viernes, 19 de diciembre de 2008

Análisis del "Primero Sueño" de sor Juana Inés de la Cruz: las ciencias naturales


Sor Juana se plantea una pregunta acerca de la razón por la cual el hombre es compendio y término de la creación, se contesta la imposibilidad de discurrir tan complicados aspectos del mundo y su relación al pensamiento de Dios, si simples procesos naturales no se los alcanza a explicar, si no sabe porque las flores tienen una bella figura, unos colores también, bellos y un aroma agradable. Y porque cambia de color con el día, que cambia tanto como la tez de una mujer.
Para sor Juana es fundamental conocer el mundo natural para así acercarse al conocimiento más elevado, el cual está en relación a Dios, y aquí encontramos a manera de interrogación una propuesta de conocimiento de las cosas para así conocer más propiamente la esencia de Dios. Es una reinvicación del conocimiento natural al interior de la Doctrina Cristiana, es un abandono de las ideas puramente morales y místicas como formas de aproximación a Dios.
Sor Juana nos ha aclarado que busca, siguiendo la tradición metafísica que ha aprendido de los filósofos medievales, la verdad, pero nos aclara que se ha lanzado a esa búsqueda careciendo de conocimientos, digamos, puramente científicos, es decir, que expliquen siquiera el orden físico de la Naturaleza.

"Estos, pues, grados discurrir quería
unas veces. Pero otras, disentía,
Excesivo juzgando atrevimiento
el discurrirlo todo,
quien aun la más pequeña,
aun la más fácil parte no entendía
de los más manüales
efectos naturales;
quien de la fuente no alcanzo risueña
el ignorado modo
con que el curso dirige cristalino
deteniendo en ambages su camino
--los horrorosos senos
de Plutón, las cavernas pavorosas
del abismo tremendo,
las campañas hermosas,
los Eliseos amenos,
tálamo ya de su triforme esposa,
clara pesquisidora registrando
(útil curiosidad, aunque prolila,
que de su no cobrada bella hija
noticia cierta dió a la rubia Diosa,
cuando montes y selvas trastornando,
cuando prados y bosques inquiriendo,
su vida iba buscando
y del dolor su vida iba perdiendo)--;
quien de la breve flor aun no sabía
por qué ebúrnea figura
circunscribe su frágil hermosura;
mixtos, por qué, colores
--confundiendo la grana en los albores--
fragante le son gala;
ámbares por qué exhala,
y el leve, si más bello
ropaje al viento explica,
que en una y otra fresca multiplica
hija, formando pompa escarolada
de dorados perfiles cairelados,
que --roto del capillo el blanco sello--
de dulce herida de la Cipria Diosa
los despojos ostenta jactanciosa,
si ya el el que la colora,
candor al alba, púrpura al aurora
no le usurpó y, mezclado,
purpúreo es ampo, rosicler nevado;
tornasol que concita
los que del prado aplausos solicita;
preceptor quizá vano
--si no ejemplo profano--
de industria femenil que el más activo
veneno, hace dos veces ser nocivo
en el velo aparente
de la que finge tez resplandeciente."

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