Los derechos de ciudadanía son esencialmente el de ser representado y el de representar, quien cumple la función de ser representante popular es el ciudadano, la persona, y el partido político es el instrumento mediante el cual el ciudadano accede a la representación popular, el partido político nunca es representante popular ni tiene ese derecho como instituto político.
El presidente, síndico y regidores son ciudadanos que ejercen su derecho a ser representantes populares, que ejercieron su derecho a ser votados, elegidos, durante la pasada jornada electoral y, por tanto, hoy tienen la responsabilidad de ser representantes populares, por lo que les demandamos que asuman todas las facultades que la ley les otorga, pero que las asuman ellos como personas físicas, como ciudadanos individuales, no como militantes del partido político que los postuló.
Ahora bien, la actuación de los representantes populares no debe partidirizarse, cada regidor tiene un compromiso con todos los electores y, también, con los abstencionistas. Cuando se dió la jornada electoral los ciudadanos ejercieron su derecho a votar y a elegir, aceptando las reglas electorales de que quien obtuviera mayor votación ocuparía la función de representante popular de todo el conglomerado social, no sólo de los que votaron por él.
En las boletas electorales de julio de 2009 se trataba de elegir ciudadanos, personas, individuos cuyas capacidades, al ser propuestos por los partidos políticos, debieron cumplir con la madurez suficiente para que hoy sepan tomar decisiones objetivas y libres apartir de su ideología, su razonamiento y su sensibilidad social, así como guiados por los valores y principios democráticos, como representante popular dignos.
En el episodio de la sesión secreta para remover a los funcionarios de la administración pública municipal, ejercieron su función de ser ciudadanos representantes populares y no militantes al servicio de la burocracia de los partidos políticos.
Sin embargo, para los ideólogos de la administración pública municipal, ese gesto es considerado como negativo y como delito, pues ellos consideran que debieron llamar a los funcionarios a informar y contestar preguntas del cuerpo edilicio, luego sesionar en secreto y tomar acuerdos.
En lo personal considero que ese gesto de los regidores, --que debió ser desembarazado de la tutela de la burocracia partidista, y que significó la muestra palpable del castigo sectorial campesino, dado que algunos regidores siguieron línea externa mandada a través del mensajero de Desarrollo Económico,-- es resultado de las acciones de la Presidente municipal por su desatención con el líder nacional de la CNC, que en el viejo régimen, en el anciano régimen, se le llamaba "Padrino", que gobernaba sin tener el voto popular dado a su persona de ciudadano.
Vienen días de litigio, de confusión y descoordinación administrativa, pero lo importante es ese cambio de 180º en la mentalidad de los regidores, pues están asumiendo la conciencia de que ellos son ciudadanos ejerciendo su derechos de ser representantes populares, de que deben de realizar una responsabilidad política con los ciudadanos de Salvatierra, que si no hay logro de objetivos del desarrollo municipal ellos son responsables, su apehido será recordado o maldecido.
Deben de asumir que en la jornada electoral se votó por ciudadanos con derechos políticos, no se votó por la burocracia de los partidos políticos para que fungieran como jefes de los regidores. Ningún partido está por encima de la autonomía del ayuntamiento, ni de la soberanía de todo el pueblo expresada en el voto popular.
Los partidos políticos no deben mandar a los ciudadanos electos por la voluntad soberana del pueblo salvaterrense.
Habrá que saber hasta que punto la ejecutivo municipal respeta a los ayuntales, si los soborna, manipula, castiga, difama o simplemente sigue el cumplimiento de sus acuerdos y la busqueda de una mejoría perceptible para las familias salvaterrenses, desde su condición de género que es una oportunidad para liquidar el casiquismo machista patriarcal ya anacrónico en Salvatierra, continuando en su tarea de desembarasarse del "Patriarca de la CNC".
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