jueves, 5 de septiembre de 2024

Argomedo, una biografía de interés para los habitantes del Molino de Ávila y Batanes de Salvatierra, Gto.

 Biografía de Juan José Argomedo Rousin

Industrial y hacendado  

1821-1873

por J. Jesús García y García

 



 

Ubicamos la raíz de la dinastía Argomedo en la pareja (casada canónicamente el 9 de agosto de 1846 en la parroquia de San Pedro de la Cañada, Querétaro) de don Juan José Argomedo y doña Margarita Scanlan.


Él nació en la provincia de Santander, España, hijo de José Argomedo y de María Rousin,1  y ella, de sangre irlandesa, vino al mundo en Filadelfia, Estados Unidos de América, hija de Patricio Scanlan y Susana Harra.


Se conocieron en el Molino Colorado, Querétaro (hoy Hércules), donde vivieron sus primeros 17 años de casados, y tuvieron numerosa descendencia inmediata y mediata.


Pretendo desenredar en lo posible la historia familiar de los Argomedo, que se complicó más con los enlaces que se dieron habiendo impedimento por consanguinidad:  


- José Alberto Felipe Neri, bautizado el 26 de mayo de 1847 en la parroquia de San Pedro, de La Cañada, Querétaro.  


- María Ceferina Amalia, a la cual bautizaron el 26 de agosto de 1848 en La Cañada.  


- Isabel Prisca Josefa de Jesús de la Santísima Trinidad, bautizada el 20 de enero de 1850 en La Cañada. Ella se casó con Cayetano María Rubio Rubio (hijo del celebérrimo industrial hispano-queretano del mismo nombre, dueño de la fábrica textil “El Hércules”) el 10 de septiembre de 1865 en Salvatierra. Hijos: José Pascual Miguel, bautizado el 11 de octubre de 1873 en la parroquia de Santiago de Querétaro, que murió el 10 de mayo de 1901; Aurora y Manuel. 


- Juan Domingo, quien se haría llamar Juan D., cuya fecha de nacimiento no aparece (según sus cuentas debió haber nacido en 1850 en el Molino Colorado), el cual se casó con Luz Villagómez el 29 de noviembre de 1884 en Salvatierra. Hijos: María de la Aurora Guadalupe Javiera (se casó con el español Nazario Huerta), María Concepción de la Soledad (casada con Ignacio Aguado Gómez), María del Carmen (casada en México con Benito Etchegaray), Juan Bautista de la Piedad (casado en la Ciudad de México con María Luisa Pérez Garza) y José Salvador Alberto (se casó con Ana Josefina Samaniego en California, E.U.A.). Juan D. se inició en la política municipal en Salvatierra en 1881, pasó después a la legislatura estatal y finalmente a la federal. Hubo quien lo acusara de ser uno de los instigadores del asesinato de don Francisco Ignacio Madero 


- María de los Dolores, bautizada el 19 de septiembre de 1852 en La Cañada, quien se casó en la ciudad de México el 28 de agosto de 1914 con Fernando Salcido Grimaldo. 


- José (que comprimió así su nombre, seguramente más largo, y cuyo bautizo debió ser en el año de 1853, en La Cañada, según se infiere de las declaraciones que el propio interesado hizo ante el Juez del Registro Civil de Salvatierra el 10 de agosto de 1910 al solicitar la legitimación del matrimonio canónico que contrajo el 26 de junio de 1886 con su prima hermana Margarita Scanlan y legalizar así a cuatro de los hijos que había tenido la pareja. Se formó de esta manera la fórmula conyugal José Argomedo-Margarita Scanlan que ha causado muchas equivocaciones por el parecido que tiene con los nombres de los fundadores de la dinastía). Los hijos de José y Margarita fueron Juan José de la Purísima Concepción, José Doroteo, José Alberto, María Clementina Margarita María de los Dolores y otra Margarita (1896). 


- José Nicolás María de los Dolores, bautizado el 17 de septiembre de 1854 en La Cañada. Murió de hemofilia el 28 de junio de 1901 en Salvatierra, sin sucesión. 


- María Rutila Josefa de la Santísima Trinidad, bautizada el 8 de junio de 1856 en La Cañada. Se casó el 20 de mayo de 1880, en Salvatierra, con Agustín González, español radicado en Celaya, pariente de don Eusebio González, habiéndolos asistido personalmente en sus nupcias el arzobispo de Michoacán. Los cónyuges tuvieron cuando menos dos hijas cuyos nombres de casadas habrían de ser: Isabel González de Sañudo y María González de González. Con el enlace de Rutila, los Argomedo de “Batanes” quedaron emparentados políticamente tanto con los Rubio de “Hércules” como con los González de “La Reforma”. 


- María Severina de la Concepción Margarita de la Santísima Trinidad, bautizada el 17 de febrero de 1858 en La Cañada. 


- José Galo de Jesús Feliciano Agustín de la Purísima Concepción Miguel, bautizado el 20 de octubre de 1859 en La Cañada. De la sarta de nombres que le pusieron escogió el último, Miguel, para el uso cotidiano. Tomó por esposa a Concepción Wiella, con la que tuvo varios hijos, entre ellos María, la cual a su vez se casó con Pedro Herrera Zamora (26 de octubre de 1914), enlazando así a los Argomedo con la familia paradigmática salvaterrense que fundó don Pedro Herrera Márquez. 


- María Celestina de los Ángeles Valeriana de la Purísima Concepción, bautizada el 14 de abril de 1861 en La Cañada, la cual contrajo matrimonio en Salvatierra con el médico Ramón Ruiz Álvarez el 16 de agosto de 1893. De este matrimonio nacieron María Consuelo Celestina, María de los Dolores, María Carmen de los Dolores, María Amparo y Ramón. 


