Estando en visperas de la celebración del Bicentenario del entronizamiento de la imagen de Nuestra Madre Santísima de la Luz, los estudios que puedan surgir para fortalecer la identidad de los salvaterrenses deben ser difundidos. Y es el caso que el Ayuntamiento de La Piedad, Mich. tiene publicado desde el año 2000 el libro de quien fuera el primer rector del Seminario de Morelia en 1770, cuando se inauguró el edificio del seminario, el cual ahora es el Palacio del Gobierno del Estado de Michoacán, el que esta enfrente de Catedral. El libro se denomina "EL Fénix del Amor" y trata sobre el Señor de la Piedad, un crucifijo que surgio de una hogera, por ello su nombre, en 1687.
Agustín Francisco Esquivel y Vargas vivió en la esquina de Madero y Morelos, en la calle del lado del jardín de niños Cuauhtémoc. Fue un sacerdote que obtuvo el doctorado en Teología en la Real Universidad de México en 1753, siendo el primer párroco del santuario del Señor de la Piedad, en el poblado de la Piedad, Mich.
Esto es importante porque en septiembre, cuando se celebren las fiestas del Bicentenario del templo parroquial, será importante hacer un recuento de los hombres que fueron devotos de la Virgen de la Luz y que tomaron la misión apostólica de evangelizar las tierras mexicanas y comenzaron a integrar a las sociedad novohispana con una concepción de identidad americana. Leyendo el libro del Fénix del Amor se entiende cómo fue el mestizaje y la conformación de la nacionalidad que ahora tenemos. Fue un proceso interesante regido por el humanismo de los criollos, por lo que la comparación entre el jesuíta guatemalteco Rafael Landívar y el salvaterrense Agustín Esquivel arroja una comprensión de nuestro origen regional, nos permite conocernos más a nosotros mismos.
Con ese objetivo esta elaborado el proyecto de realizar una exposición de los libros y manuscritos autógrafos de todos ellos, Landívar, Escobedo, Esquivel, Ojeda, Castillo y Guisa, junto con la organización de mesas redondas sobre la trascendencia de la construcción de los templos y escuelas fundadas por los sacerdotes para formar el capital social que devino en una nación independiente. Salvatierra es cuna permanente de humanistas, es al activo más constante durante toda las historia de México, y ello es un patrimonio para impulsar el perfil cultural de la ciudad y recibir distinguidos visitantes de todas partes del mundo.
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