sábado, 20 de abril de 2024

Con soldados de escolta se proyecta una imagen de solemnidad a las candidaturas en campaña

La importancia social de ser candidato municipal

por Pascual Zárate Avila
 

El proceso electoral para la integración de las representaciones populares de regidurías, diputaciones, gubernaturas y presidencias, en esta ocasión tiene un nuevo estilo. 

Luego del artero atentado fatal de la candidata Gisela Gaytán en Celaya, Guanajuato, los brigadistas de campaña tienen una nueva imagen de respetabilidad con la inclusión de un elemento armado.

Con la formación de una escolta a su contingente de brigada propagandista los candidatos logran un efecto espontáneo de respetabilidad. La juventud contraria no hace ironías ni mofas de las candidaturas opuestas a su simpatía.

Me impresionó la Guardia Nacional al ir camino al portal de la Luz a comprar una paleta a media mañana. Eran tres soldados formalmente puestos de pie a poca distancia de una mesa del restaurante "Mi Terruño", haciendo una media luna de protección.

Fijé mi atención en la mesa y me percaté de la entrevista realizándose entre el periodista Tonatiuh y la candidata del Partido Verde, Lesli. Muy jovencita la candidata, vestida con su playera verde y conversando animadamente con un gran entusiasmo juvenil.

La Guardia Nacional transmitía la imagen de estar protegiendo una actividad muy importante para la ciudad, a una de las protagonistas electorales, una valiente joven candidata. No despierta una mirada superficial e irónica a la actividad del partido considerado débil en la elección municipal.

La respetabilidad de la institución de la Guardia Nacional se trasmite a las brigadas electorales de los candidatos y no hay desaires a los porristas con gritos de rivalidad. 

En 1988 ver acercarse a los domicilios de los partidos de oposición, como al PFCRN (Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional), a los camiones con soldados del ejército, era motivo de temor, muchos candidatos y activistas estaban informados de la masacre de 1968 en Tlatelolco, no dejaban de imaginar la posibilidad de ser agredido hasta en una pequeña ciudad como Salvatierra. 

Es positiva la nueva percepción social de las fuerzas armadas en el actual proceso electoral, esperando no olvidar a la candidata de Celaya en su sacrificio por la democracia de Guanajuato. 





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