Escribir libros y salir a venderlos

La naturaleza bipolar de vender libros

La época cuando el libro era la forma única de transmitir la belleza, la filosofía, el arte y la ciencia ha perecido. La mentalidad sufrió cambios y la tecnología digital de vídeos y las redes sociales son ahora la forma universal para la expresión de la vida cotidiana.

Las plataformas de Internet son propias para imprimir y vender archivos de libros. Producen ejemplares a la medida personalizada del cliente esté donde esté.

Luego de subir a la venta cuatro libros en la plataforma de Amazon, pedimos ochenta libros impresos y salimos a venderlos, luego de hacer la acostumbrada presentación de libros en una plaza comercial llamada La Casona, en Salvatierra, Gto.

La venta fue un éxito y ahora está agotado el pedido de ochenta libros. La experiencia de ser autor de un libro, imprimirlo y luego salir a visitar a los clientes para venderlo, resulta ser un trabajo bipolar.

Lo bipolar se debe a los dos sentimientos propios del negocio de los libros. La presentación del libro le otorga al autor la consideración de ser una persona preparada, de trabajo noble y humanista. Pero el mismo autor vendiendo sus libros es considerado como equivocado por ser sin rentabilidad el negocio.

Lo curioso, sin embargo, consiste en el gusto interior del autor, así es la conformación de la consciencia humana, Eros y Tánatos, sentido de vida y sentido de muerte. Contradicción dialéctica de lo concreto.

Los cuatro libros publicados mediante Amazon son una valiosa bibliografía para conocer y comprender la cultura local de Salvatierra. Son textos con autores de prestigio nacional. Son joyas literarias patrimonio cultural de Salvatierra, son indispensables para disfrutar de la ciudad tanto para los residentes como para los visitantes.

Ha sido una experiencia de película salir a visitar a los amigos para vender los libros, una forma de enriquecer el capital social local. Volveremos a pedir otro paquete de ejemplares y lo ofreceremos aunque el trabajo sea de naturaleza bipolar.

Pascual Zárate Avila