Historia del arte en Salvatierra, poesía en letra y en cine: Ana María y David

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Ana María Castillo Martínez y David López Tena 

Cuando las imágenes se aman 

Por Pascual Zárate Avila 

Conocer el arte es un camino lleno de momentos maravillosos, el arte aparece para el visitante en ciudades metropolitanas y en ciudades rurales, la belleza es un tesoro cuidado por los vecinos en las localidades grandes y pequeñas. 

Salvatierra es una ciudad agrícola, rural y urbana, donde floreció la combinación marital de la poesía y la fotografía como arte. La maravilla sucedió, ambos, Ana María y David nos legaron una obra artística de poesía y fotografía. Hoy la podemos conocer con serenidad y goce estético, han pasado más de cincuenta años con la mayoría de las obras producidas por el matrimonio de artistas.  

La poeta 

Ana María fue una poeta con estilo hermético, con imágenes para reflexionar su sentido social y cultural, donde la soledad ocupa un lugar de presencia con constantes rupturas hacia el mundo y sus bellezas. Ana María es una poeta fiel a los elementos culturales de Salvatierra, paisajes de casonas, jardines arbolados, conventos, torres, patios solariegos, fuentes domésticas, casonas con portales y rezo en la mañana y al atardecer. 

Su palabra escrita es una prisión rota para escapar a la serenidad de los atrios, de los corredores del paisaje de las ramas de los árboles y de las rejas perimetrales del atrio del atrio parroquial. 

Vimos en al corto de cine a Ana María de López Tena con una grabación de la lectura de sus poemas. Y sentimos la fuerza de enfrentar a la soledad y hablarle a ella con valentía y, también, cómo la soledad es su compañera para observar el atrio y los arabescos de las sombras de la reja de hierro guardando el atrio parroquial. 

Corto cinematográfico filmado por Miguel Zárate Sánchez.

Los quince años de Cecilia Zárate Ávila, Templo de San Francisco en 1958.

Hablar de sí como un ser humano consciente de su humanidad es la reflexión íntima en los poemas de Ana María, una forma plena de sentir la existencia entre corredores de jardines, atrios, patios solariegos y avenidas con fachadas de casonas de rico patrimonio cultural en tradición y muebles franceses del siglo pasado. Su propia casona en Salvatierra inspirándola para alabar las flores de su pequeño jardín al fondo de la casa. 

Ana María es transparente, nos delata cómo se tienen las vivencias en la ciudad de Salvatierra, cómo hay un deseo de salir a conocer el mundo, una intención de conocer Europa, sobre todo Paris, el cual nos lo muestra la mirada fotográfica de su marido don David filmando a su amada poeta Ana María viendo la panorámica de la ciudad luz desde la torre Eiffel.  

El fotógrafo 

David López Tena fue un salvaterrense avecindado, llegó a la ciudad a causa del matrimonio de su hermana Estela con un rico salvaterrense de la familia Lira, propietarias del molino de San Juan y productores de aceite, especialmente de cacahuate, el cual trajeron para sembrar en el Valle de Huatzindeo desde la India. 

Llegó joven proveniente de la vecina ciudad de Acámbaro, llegó con conocimientos de fotografía y de cine. A él le debemos uno pocos minutos de las dos celebraciones más trascendentes a mediados del siglo XX: la Coronación de la Virgen de la Luz y el Tercer Centenario de la Fundación de la Ciudad de Salvatierra, de la primera fiesta nos legó el momento de presentación de la corona de la Virgen de la Luz ante el pueblo feligrés de Salvatierra, desde un tapanco en el portal de la Luz rodeada la corona con banderas de todos los países era una oración por la paz del mundo, la Segunda Guerra Mundial comenzaría tres meses después de la coronación de la Virgen de la Luz con la invasión de Polonia. Tenemos el corto cinematográfico del momento cuando entran los prelados y la edecán con la corona próxima a ser impuesta a la cabeza de la estatua de la Virgen de la Luz. Una maravilla de mensaje de paz al mundo al celebrar el fin de la guerra llamada cristera en México, rogando con oraciones por la paz del mundo. 

También filmó imágenes históricas del estado en ruinas del convento de San Buenaventura en 1936. Y sobre todo el momento de la recuperación de la libertad religiosa con hechos, con expresiones públicas de fe. Medio minuto filmado del paso de la peregrinación de un grupo de laicos parroquiales de diferentes zonas del estado cargando a la Virgen de la Luz para recorrer la ciudad, los filmó cuando pasaron por su casa en la calle Zaragoza, era 1944. 

David López Tena fue miembro fundador del Club Fotográfico de Salvatierra, una agrupación con el objetivo de promover el aprendizaje de la fotografía y motivar el turismo hacia la primera ciudad de Guanajuato, lo fundaron en 1952. 

Como parte del Club Fotográfico de Salvatierra fungió varios años como presidente, debido a ser el fotógrafo con mayor experiencia en el oficio, con conocimientos técnicos y relaciones con las casas proveedoras de material fotográfico y de rollos de cine de 16 mm.  Fue el maestro de fotógrafos destacados en los concursos del club fotográfico en Salvatierra. Tuvo como alumnos en talleres avanzados a Miguel Zárate Sánchez, a Eduardo y Carlos Nava Lara, a Luis Narváez Porto, a Cándido Rico Ortiz. 

El club fotográfico nos legó un rico patrimonio de imágenes fotográficas y cinematográficas de paisajes urbanos, del interior de inmuebles domésticos, del río Lerma y sus árboles, de los desfiles, de la corriente de agua voluminosa en su caudal del río Lerma, corridas de toros en el estilo de novilladas, de autoridades políticas locales y de la gubernatura, de tertulias literarias. De ceremonias religiosas de bodas, quince años, bautizos, juegos infantiles y paseos al campo. Nos mostraron el rostro de una clase media promovente de la paz en la ciudad. 

Las imágenes de la atmósfera social y cultural de la ciudad quedaron registradas en media hora de filmaciones y más de doscientas fotografías compartidas por los herederos de don David López Tena: Guillermo y Lucero con nosotros los salvaterrenses radicados en la ciudad amada por el matrimonio López Castillo.