Los proyectos de cultura de 2011 han sido rebasados por la inseguridad de 2024
Tienta de vaquillas en el ruedo de la hacienda de San José del Carmen en 1925, jóvenes vestidos al estilo madrileño, camisa blanca, corbata, boina, pantalón oscuro y caporales a caballo.
por Pascual Zárate Avila
El festival del encierro y corrida de toros "La Marquesada", cumplirá en este 2011 su cuarta edición. Aniversario que convoca a una evaluación sobre sus ventajas y debilidades en lo relativo a su potencial para ser un evento promotor de la cultura turística del municipio de Salvatierra, así como de los fines económicos, artísticos y sociales que puede proporcionar a los visitantes durante los días que la ciudad recibe a una multitud de jóvenes provenientes de los municipios colindantes.
El festival de "La Marquesada" comenzó anunciándose como un programa de cultura brava, como una forma de reminiscencia de la unión de las culturas españolas e indígenas llevada a cabo como la ciudad novohispana que era y, por tanto, la jornada taurina le daban, en 2008, como una forma de reconocer el origen hispano de la ciudad, que cumplía el tercer centenario del título de marqués de Salvatierra otorgado a la familia López de Peralta. Presentaban el programa del festival como una continuidad de los símbolos identitarios que se expresan en variadas tradiciones hispanas fuertemente arraigadas, como el desfile de "Manolas", las corridas de toros, la fecha de fundación por el conde de Salvatierra, don García Sarmiento de Sotomayor, y la veneración centenaria de la Virgen de la Luz.
Este enfoque de raíces culturales para darle sentido de atracción turística a la fiesta del encierro de toros y desfile de bandas de viento hoy naufraga entre las críticas ciudadanas de los vecinos del centro histórico de la ciudad, quienes viven prácticamente enclaustrados en sus habitaciones la noche que se lleva a efecto el encierro, debido al estado etílico de una multitud visitantes en las calles y plazas céntricas.
Por su parte la administración pública municipal de Salvatierra evalúa los costos sociales, económicos y políticos que se originan por el pago de policías municipales en horario extraordinario nocturno, por la de comida a los refuerzos de seguridad provenientes del estado, por las pérdidas financieras en el cartel de toros, por el pago altísimo de los equipos para el servicio de excusados portátiles, por el presupuesto erogado en una publicidad que cubra todos los medios estatales y por la remuneración de horas extra a trabajadores que realizan la limpieza constante, durante los días del festival, de plazas y avenidas urbanas, con el desmontado exprés de tribunas portátiles y burladeros. Además de las críticas que recibe la policía municipal por arrestos en virtud de las faltas administrativas en las calles aunado a los daños ocasionados a las patrullas de vigilancia por turbas enardecidas que tratan de impedir los aseguramientos, luego las quejas por la calificación de las multas de los infractores, por las tarifas de los permisos de extensión de horario para restaurantes y bares, y por las peleas que son reprimidas con toletes y culatazos.
El festival de "La Marquesada" aún está en busca de su justificación turística, educativa, cultural, recreativa, social y comercial.
Como ejercicio de reflexión, teniendo en perspectiva la fiesta de la Virgen de la Asunción de Urireo y la feria de "La Candelaria" del 2 de febrero, pienso que la preparación del encierro de toros y desfile de bandas, debe ir acompañado con mensajes a la convivencia pacífica: a posicionar a través de los medios de comunicación, el sentido de que el encuentro masivo de jóvenes es un encuentro donde se debe vivir la pluriculturalidad de la paz y de sana recreación y entretenimiento, disfrutando de bailes y música de viento en las plazas públicas.
Recordar que la ciudad de Salvatierra fue fundada bajo el espíritu de una ciudad abierta para recibir pacíficamente a todos los habitantes del valle en los días de festividades y celebraciones patronales. El festival de "La Marquesada" es tan sólo una oportunidad de práctica cultural, el verdadero aprendizaje cultural son los valores que deben guiar la convivencia social de todos los visitantes, independientemente de su filiación política, credo religioso, raza, nacionalidad, género, ideología hispanista o indigenista.
Los valores históricos de la ciudad de Salvatierra son la paz, la tolerancia, el respeto personal, la salud y la igualdad, esos son los mensajes que deben presidir la organización, planeación, realización y evaluación del festejo a llevarse a cabo en una fecha cercana al fin del mes de septiembre.
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