lunes, 21 de junio de 2010

La etnobiodiversidad de la fiesta del Buen Temporal de Salvatierra, Gto., decaída en su riqueza cultural

Las fiestas del Buen Temporal dedicadas al Señor del Socorro en el barrio de San Juan Bautista en Salvatierra, son una celebración emblemática del regocijo por la biodiversidad del Valle de Guatzindeo.
El barrio indígena levanta seis arcos adornados, colocan la imagen de Cristo crucificado en la parte superior donde culmina el ornato de los pilares de madera y el semicírculo cubierto de arbustos, flores, frutas, verduras y granos que se cultivan en los campos de la localidad.
Una interpretación teológica apunta hacia la expresión didáctica del argumento del obispo franciscano san Buenaventura sobre las seis iluminaciones del itinerario de la mente a Dios. La primera iluminación de la prueba de la existencia de Dios son las flores y frutos del campo. Los indígenas del barrio de San Juan fueron evangelizados por los franciscanos y el casique fundador Juan Miguel, cooperó generosamente con las finanzas para los materiales y los trabajos de construcción del convento de San Buenaventura.
La interpretación se complementa con el origen de la rica biodiversidad de los frutos de la naturaleza que adornan los arcos del buen temporal. Los carmelitas descalzos trajeron, de su convento de San Joaquín, las diversas plantas europeas que aclimataron, para el nuevo continente, en sus extensas huertas de Coyoacán.
Los arcos de frutas de la fiesta indígena sorprendían a los visitantes al contener como adorno uvas, fresas, chayotes, calabazas, mazorcas de maíz rojo, amarillo, blanco; trigo, cañas de azúcar, dátiles, granadas chinas, higos, granadas rojas, jícamas, melones, piñas, papayas, sandías, cacahuates, cebollas, jitomates, tomates, ajos, guayabas, limones, naranjas, mandarinas, lechugas, nueces, aguacates, ciruelas, chiles, vainas de mezquites, guanabanas, zapotes, mangos, zanahorias, camotes, garambullos, tejocotas, capulines, zarzamoras, tunas, rábanos, flores de girasol, rosas, claveles, margaritas, zempanzuchil y todos los frutos eran presentados como productos que crecían en el valle de Guatzindeo.
La expresión que acuñaron los agricultores del valle simplemente decía: "Todo lo que se siembra en Salvatierra se dá". Todas las plantas que trajeron los sabios carmelitas descalzos crecieron abundantemente en los campos del municipio, en los grandes patios y en las pequeñas huertas de las casonas de la ciudad.
Las guayabas eran abundantes en su diversidad genéticas, la cual se refleja en los nombres que existen para designar las variedades: puerqueras, de algodón, de leche, de agua, rosadas, peruanas y otros veinte nombres más. Los injertos de la guayabas fueron una actividad de investigación especial de los frailes carmelitas, dadas las propiedades medicinales de las guayabas, sobre todo por ser curativas de las enfermedades gastrointestinales tan difundidas en una época de insalubridad del agua.
El aprecio de nuestro patrimonio cultural etnobiológico debe ser conservado en todo su esplendor, y una de las manifestaciones estelares lo representan los arcos de frutas en las fiestas del Buen Temporal, por lo que se debe cambiar la forma de recolectar frutos, que en estos tiempos han sido proporcionados por la caridad de los locatarios del mercado Hidalgo para las familias que tradicionalmente los tejen y los arman, reduciendo la riqueza de adornos que proporciona la diversidad de frutos en los arcos, pues por otro lado el comité organizador, ha aumentando la cantidad del dinero de las cooperaciones en el pago de las bandas de viento para promover una mayor consumo de cervezas y vinos durante la alborada, olvidando el sentido místico de la fiesta que nace por la necesidad de pedir el buen temporal y agradecer las cosechas habidas en el año mediante rezos cantados en la adoración nocturna del Señor del Socorro.
Una fiesta más a la tricentenaria celebración del Señor del Socorro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahí que notar que este articulo nos menciona la gran biodiversidad que se tenia antes en el valle del guatzindeo y que se a perdido la tradición y el misterio de esta fiesta sobre los resos para el buen temporal.
Me parece muy interesante, el patrimonio cultural etnobiológico debe ser conservado en todo su esplendor, y una de las manifestaciones estelares lo representan los arcos de frutas en las fiestas del buen temporal o como la conocemos, la fiesta del barrio de san Juan