viernes, 8 de agosto de 2008

Tradiciones de Salvatierra, templo de Santo Domingo.


La caminata de los lunes.
La tradición de san Nicolás de Bari, es parte de un culto popular, donde sus devotos tienen la ocasión de acudir ante su patrono, para hacerle peticiones, durante cada lunes de todo el año.
La caminata de los lunes, empieza con una misa a las once de la mañana, para darle tiempo a que puedan llegar los devotos, que vienen de los ranchos cercanos. Aunque, desde las diez de la mañana, ya empiezan a reunirse en el atrio, pues muchos llegan temprano. En una de las ocasiones que realizamos las entrevistas, --en el año de 2003,-- un matrimonio, de los que afirmaron llevar asistiendo a la caminata, desde los años cuarenta, nos refirió que ellos eran de Urireo, y que visitan el templo los lunes, siempre y cuando no tuvieran ocupaciones, como ese día de la entrevista, que era una mañana con llovizna ligera. Otro devoto, nos informó que él era obrero jubilado de la fábrica "La Reforma", y que asistia desde niño a la misa del lunes e, incluso, nos dijo que fue alumno, hasta el tercer año, de la escuela parroquial que impartía clases en los claustros, de lo que fue el hospicio y hospital en los siglos anteriores y, que, ahora, están demolidos.
Los feligreses de la misa de los lunes no son escazos y, hoy, en el año 2008, hay un gran aumento debido a que el oficio litúrgico lo atiende el Vicario episcopal. La misa se realiza con normalidad, al término de ella, es costumbre que todos los que realizarán la caminata, se congreguen frente al Altar para que el sacerdote les dé la bendición, rociando al grupo con agua bendita.
Luego, al retirarse el Padre, se reza el devocionario de san Nicolás de Bari, es una pequeña cartilla que data de 1925, y del que sólo conservan ejemplares en foto copia.
Al terminar de orar y, luego de haber realizado las peticiones personales en su interioridad, cada quien, comienzan a formarse para hacer dos filas y salir del templo, presidiendo la marcha, un devoto que porta un asta que tiene, como remate, a Cristo crucificado.
En el primer bloque, se forman las mujeres, siguiéndoles la imagen en andas de san Nicolas de Bari, para continuar con el contingente de los hombres.
Los devotos caminan cantando, y repitiendo jaculatorias, los salmos del glorioso san Nicolás. Salen al atrio, lo recorren dando una vuelta, y regresan al Altar del templo. Hacen oraciones de despedida y, algunos devotos, se acercan a la estatuilla, tocan su ropa, se concentran y musitan para si algún rezo, se persignan y retiran.
Al terminar la caminata de los lunes, depositan la imagen en un costado, dando la espalda a las gavetas, que están en uno de los cruceros actuales y, que fue la nave de la capilla principal en el siglo (dieciocho) XVIII, ahi se contienen las cenizas de los difuntos que están ahora, en estos tiempos de cambios en las tradiciones, siendo cremados.
Una de las más constantes devotas de san Nicolás de Bari, nos dijo: que "la caminata es como acompañar al Santo en su camino, de ir departiendo favores, porque sale uno a recorrer el atrio, con la imagen en andas, va uno cantando "glorioso san Nicolas", y repitiendo el canto todo el recorrido y, como que ahí es cuando una hace más fuerte su petición", nos expresó Luz María Méndez.
La caminata de los lunes es un ritual popular, que se hace en Salvatierra desde hace más de un siglo. Cuando se encomiendan peticiones al Santo, que los alemanes llaman Santa Claus, se debe acudir tres lunes seguidos, y realizar oraciones diferentes para cada una de las tres ocasiones, se debe acudir, si se le pide al Santo, que interceda, por nosotros, ante Dios.
En el barrio de Santo Domingo hay una gran proliferación de historias, muchas sobre los milagros realizados a los devotos, como la de un señor veracruzano, quien no conocía Salvatierra, y que llegó aquí, porque fue el único lugar del que tuvo conocimiento, de que era venerado san Nicolás de Bari. Contó a los vecinos del barrio, --luego que ellos lo vieron llegar de rodillas, desde la esquina de la calle Morelos, hasta el nicho donde está la imagen del Santo--, que estando en la cárcel, desde hacía varios años, por una falsa e injusta acusación, --y que no pudiendo defenderse por falta de recursos económicos,-- un compañero de prisión, que iba a salir, le regaló una estampita de san Nicolás de Bari, y le dijo, "Encomiendate, pues es muy muy milagrosa". Luego de dedicarle sus oraciones, si llegó san Nicolas de Bari, en la persona de un licenciado muy bondadoso, quin le tomó el caso sin cobrar nada. Le resolvió su juicio, y saliendo de la cárcel, él anduvo preguntando: ¿Dónde hay un templo dedicado a san Nicolás de Bari?, y así recorrió buena parte del país, hasta que, en la ciudad de México, un paisano le dijo que, en su barrio de Salvatierra, se le veneraba los lunes y, el exconvicto veracruzano, llegó en ese día de la semana, muy temprano, de rodillas, para asistir a la caminata.
Asi como ésta anécdota, que se sigue contando con emoción, los vecinos dicen, que la caminata es una tradición, que los identifica como oriundos del barrio de Santo Domingo y, aunque no es muy conocida en la ciudad, les proporciona una alta estima de si mismos, por tener un gran gusto y valorar en mucho a la tradición de su barrio, como una fuente, también, de consuelo y para beneficio de la gente popular de todo México.

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