La sacristía del templo de San Francisco de Salvatierra, Gto., tiene una pintura mural que representa la jornada vaticana de autorización para la fundación de las ordenes mendicantes de los carmelitas, dominicos y franciscanos por el papa Inocencio III.
La pintura nos retrata a san Ángelo, fundador del carmelo ocupando la cátedra; a santo Domingo de Guzmán, fundador de los predicadores; y a san Francisco de Asís, fundador de los hermanos menores mientras Inocencio III realiza el Concilio de Letrán para reformar a la Iglesia Católica, hacia finales del siglo XII.
La pintura nos relata la amistad intima que desarrollaron santo Domingo y san Francisco mientras hacían antesalas para ver al Papa. La pintura sobre el sínodo de cardenales, obispos y cancilleres vaticanos con el Papa, nos muestra el contraste de las vestimentas humildes de los fundadores que pedían comunidades religiosas bajo reglas de pobreza, obediencia, amor y estudio de los evangelios, siguiendo las Reglas de san Agustín, con el esplendor de los ropajes de cardenales, cancilleres y el Papa.
La sacristía fue restaurada en 2009, junto con la fachada del templo de San Antonio de Padua.
Efectivamente sí existe una cultura de la conservación del patrimonio cultural en Salvatierra, por ello es importante proponer que el objetivo de tomar el rango de Ciudad de Monumentos sea acompañada con la fundación de una coordinación municipal de gestión del patrimonio cultural edificado, que investigue, eduque, promueva, restaure, conserve, difunda y promocion turísticamente el patrimonio cultural, lo cual se reflejara en una mayor calidad de vida por lo que representa de riqueza económica, espiritual, artística, social y educativa la cultura edificada de Salvatierra.
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