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lunes, 7 de febrero de 2011

Fábrica La Carolina y La Reforma candidata a recibir la declaratoria de monumento histórico nacional por el INAH

Solicitud de Monumento Histórico del edificio "Carolina y Reforma 1845"

Por Pascual Zárate Avila


Fotografía antigua de la fachada de la fábrica "La Reforma",
aproximadamente a fines del siglo XIX.

Introducción

    Los días de aniversarios para la ciudad de Salvatierra deben ser ´para obsequiarle buena noticias a los habitantes. Una de las más caras aspiraciones de los cronistas y poetas de Salvatierra es que los edificios coloniales se conserven en inmejorables condiciones y sean reconocidos por el Instituto de Antropología e Historia como monumnetos históricos nacionales.

    Inicié en septiembre la investigación para solicitar la Declaratoria de monumento histórico nacional en la categoría de paisaje histórico industrial para el inmueble denominado La Carolina y La Reforma.
Le envíe por correo electrónico al subdirector de Monumentos y Zonas Históricas del INAH en la ciudad de México los argumentos que tiene el edificio para ser declarado monumento histórico y una presentación multimedia con los pasajes más significativos de la crónica del inmueble fabril.

    La primera carta es la que envié en la última semana de noviembre de 2010, y la segunda carta es la respuesta de un encargado técnico de revisar la información que presenté, la cual llego en la última semana de enero de 2011.

    Para documentar nuestro optimismo publico ambos documentos, y esperemos que sea un buen regalo para celebrar el aniversario de la fundación de Salvatierra.

Carta a INAH


    Arquitecto González reciba un afectuoso saludo. En días pasados tuvo la amabilidad de tomar una llamada telefónica de la ciudad de Salvatierra, Gto., donde le expresé el deseo de obtener la declaratoria de monumento histórico nacional, en la categoría de Paisaje Histórico Industrial, para el edificio de la fábrica textil "La Carolina y La Reforma".

    Con la solicitud de recibir un diagnóstico suyo sobre la pertinencia de esta intensión cultural, me permito exponer de manera sucinta tres razones para solicitar la declaratoria y, además, le adjunto un archivo de presentación de diapositivas, tratando de ampliar las razones que a continuación expongo:

        1.- El edificio de la fábrica textil lo construyó originalmente, para almacenes y para molino hidráulico de cereales, que denominó "Molino de la Esperanza", en 1624, Gabriel López de Peralta, quien también construyó una presa y un acueducto para hacer uso del agua del río Lerma, entonces llamado río Grande. En 1845, cuando los industriales textiles mexicanos localizaron a los molinos hidráulicos para establecer las fábricas de hilaza y manta, Patricio Valencia, en sociedad, compró y acondicionó los tres salones del molino de La Esperanza para establecer una fábrica textil que nombró "La Perla".

        2.- Patricio Valencia Martínez perteneció a la junta de fomento de la industria de Salamanca, una de las creadas por Lucas Alamán, y presidida en esa ciudad por el presbítero Saavedra. Patricio con su hermana Tecla, en 1843 estableció una fábrica textil en Salamanca, con maquinaria que empleaba el vapor como motor, pero fue inadecuada esa tecnología para la realidad mexicana. La fábrica la encontramos referenciada con el nombre de La Reforma, en todas las memorias gubernamentales del siglo XIX. Como empresa capitalista, su desenvolvimiento fue siguiendo de manera sana las leyes de libertad y movilidad del capitalismo: pagaba semanalmente en metálico y no con vales, liberaba al obrero después de la jornada, no lo presionaba con el alquiler de vivienda, y no tenía reglas internas ni guardias de la empresa para vigilar.

