Las tres turbinas de generación de electricidad producen la cantidad necesaria para mover la maquinaria de la fábrica textil "La Reforma". Los generadores fueron instalados en 1913, y tienen un sistema de trasmisión por poleas.
La primera experiencia dió como resultado el incendio de los telares, en una tragedia que dejó un saldo de trece trabajadores muertos y, a pesar de que en 1915 ya estaban de nueva cuenta reparadas las instalaciones de la nave de los telares, la fábrica volvió a operar hasta 1930 con la compañía Noriega Hnos.
La cantidad de kilowatts de la década de los trientas, era la misma cantidad que entonces se le suministraba a la ciudad de León. La fábrica "La Reforma" era la más grande del estado de Guanajuato, en esa época aún no había corredor industrial, ni la refinaría de Petróleos Mexicanos "Antonio M. Amor".
El gobierno del estado de Guanajuato dependía en mucho de los impuestos de la compaía Noriega Hnos, que también tenía otra fábrica en San Miguel Allende. La nómina del gobierno estatal era pagada con las contribuciones de la compañía textil, tal vez por ello, los hermanos Arrecherreda Quintana, desde la fábrica impulsaron al movimiento de masas del sinarquismo, que buscaba por la vía de la insurgencia ciudadana, instaurar un régimen político social cristiano.
El río Lerma es la provedora de la energía hidráulica para mover las aspas de los generadores electricos y desde 1970, luego de que la corriente del río se dirigió a la ciudad de México, sólo opera los seis meses que la presa Solís libera el agua para el riego de las dos temporadas de siembra al año.
La planta de electricidad de la fábrica es una tecnología limpia. Alimentada por el canal de "La Esperanza", que data de 1618, la vegetación cercana crece abundantemente, incluso existió un pequeño jardín para los paseos familiares a la rivera del río, organizados para satisfacer la curiosidad que despertaba conocer las turbinas.
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