La cuarta Morada en la obra del "Castillo Interior" de santa Teresa de Jesus es el alma misma que medita, que ve venir el agua para alimentarle de palabras sobre Dios. Así tenemos la descripción de la Morada de la siguiente manera:
"Bueno es esto y excelente manera de meditación, porque se funda sobre verdad, que lo es estar Dios dentro de nosotros mismos; mas no es esto, que esto cada uno lo puede hacer (con el favor del Señor, se entiende, todo). Mas lo que digo es en diferente manera, y que algunas veces, antes que se comience a pensar en Dios, ya esta gente está en el castillo, que no sé por dónde ni cómo oyó el silbo de su pastor."
La meditación como una acción importante llevada a cabo en silencio y humildad, fundamentó la traza urbana donde se planeara la construcción de los jardines, como espacios privilegiados para estar en contacto con el mensaje de la Creación.
El jardín de la Meditación de los carmelitas descalzos estuvo en el espacio ahora ocupado por el mercado Hidalgo, pero aún se conservan dos jardines que fueron construidos en las proximidades del convento de San Ángelo, considerando ese sentido de meditación personal.
Un jardín original que aún se conserva, es el que esta en la foto antigua al inicio de este texto, el cual se encuentra enfrente de las ruinas demolidas de lo que fue la primera hermita carmelita en Salvatierra, Gto., y se llama Plazuela dos de Abril, en honor a la batalla donde Porfirio Díaz derrotó al ejercito francés de de Hasburgo.
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