        3.- Las utilidades de la empresa textil sirvieron para que la propietaria Emeteria Valencia Ibáñez las empleara para hacer obras de beneficencia en la región del Bajío, a la población vulnerable, prioritaria mente a niños y jóvenes en escuelas, durante el periodo comprendido de 1856 a 1893. Los muros de la fábrica siguen siendo los del molino hidráulico de cereales colonial, y aunque sufrió un siniestro en 1913, que incendió el algodón y la maquinaria, la reconstrucción respetó los muros y el estilo de las fachadas, cuyo cambio sólo se reflejó en las ventanas que se clausuraron.

    Arquitecto González estos son los argumentos que nos convencen de que tiene méritos el edificio textil de Salvatierra, Gto. para que obtenga la declaratoria de monumento histórico nacional, dado que contiene en su historia todos los pasajes de la historia industrial de México: primero como molino hidráulico colonial, luego como incipiente promotora de la industrialización nacional como fábrica textil que empleaba mulas como motor, luego al agua, al vapor y actualmente a la electricidad, que genera de manera renovable mediante turbinas hidráulicas.

    La solicitud que le hago es en el sentido de saber qué tramites y solicitudes elaborar y a quién dirigirlas, pero sobre todo si usted diagnostica valores suficientes para aspirar a la declaratoria.

    Agradeciendo su amable atención, deseándole lo mejor, me despido reiterando las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

Atentamente

Lic. Pascual Zárate Avila

Carta de respuesta INAH

Lic. Zarate:

    El Instituto Nacional de Antropología e Historia a través de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos reconoce el compromiso que usted tiene con la conservación y preservación de los valores culturales y patrimoniales de la fábrica La Reforma, ubicada en el la ciudad de Salvatierra, estado de Guanajuato.

    Convencidos de que la suma de esfuerzos serán eje rector para la salvaguarda de dicho patrimonio, la Subdirección de Catálogo y Zonas le informa por este conducto que una vez analizada la información proporcionada, es factible llevar a cabo un estudio para realizar el proyecto para la declaratoria de monumento histórico del inmueble conocido como "Fábrica La Reforma".

Atentamente
Lic. David Castillo
INAH

domingo, 10 de octubre de 2010

Porfirio Díaz y los científicos realizaron un excelente censo industrial

El régimen de la dictadura Porfirista inició realizando un muy buen
documento del inventario económico nacional en 1877.
Matrices de clasificación de las partes
que componen la producción fabril, están todas registradas.
El inventario está compuesto por avalúo de edificio, de maquinaria, salarios, número de operarios, consumo de algodón, motores, producción y valor de las telas en fábrica,
lugar a dónde se venden, el documento es realmente un fiel reflejo del trabajo del grupo
llamado Los Científicos del Porfiriato.

Información de las matrices de 1877, relativa a las fábricas de Salvatierra:

Operarios/ Jornal/
La Reforma: 200 Hombres/ 80 Mujeres/ 30 Niños/ de .31 a 1 peso/
Producción Mensual/ Precio Fábrica/ Venta.
1,500 Kilos de Hilaza/ 3,25 a 5 pesos pieza/ San Luis Potosí.
2,784 Piezas Manta/
10, 267 kilos pieza/
Maquinaria/ Edificio/ Materia prima/ motor/ Husos/ Telares/ Consumos
90,000/ 60,000/ Algodón/ Agua/ 3,650/ 200/ 4,000 quintales a $22 quintal
Propietario: Eusebio González López
Estado: Guanajuato


Batanes: 80 Hbres/---------/20 Niños/ de .31 a 1 peso/
1,300 Kilos de Hilaza/ .37 a .57 libra/6,000 Piezas Manta/.44 libra/
22,128 kilos pieza/ Venta en varios estados.
Maquinaria/ Edificio/ Materia prima/ motor/ Husos/ Telares/ Consumos
50,000/ 6,000/ Algodón/ Vapor 30 caballos de fuerza/ 1,056/ 30/ 1,600 quintales a $22 quintal
Propietario: Alberto Argumedo y Hno.
Estado: Guanajuato

