jueves, 29 de julio de 2010

La cultura de una ciudad como una explicación para conocernos a nosotros mismos.

En una amena conversación me sorprendí de escuchar decir al amigo Charly la afirmación de que leer el blog de la Arcadia salvaterrense, le despertó un agradable sentimiento de orgullo por la ciudad.
Antes formuló una pregunta, dijó: ¿cómo era que aguntaba vivir solamente en el primer cuadro de la ciudad?. La respuesta es que descubrir una explicación cultural sobre cómo edificaron y diseñaron los símbolos de los conventos, casonas, puente y jardines era en sí mismo el placer del conocimiento, y la razón para no aburrirse en el centro histórico. Un gozo y un regocijo que se trasmite por el blog, y él afirmo que efectivamente le emocionaban la lectura de algunos temas expuestos en el blog.


Imaginar el acto de construcción del conocimiento realizado con un sentido de vida en la ciudad, estando frente al objeto cultural producido, es un gozo que bien vale la pena estudiar en el primer cuadro para poder transmitirlo a toda la población.


Salvatierra representa una aventura intelectual sobre el más grande conocimiento humano, tanto en las leyes de la economía, como de la ecología, la teología, la filosofía, la literatura, la arquitectura, la hidráulica, la política, la pintura, la medicina, la matemática, la tradición y la educación.


A lo largo de la historia de la ciudad encontramos que en ella sucedieron procesos de vanguardia en diferentes campos del progreso: la experiencia del humanismo renacentista se inscribió en la traza de la ciudad. Luego del periodo medieval donde el centro de la vida era la idea de Dios, de las virtudes religiosas; el renacimiento significó una vuelta a la idea del hombre como el centro de la filosofía, junto con el regreso de la cultura de la Grecia clásica.


La ciudad de San Andrés de Salvatierra es una ciudad fundada para el hombre, para que desarrolle plenamente sus potencialidades humanas que, como lo explicó Aristóteles, se debe hacer en el mejor medio natural, practicando la política y las elecciones, creando obras literarias y poesía, estudiando la matemática y la geometría, adentrarse en la meditación de los místicos españoles y el estudio de las obras de filosofía escolástica, como la de san Buenaventura y construyendo edificios bajo un estilo arquitectónico propio, y valorado bien sus logros estéticos.


Pues esta ciudad bien vale que la disfruten sus habitantes y que aumenten su optimismo y su gusto por ella, mediante la lectura explicativa de su composición constructiva, lo cual es la finalidad del blog de Arcadia salvaterrense, y del proyecto de establecer, en Salvatierra, las acciones de una Ciudad Educadora con atención preferencial de los niños y jóvenes del municipio.


Quienes hayan leído en este sitio de Internet con gusto y orgullo la explicación cultural de los edificios de la ciudad, sepan que un niño y un jóven también son capaces de sentir igual, por lo que nuestro deber dentro de la Ética de al ciudad, es transferir estos valores vitales a los jóvenes para que tengan afición al placer de la cultura que les es propia por su historia y su entorno físico y natural, y que nos explica quienes somos en lo personal y como parte de una gran familia local.

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