sábado, 4 de noviembre de 2023

Joaquín Esquivel, jefe municipal de la Unión Nacional Sinarquista en Salvatierra, Gto. en 1946

 Las evocaciones de Joaquín Esquivel

Sus recuerdos del 2 de enero de 1946 en León, Gto.                     por Pascual Zárate Avila

Sus secretos de la militancia no visible sinarquista

Para explicar un corto cinematográfico de 1947



Película filmada en diciembre de 1947 por Miguel Zárate Sánchez

El corto cinematográfico nos muestra la visita del arzobispo primado de México, Luis María Martínez a Salvatierra, Gto., en el mes de diciembre de 1947 llevando tres visitas importantes, una a la escuela primaria artículo #123 La Reforma, a los directivos de la fábrica textil La Reforma y una entrevista con el presidente municipal interino de Salvatierra, Gto., C. Delfino Corona. ¿Cuál era su misión en su visita a Salvatierra después de la crisis del 2 de enero de 1946 en León, Gto.?

Charla con Joaquín Esquivel en 2007


Una mañana soleada platiqué con Joaquín Esquivel en el pasillo del jardín principal a la vía de la calle Hidalgo. Fue una charla casual, pero prolongada a pesar de conversar de pie. 
La conversación fue por su interés de contarme un pasaje biográfico de su juventud cuando fue nombrado jefe municipal de los sinarquistas en Salvatierra. Me refirió su inicio en el movimiento, el cual fue motivado por su madre quien le dijo: "en Salvatierra ya no hay hombres para que defiendan nuestros derechos civiles", le explicó lo escuchado a un sacerdote sobre la situación de pobreza de la población y de la creación de la Unión Nacional Sinarquista. Con esa provocación el joven Joaquín Esquivel, quien acababa de cumplir diez y ocho años y trabajaba en la fábrica textil La Reforma, se decidió entrar al comité municipal formado dentro de la fábrica por acuerdo de los directivos y un sacerdote, todo en absoluto secreto. Me confesó Joaquín Esquivel haber jurado guardar el secreto, aunque le costara la vida. Los directivos eran españoles de filiación falangista y el sacerdote era de la orden jesuita.

Recibió capacitación de sus derechos sociales, de las encíclicas sociales de la Iglesia Católica y de los objetivos y normas de la Unión Nacional Sinarquista, mostrando un gran compromiso con la organización cívica, al grado de ser nombrado jefe municipal a los diez y nueva años. 

Organizó una marcha por la ciudad para presentar la existencia de la UNS, donde iba él encabezándola. Al día siguiente el jefe de la policía municipal lo mandó llamar para darle un consejo, le dijo lo tierno de su edad para asumir la responsabilidad de dirigir un movimiento en lucha cívica. La actitud del jefe municipal fue de responder con un enérgico compromiso con la lucha sinarquista.

Para las protestas electorales llevadas a cabo en León, Gto., por el fraude electoral, fue llamado su comité para apoyar la marcha del 2 de enero de 1946 contra la imposición del presidente municipal. La concentración de sinarquista fue abatida con ametralladora causando la baja de una gran cantidad de sinarquistas ciudadanos de León. Cuando me relató este pasaje de su experiencia política en la plaza de León, recordó haber pensado su aprendizaje cuando asistió al servicio militar, tirarse pecho a tierra ante una refriega de balas. Contó cómo se fueron arrastrando por la plaza con su compañero Aranda para salir a la calle donde estaba una ambulancia de la Cruz Roja. Llegó empapada la ropa de sangre, así me lo refirió.

Tres días después llegó a visitarlo un jefe nacional de la UNS, Baltazar Valadez, quien le pido lo acompañara a la fábrica textil, donde fue recibido por el gerente Antonio Arechederra y ambos entraron a una charla privada en las oficinas. Me contó haber visto al jefe nacional Baltazar Valadez salir con un gran portafolio, se fueron para su posada donde se hospedaba y ahí, delante de él, abrió la maleta y la vio colmada de fajas de billetes de cien pesos.

Además, tenía permiso de la fábrica de no asistir a trabajar con la comisión de acompañar al jefe nacional en una gira por las localidades rurales de Acámbaro, Tarimoro, Celaya, Yuriria y Salvatierra para serenar a los sinarquistas de la región, quienes ya hablaban de levantarse en armas.

Pasó quince días acompañando a Baltazar Valadez, aprendiendo a debatir con las asambleas reunidas en las comunidades rurales, logrando convencer a los sinarquista del campo de tener calma y seguir el camino de la lucha pacífica.

La visita del arzobispo Luis María Martínez una continuación de pacificación

Las consecuencias de la represión armada hecha sobre la multitud de ciudadanos protestando en la plaza principal, frente a la presidencia municipal de León, Gto., fue la disolución de poderes en el Estado de Guanajuato por el Congreso federal diez días después de la fecha fatídica. la desaparición de poderes consistió en desconocer al gobernador Hidalgo, a los diputados de la Legislatura del Estado y a los ayuntamientos de todos los municipios, 

Dirigentes nacionales de la UNS e intelectuales solicitaron al presidente Miguel Alemán Valdés la autorización para la aprobación de un partido político de manera urgente y crearon el Partido Fuerza Popular dos años después. 

Para las elecciones de 1948 el acuerdo entre la dirigencia sinarquista y el gobernador fue aceptar los candidatos ciudadanos sugeridos por los sinarquistas en cada municipio. Para este acuerdo Joaquín Esquivel me contó su charla con Fulgencio López Medina, -quien fue el candidato del Partido Revolucionario Institucional por petición de la jefatura municipal de la UNS, así como regidores en su mayoría doctores-. quien le decía: "ustedes me metieron en esto de ser presidente municipal". Como su conducta fue de completa honradez el gobernador suplente, licenciado Jesús Castorena, lo desconoció en el mes de octubre por haber aplicado un recurso en la construcción de un puente y el gobernador Castorena lo había enviado para gastos de su recibimiento con el boato de una gran concentración campesina.

La visita del arzobispo Luis María Martínez es en el sentido de predicar la pacificación para participar en las elecciones municipales de la renovación del ayuntamiento de Salvatierra, mostrando físicamente los cambios del gobierno federal al ser más permisivo con los actos sociales de la iglesia, como lo era la extinción de los preceptos del Artículo Tercero Constitucional donde le daba a la educación un carácter comunista, por ello realiza la bendición de la Escuela Primaria Articulo 123 La Reforma.

Esa es nuestra explicación del corto cinematográfico filmado por el fotógrafo Miguel Zárate Sánchez.

Agradezco al Grupo Carolina, a la Dirección de Turismo, Joyería Rubí, La Veranda, Funerales Silva, Capillas Santa Mónica, Empanadas PANAFRANZ, Cremería Nayely, el Terruño, Odontopediatra Enrique Villagómez por su apoyo para llevar esta película al

Festival de Cine & Arte de Dolores Hidalgo CIN.


Por la edición un reconocimiento al estudio de vídeo, streaming y fotografía Raccontiamo Storie.

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