viernes, 1 de octubre de 2010

La Carolina y Reforma una crónica de Miguel Alejo

La fábrica “La Reforma” en el devenir del tiempo

Miguel Alejo López

    Después de la promulgación de la constitución liberal de 1824, el país entero se debatía y convulsionaba tratando de construir un proyecto de nación. A partir de 1830, dos ilustres guanajuatenses proponían, cada uno por su lado, sus propias ideas para diseñarlo: Lucas Alamán optaba por una república centralista y conservadora; mientras que el Dr. José María Luis Mora consideraba una república federal y liberal. Ambas ideologías no descartaban el hecho de sacar a la patria de la profunda crisis económica, política y social en que se encontraba. Fue en este contexto cuando el gobierno creó la Dirección de Industria Nacional por decreto del 2 de diciembre de 1842 para impulsar la agricultura y las manufacturas en el país. Sus efectos impactaron en Salvatierra el 28 de febrero del año siguiente, al solicitarles a todos los párrocos su intervención para la formación de las juntas locales de industrias para promover la producción de todas aquellas mercancías que se pudieran generar en sus curatos.

Como resultado de las gestiones de esta junta, don Patricio Valencia, hijo de padres españoles y oriundo y vecino de Salamanca, decidió instalar una fábrica a la que nombró “La Perla” para producir mantas, camballas y cotones de algodón, en el antiguo molino de la Esperanza, aprovechando la adecuada extensión del terreno y la abundancia de agua que los canales traían desde el río. Tiempo después vinieron las intestinas luchas fraticidas entre liberales y conservadores, el Plan de Ayutla, la Guerra de los Tres Años, las Leyes de Reforma, la intervención francesa y el imperio de Maximiliano, sucesos que convulsionaron al país. Para 1861 ya se encontraba al frente de la administración su yerno don Eusebio González (padre), quién decidió cambiar el antiguo nombre por el de “La Reforma”, para apoyar el progreso de la nación que propugnaba la política económica-liberal del presidente Juárez.

En plena época porfirista, en 1890, en la ciudad de México la firma C. Noriega y Cia. S. en C. integrada por don Constantino Noriega, don José Sánchez Ramos, yerno de don Benito Juárez y quién fungió como socio comanditario, y los industriales, don José María Quintana (Padre), y don José y don Juan Ramón Vega, fundaron la fábrica de hilados, tejidos y estampados “La Carolina”. Al tiempo que en Salvatierra tomaba la administración de la fábrica “La Reforma” don Eusebio González, quién iniciaba una ardua labor de modernización de la planta para ponerla entre las mejores de la industria textil del ramo del algodón, aprovechando la comunicación que facilitaba el ferrocarril, cuya vía se tendió desde 1883, con los centros proveedores de materia prima y los destinos de consumo de las mercancías, y al construir en 1895, su primera planta generadora de energía eléctrica para mover maquinaria pesada.

De la fábrica “La Reforma” existen dos referencias bibliográficas importantes que la describen, de alguna manera, al principiar el siglo XX. Pedro González en el año de 1904, en su obra: Geografía Local del Estado de Guanajuato, menciona: “La Estación del Ferrocarril Nacional queda en el Kilómetro 315 por el costado E. de la Fábrica La Reforma, penetrándose a la ciudad en tranvías sistema Decauville que, pasando por el frente de dicha Fábrica, bajan a la Plaza de Armas por la Calle Nacional, siguiendo para la hacienda de Sánchez, hasta la de San José del Carmen.”.

Y Alberto Dollero en sus Impresiones de Viaje, en 1910, dice: “Hay varias industrias, entre ellas ante todas la fábrica de la Casa Eusebio Gonzáles S. en C. La Reforma, que dispone de unos 760 caballos de fuerza hidráulica, eléctrica y de vapor y cuenta con 15 000 husos y 100 telares. La fábrica está bien montada y produce buena manta, moviendo con esa misma fuerza otras dos de tejidos de lana y algodón, que pertenecen a la misma Casa González.”

