalgo, que estaba dónde ahora esta la actual fuente de los Fundadores. Sobre un caso que ya han pasado muchos años, al leerlo se antoja gracioso, pero para el protegonista que aquello lo vivió, considero que pensó diferente. Este suceso ocurrió en plena época revolucionaria.
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