viernes, 5 de abril de 2024

¿Las elecciones pueden detener la inseguridad?

 


El estilo de los presidentes municipales de Salvatierra,

según mi memoria.

por Pascual Zárate Avila

En este tiempo electoral es interesante analizar los cambios en la preparación y personalidad de los presidentes municipales. Voy a realizar un recuento empleando únicamente las impresiones de mi memoria actual: 

Recuerdo con claridad haber charlado brevemente con Efrén Guerrero Torres cuando él era presidente municipal de Salvatierra, fue en el pasaje del auditorio municipal, estaba inaugurando el techo del patio central del antiguo convento del Carmen. Fue muy cordial su llamamiento al orden para asistir por primera vez a usar el auditorio en un baile llamado “tardeada”. Lo conocí vestido de corbata, traje y con empleo de modales educados con los jóvenes nerviosos y gritones ante el evento social del baile juvenil. 

En el año de 1973 se hizo el cambio del periodo de gobierno municipal, pasó de dos años a tres, para ello se hizo un artículo transitorio donde se marcaba un periodo de un año. Recuerdo haber escuchado el currículo del presidente para ese año, se llamaba Manuel Avila Pizano de quien decían cuál era su mayor mérito: haber sido administrador municipal del Mercado Hidalgo por más de dos décadas. 

Volví a tener diálogo con un presidente hasta 1979 con Carlos Nava Lara, a quien busqué para proponerle llevar a cabo un homenaje a la poeta Ana María López Castillo. El homenaje lo hizo suyo y organizó un programa de televisión en canal 4 del estado de Guanajuato y una conferencia magistral con un importante miembro del Seminario de Cultura Mexicana, era una persona educada en su trato, un gran lector de poesía. 

Con Roberto Méndez del Horno tuve la oportunidad de participar en su campaña electoral por la presidencia municipal en 1980. Era una persona respetuosa y empoderada para apoyar en la gestión administrativa. Su experiencia de líder campesino era natural, hablaba con seguridad con funcionarios estatales como con las vendedoras del mercado, usa su sombrero todo el tiempo.  

Conocí con curiosidad al presidente municipal Filiberto Navarrete Rosas en 1985 por ser el primer salvaterrense con la carrera de Licenciado en Ciencias Políticas. Era una persona culta, en su periodo incluyó en la nomenclatura a la poeta Ana María de López Tena en una calle de la prolongación Benito Juárez. 

A Martín Santos Gómez lo traté en 1988 cuando fue a votar a la casilla electoral ubicada en los portales de la explanada del Carmen, iba acompañado con todo su equipo de funcionarios. Tuve un desacuerdo con él, le hice la observación de no permitir el voto especial de todos sus acompañantes, quienes además tenían como casilla de votación la ubicada en el Portal de La Columna.  

En el gobierno de Rigoberto Paredes Villagómez en 1988, solo recuerdo haber participado en una de sus visitas de campaña con estudiantes, que critiqué públicamente por estar preparada para pedirle compostura del camino a la escuela. Eran los recursos municipales puestos para hacer regalos proselitistas a la ciudadanía. 

Con Raúl Ulises Cardiel Gutiérrez llegó la alternancia partidista al gobierno municipal. En 1991 me tocó conocer de cerca el fenómeno psicológico de ver cómo cambia una persona de ser candidato a gobernante. Una sorpresa en las lides políticas no se es la misma persona cuando recibe el poder de gobernante. 

A Gerardo Sánchez García lo conocí empoderado en su papel de político. Él se percibía a sí mismo en 1993 como la modernidad en la gestión municipal, nunca cruce una conversación directa con él. 

Quien realizó un estilo diferente de gobierno municipal fue Moisés Ramírez Patiño, tuvo como espacial fortaleza para tomar decisiones, su capacidad para escuchar a las personas en sus peticiones y consultar a conocedores del tema. En su periodo de gobierno de 1998 a 2000, impulsó la gestión cultural de manera trascendente. 

A Daniel Sámano Arreguín lo conocí en los años de efervescencia de 1989 como una persona con voluntad de cambiar la política ineficiente e irresponsable de los gobiernos municipales. Observando su gestión municipal de 2000-2003, ahora conocí el dicho sobre las personas que llegan al poder: “el sistema los cambia”. 

De Enrique Ortiz Jiménez puedo afirmar su capacidad administrativa para delegar con confianza a lideres expertos los proyectos de gestión pública municipal. En 2003-2006 se realizaron proyectos culturales sobresalientes, sobre todo en la restauración de monumentos históricos. 

Raúl Ulises Cardiel Gutiérrez regresó a gobernar Salvatierra de 1906-1909, lo recuerdo como un periodo audaz al iniciar el festival del encierro de toros en el centro histórico, pero entonces apareció el primer mensaje de horror en el jardín principal. Impulsó la gestión de la zona de construcción de edificios públicos en Janicho.  

A la gestión de Guadalupe Nava López, de 2009-2012, la recuerdo como un periodo donde se continuó con la construcción de los edificios públicos de Janicho y se asumió, como prioridad de gobierno, la tarea de dotar a todas las comunidades del servicio doméstico de agua potable.  

Lo más memorable de la gestión municipal de Rito Vargas Varela 2012-2015, fue el comienzo de la consolidación de un proyecto largamente comentado por las administraciones anteriores, hacer de la ciudad de Salvatierra un atractivo destino turístico.  

Mi percepción más paradójica de la administración de J. Herlindo Velázquez Fernández 2015-2018, fue el agotamiento del proyecto cultural del encuentro internacional de escritores. Se perdió el rumbo cultural y empezó el deterioro del sueño de construir en la ciudad un gran atractivo para el turismo cultural. 

Con Karla Alejandrina Lanuza Hernández 2018-2021, creímos tener la influencia de un gobierno cosmopolita, pero empezaron los tiempos del susto, del asombro por el horror. Fueron localizadas inhumaciones clandestinas de más de 75 personas. Además, sucedió la primera masacre de cuatro funcionarios municipales. 

Hoy, con Germán Cervantes Vega 2021-2024, podemos sentir cómo va a ser lo recordado de este periodo municipal, continua el horror inolvidable con la posada de diciembre de 2023 en San José del Carmen. 

Ahora estamos en el proceso electoral del periodo 2024-2027, la pregunta para mí mismo es: ¿nuestro voto puede detener la continuidad de administraciones del horror?  

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.