Fue el 13 de abril de 1913 cuando el pavoroso incendio provocado por un corto circuito acabó totalmente con la factoría. El 21 de abril de 1917, en la ciudad de México ante el Notario No. 8, Lic. Ignacio Alfaro, se constituyó la sociedad “Negociación Fabril de la Reforma, Sociedad Anónima” por los señores Eusebio González, Guillermo Gallego, Antonio Blanco González, José Balmes, Joaquín Juárez Duarte y Carlos Piñuela, para volver a operar la planta. Fue hasta 1929 cuando por gestiones del gobierno del estado, del diputado Adolfo Vallejo Gómez y del Dr. Francisco Díaz Barriga, la firma C. Noriega y Cia. S. en C. compró la finca a la Negociación Fabril de la Reforma, S. A. En mayo 1932 se terminaron de instalar de nuevo los procesos de producción, y reinició sus actividades a partir del 15 de diciembre de ese año, bajo la dirección de los hermanos José María, Jaime, Antonio, Manuel y Luciano Arechederra, junto con los señores don Ambrosio Izu y don José Manuel Quintana Zavala (hijo), siendo también socia comanditaria doña María Zavala Vda. de Quintana.

El 1 de febrero de 1933, se constituyó el Sindicato Textil Revolución de los Obreros de la Fábrica la Reforma. Su primer secretario general fue el Sr. Carmen Rodríguez, y su primer domicilio social fue en la casa ubicada en la esquina que forman las calles de Hidalgo e Ignacio Ramírez. Fue hasta 1944 en que se compró la propiedad para construir su propio edificio en la calle Hidalgo.

A partir de 1950 se comenzaron a manifestar discrepancias entre los miembros de la sociedad por lo que las empresas “La Reforma” en Salvatierra y “La Carolina” en la ciudad de México, fueron vendidas a la sociedad Textiles Carolina y Reforma, S.A. que designó al señor don Jacobo Pérez Barroso, director general, quién por cierto viajaba en avioneta de la ciudad de México a Salvatierra, la que aterrizaba en la pista que el gobierno acondicionó en las faldas del cerro de Tetillas, en las inmediaciones de Janicho, para que aterrizaran las avionetas destinadas a combatir la fiebre aftosa, y a don Félix Estívaliz se le nombró gerente general. En 1960, se trasladó en su parte de acabado la planta de “La Carolina” de la ciudad de México a Salvatierra para formar una sola unidad industrial.

En el año de 1974, siendo gerente general de la planta don Humberto Domínguez, en todo el país, la industria textil entró en una severa crisis financiera provocada por la contracción del mercado, no siendo la excepción la planta de Salvatierra, que además, había acumulado enormes pasivos laborales, por lo que el 14 de octubre de ese año estalló una huelga que se resolvió el 9 de diciembre siguiente, cuando los accionistas pasaron los activos de la empresa a los trabajadores como pago de sus prestaciones laborales, pasado de esta forma la empresa a ser una administración obrera.

Esta administración pasó por verdaderas penurias para mantener la planta, donde los trabajadores, ahora propietarios, realizaron un esfuerzo sin precedentes, sacrificando parte sustancial de sus propios salarios, horas de trabajo, y reducción de turnos.

En 1992 el grupo ALSA (Alta Lana, S. A.), fundado por don Ambrosio Izu, don José Manuel Quintana y don Manuel Aparicio, tras la venta de Carolina y Reforma en 1952, adquirió la mayoría de las acciones para formar el Grupo Carolina, que además agrupó a otras empresas como al grupo textil La Marina, líder nacional en la producción de lonas y telas industriales, y Estambres Millor, para producir las prestigiadas marcas de ropa Vitos y Escorpión.

Hoy el consorcio ha experimentado una nueva estructura en su administración corporativa creando las divisiones de tela, hilos y estambres, ropa, y lona y tela industrial, para lograr su visión de “Crecer unidos con calidad”.

