martes, 29 de marzo de 2011

13.- Los triunfos y victorias del Estado

Estado y ciudadanía por Jesús Guisa y Azevedo
Comentario de Pascual Zárate Avila

Comentario:

La seguridad pública municipal es la tarea primera del gobierno local. La seguridad se logra con armamento, equipo de seguridad, agentes capacitados, reglamentos municipales adecuados y la participación ciudadana vigilante.

El mal se vence con el bien, es decir con educación ciudadana, con empleos, con actividades recreativas, con solidaridad y con comunicación social. Actualmente le llaman programa de prevención del delito, el cual camina de manera incipiente en Salvatierra, no tiene ni la fuerza, ni la profundidad, ni la creatividad que se puede lograr empleando las fortalezas culturales de la ciudad en literatura, edificios, plazas, canchas, redes sociales y sociabilidad cohesionada en barrios y zona centro. Estas potencialidades no se toman para vencer al mal porque, simplemente quienes hacen los programas, se enfocan a lo repetitivo de acudir a escuelas y ahí impartir pláticas y organizar patios escolares con señales de transito.


13.- Los triunfos y victorias del Estado


El Estado es el poseedor único de la fuerza, su preminencia y poder constituyen su seguridad y la seguridad de todos. Pero su victoria está en la ley y en el derecho. Y entonces la fuerza de dominio y sujeción, se halla en todos los ciudadanos, en su conciencia de hombres libres, en el ejercicio de una vida que se inserta en el valor de la justicia, fuente de donde manan la ley y el derecho.

A más de la fuerza de su derecho, fuerza es que el Estado disponga de las armas y del dinero y de las formas y modos de llegar a la opinión, para poder alcanzar sus propósitos de universalidad, que no son otros que los de la justicia.

Sólo hay una manera de vencer al mal y es por medio del bien. Y el bien en la sociedad esta en el derecho, en la participación común, en las riquezas materiales, en la solidaridad de trabajos y esfuerzos.

Para que el Estado se identifique con la autoridad, para ejercer el derecho y fuerza, tiene que ser para vencer al mal. Su señorío es la justicia. Jesús Guisa, año de 1956.

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