- Esteban Rafael Antonio, bautizado el 11 de enero de 1863 en Salvatierra. 


- Encontré al paso menciones de Cayetano Argomedo pero no hallé los datos primordiales suyos. 

 

Proseguir en la ubicación genealógica de posteriores Argomedo no es propósito de esta semblanza. Hasta aquí el exordio. 

  

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Su ligazón familiar con don Cayetano María Rubio y su amistad (posteriormente también parentesco) con don Eusebio González, administrador de la fábrica “La Reforma”, de Salvatierra, llevaron a don Juan José Argomedo a mudarse aquí para establecer una planta manufacturera textil, que haría un enlace entre “El Hércules” y “La Reforma”, beneficiándose un tanto con la experiencia y el adelanto tecnológico logrados en Querétaro y en Salvatierra. Compró para ello la hacienda de San Isidro Batanes y su anexo “El Obrador”, y allí construyó la instalación fabril que fue conocida con el nombre de Batanes. También poseyó la hacienda de San Buenaventura.  

 

La fábrica textil de Batanes no inició sus actividades en 1870, como se ha dicho y repetido. En 1862, cuando más tarde, ya don Juan José y su familia tenían su hogar en Salvatierra. Tres años después ya tenía problemas con la tesorería municipal salvaterrense, a cuyo titular se dirigió el 17 de junio de 1865 en los siguientes términos:  

 

Impuesto de la comunicación que esa Tesorería Municipal se sirve dirigirme con fecha 13 del
actual, debo decir a V. que por las pocas introducciones que ha hecho la Fábrica, ni se han
enterado por la casa ni cobrado por esa oficina derechos municipales, en virtud de la exención
otorgada por la Ley de 4 de agosto de 1857; exención que por circulares aclaratorias posteriores, especialmente del Ministerio Muñoz-Ledo, comprende hasta las materias primas destinadas a la elaboración fabril. Obstáculos que no puedo allanar en el perentorio término que esa oficina me ha señalado, me impiden decir con precisión las fechas de esas resoluciones legislativas; pero la Tesorería misma posee medios de hacer las rectificaciones que correspondan, consultando sus archivos de las épocas que pertenecen a las Administraciones Zuloaga y Miramón. Por lo demás,
 
casi todas las introducciones que se han hecho a la Fábrica no lo han sido por ella misma, sino que a la puerta de la Fábrica ha comprado a los introductores los artículos que ha necesitado; y supone que ellos, como era de su deber, habrán dejado satisfecho todo lo que hayan causado por cualquier título. En todo caso, parece equitativo que, habiendo sido de buena fe la falta de los enteros y aún del cobro, para el que no se acompaña liquidación alguna, no debe quedar obligada la Fábrica de mi cargo sino a lo que causare por las introducciones que verifique después del Decreto de fecha 8 del mes ppdo. de mayo. - Lo que digo a V. en respuesta a su nota oficial citada. - Juan J. Argomedo (rúbrica). - Sr. Tesorero Municipal de Salvatierra.2 

 

Esta comunicación revela ya un cierto pasado salvaterrense, por corto que sea, y usa repetidamente el término fábrica para referirse a las instalaciones de referencia, por lo que es de suponer que ya tenían un aspecto de giro industrial hecho y derecho. Es necesario, pues, rectificar la fecha de iniciación de operaciones de la fábrica de Batanes (quizás haya empezado sus actividades en 1864). Por otra parte, el 20 de enero de 1868, en sesión del H. Ayuntamiento de Salvatierra, a moción del regidor Vicente T. Torres, se acordó preguntar a don Juan J. Argomedo “con qué título o derecho ha mandado cerrar los arcos del portal inmediato al puente y se ha tomado un pedazo de camino o calle”. 

 

El patriarca don Juan José Argomedo falleció el 2 de febrero de 1873, en Salvatierra, a causa de una “congestión pulmonar”.3  Poco tiempo después sus descendientes inmediatos formaron la sociedad “Hijos de Argomedo” que en Batanes instalaría una planta eléctrica, de las primeras de la región, que, además de dotar de energía a la fábrica, habría de suministrar, a partir de 1902, el fluido para la iluminación pública y las necesidades domésticas de nuestra ciudad.
 

 

Juan D. Argomedo y Manuel M. Rubio Argomedo hicieron carrera en la política, primero en el Ayuntamiento local y después en el Congreso del Estado y en el Congreso de la Unión. La influencia lograda por Juan D. fue notable. 


La sociedad “Hijos de Argomedo” fue propietaria de algunas de las mejores casas de Salvatierra y fue, también, la primitiva dueña de la plaza de toros. También poseyó en propiedad las haciendas de Cerro Gordo y Dolores, en Salamanca. Tuvo su cementerio particular en “Batanes” y en él está la estatua de algún miembro de la familia. 

 

Manuel y Santiago Scanlan, cuñados del patriarca Argomedo, ferrocarrileros de origen estadounidense, también sintieron el llamado a volverse salvaterrenses. Sólo Santiago permaneció aquí, formó una extensa familia y murió en este suelo. 

 

Los Argomedo “se fueron escaseando” en Salvatierra, la industria que los trajo aquí vino a menos y vendieron la finca de Batanes al millonario celayense don Alfonso Irigoyen, quien prácticamente la desaprovechó y un día, quién sabe cómo ni por qué, la finca volvió al dominio de los Argomedo supervivientes, quienes la cedieron a los padres Legionarios del Reino de Cristo para que éstos establecieran su Seminario Menor. 

 

Soporte documental y bibliográfico importante: 

 

* Sitio de Internet www.familysearch.org/ 

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