Sin duda, una buena parte de la historia de Salvatierra, ha transcurrido de la mano con la de la fábrica, a la que se le desea el mejor de los porvenires, por qué ni ésta, ni la ciudad, serían las mismas la una sin la otra.

lunes, 27 de septiembre de 2010

"La Carolina y Reforma 1845" es un edificio para ser nombrado Monumento Nacional

Telares de cambaya empleados en las fábricas de Valencia y Ca. con Eusebio González,
quien fue gerente de la fábrica "La Reforma" de 1845 a 1885 en Salvatierra,
la cual aún está en producción.

    Reseña histórica de la creación de la fábrica textil "La Reforma"

por Pascual Zárate Avila

Prólogo

    El presente trabajo lo realicé para el Grupo Carolina, empresa que presento la solicitud ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia, de nombrar al edificio llamado "Carolina y Reforma 1845". como candidato para ser nombrado Monumento Nacional.
   
Introducción

    La integración documental de un expediente técnico, con la finalidad de solicitar la declaratoria de Paisaje Histórico Industrial para el edificio de la fábrica "La Carolina y La Reforma" por parte de la UNESCO, está proporcionando una interpretación muy interesante de la historia de la tecnología y la formación del capitalismo en México.

Historia de los molinos hidráulicos en Salvatierra

    En la virreinal ciudad de San Andrés de Salvatierra se construyeron cuatro canales a partir de 1609: Gogorrón, La Esperanza (Reforma), San Andrés (Ardillas) y San Nicolás del lado de San Isidro Batanes, acequías donde se instalaron cinco molinos cerealeros: el de la hacienda de los Agustinos (San Isidro Batanes), el de la hacienda de San Buenaventura (de Ávila), dos de Gabriel López de Peralta: el del Mayorazgo y el de la hacienda de la Esperanza y el de la Ciudad, de Gogorrón Arizmendi. Con este sentido proto industrial se originó el poblamiento y edificación de la ciudad de San Andrés de Salvatierra siguiendo las ordenanzas reales para fundar ciudades españolas, documento donde se indica que debe señalarse un espacio para las actividades productivas que puedan generar enfermedades a la población del centro poblacional, que en este caso, el repartimiento de solares de industria, estuvo a cargo del cabildo fundador, quienes designaron la zona industrial, desde entonces, en la actual calle de Morelos, para aprovechar el agua del canal Gogorrón para las actividades productivas de tenerías, crianza de ganado, obrajes de jabón, velas y para los molinos de la Esperanza y el llamado molino de la Ciudad, que se ubicó en la esquina de Morelos y 16 de Septiembre.

    Estas construcciones hacen que sea posible pensar en el canal de Gogorrón como Paisaje Histórico Industrial a lo largo de todo su trayecto dentro de la mancha urbana.

Historia de la industria textil en México

    La experiencia de trabajo en los molinos cerealeros fue la base para fomentar la industrialización de México en su primera década como república independiente, así se hizo en las primeras fábricas textiles: "La Estrella" de Parras, Coahuila y en la "Constancia" de la ciudad de Puebla en 1834 y 1835.

    El sistema francés de producción textil aprovechó la energía hidráulica directa para mover husos y telares y fue éste el sistema adoptado por los industriales mexicanos y el promovido por Lucas Alamán, en las Juntas de Fomento Industrial y Mercantil, además del Banco de Avío, tanto con gobiernos centralistas, como el de Anastasio Bustamante en 1830, como con el federalista, que a ratos era también centralista, Antonio López de Santana en 1842.

Historia de la fábrica "La Reforma"

    La industria textil de Salvatierra recorre el método histórico francés, se instala en una ciudad con tradición de trabajo en molinos cerealeros, donde existe un sistema de canales que le permitirán tomar el agua como fuente de energía motriz de la maquinaria, a la que llamaban, de tecnología automática, pues requería de la inversión de grandes capitales.

    En la Memoria sobre el Estado de la Agricultura e Industria de la República en el año de 1845, realizada por Lucas Alamán, se registra que en Salvatierra, Guanajuato está instalada una fábrica textil con 792 husos a cargo de Valencia y Ca., cuya fuerza motriz es con mulas; y en 1848, el gobernador Lorenzo Arellano le reconoce a Salvatierra ser "más susceptible de grandes progresos si se quisiera aprovechar el grande y económico agente (agua) que poseen para la maquinaria"; en 1853 en otra memoria del estado que guarda la industria, se consigna que la fábrica textil de Valencia y Ca. tiene 800 husos, ocupa 65 trabajadores y ya emplea la fuerza motriz del agua.

    Existe un plano urbano de la ciudad de Salvatierra datado en 1850, donde se aprecia la traza que representa la existencia de una enorme nave industrial en forma rectangular, lo cual nos permite interpretar que Eusebio González atendió la visión del gobernador Lorenzo Arellano, y planeó el crecimiento de la fábrica previendo la construcción de espacios de trabajo capaces de albergar, de manera suficiente sin futuros añadidos arquitectónico, todas las etapas del proceso de producción de telas de manta, en el tipo de cambaya.

    Porfirio Díaz en su primer año de gobierno, 1877, instruyó la realización de una Memoria de Hacienda sobre las Estadísticas del Estado que guardan la Agricultura, Industria, Minería y Comercio, y en el documento se consigna que la fábrica textil "La Reforma" es propiedad de Eusebio González, dedicada a la hilaza y a la manta de algodón; produciendo mediante la fuerza motriz del agua; ocupando a 200 hombres, 90 mujeres y 30 niños que recibían un jornal de .35 a 1.00 peso, y la contratación era por familia, decían: "para conservar la unidad familiar". En las haciendas, como la de San José del Carmen, el jornal era de .35 centavos, por lo que el trabajo de los niños debió ser promovido por los mismos padres de familia para tenerlos como ayudantes de sus tareas fabriles.

    El valor económico de los 3,650 husos y 200 telares era de $90,000 (noventa mil pesos), cuya producción mensual era de 2784 piezas de manta con un peso de 10, 267 kilos y su precio en fábrica era de 3.25 a 5.00 pesos por pieza; a su vez, el edificio estaba valuado en 60,000 (sesenta mil pesos), una cifra elevada que constata la existencia de las enormes naves industriales que hoy se levantan imponentes en el paisaje de la ciudad.

    El edificio de la factoría actual se conserva en buen estado, incluido el acueducto que, aún hoy, conduce el agua hasta una caída a chorro dentro de la naves de producción, es en un lugar donde estuvo, por lo menos desde 1853, una rueda que con paletas la hacían girar, generando la energía hidráulica directa necesaria para mover husos y telares a través de un sistema de trasmisión mediante bandas y poleas. Contamos con una fotografía del sistema de fuerza hidráulica que mueve los telares, mediante ejes de cobre instalados en el techo, que son abrazados por bandas de cuero que hacen girar los husos y las lanzaderas de los telares.

Conclusiones

    Los molinos, acequias y fábricas textiles de los que conservamos los edificios, canales que, incluso, seguimos empleando productiva mente, son un importante patrimonio cultural edificado, son un paisaje histórico industrial donde se encierra el registro del nacimiento de la ciudad, y dan testimonio del desarrollo de las primeras e incipientes fuerzas productivas del capitalismo aún asociado al trabajo acasillado de las haciendas, en el periodo colonial, y del surgimiento del capitalismo industrial asalariado en las primeras dos décadas del México Independiente, así como la gestación del régimen de la dictadura Porfirista que privilegió al capital industrial, particularmente el textil, por encima de la producción agrícola de las haciendas y las comunidades indígenas.

    Con esta riqueza cultural estamos muy optimistas de tener los méritos necesarios para ser reconocidos, en esta primera propuesta, como Paisaje Histórico Industrial en la fábrica "La Carolina y La Reforma".