Salvatierra, ciudad de cultura taurina
La tradición de las corridas taurinas en Salvatierra, Gto.
Como lo expresó el presidente Municipal, José Daniel Sámano Jiménez, en la presentación del programa del Festival Cultural Marquesada 2025, quien confesó haber tenido la mira de suspender la realización de la Marquesada, pero fue informado, con grata sorpresa para él, con la noticia de ser el cuarto festival más importante en del estado de Guanajuato.
Haciendo un análisis histórico de la tradición de las corridas taurinas en Salvatierra, podemos entender el ascenso de la aceptación del Festival Cultural Marquesada dentro de la juventud guanajuatense.
Para los grupos y comités sociales de Salvatierra, desde hace muchos años antes, el recurrir a las corridas taurinas de aficionados ha sido una estrategia de atracción recreativa rentable. Con la plaza de toros La Macarena en el centro de la ciudad, la afluencia de público siempre ha sido sencilla y cómoda cuando hay eventos recreativos en ella.
Como forma de festejar la visita de alguna personalidad importante a Salvatierra se celebraba una corrida de toros, haciendo acompañar al distinguido visitante, por señoritas vestidas con trajes de olanes, peineta y mantilla transparente como velo en el pelo. El aprecio del arte taurino convertía a las corridas como la expresión más elevada para ofrecer como obsequio de haber sido distinguidos con la visita de una personalidad importante, como lo podía ser un gobernador o un obispo.
Había un gusto popular por asistir a las corridas de toros, y las plazas taurinas eran las de mayor capacidad de cupo a comienzos del siglo XX.
La Feria de La Candelaria se caracterizó por la celebración anual de una corrida de toros con los diestros más afamados en el momento de la corrida de feria.
Con el plan de organizar de manera magnífica la Feria de la Candelaria de 1944, con un festejo especial por ser el III Aniversario de la Fundación de Salvatierra, se organizó, por parte del comité, la celebración de tientas de vaquillas con novilleros de Acámbaro, la finalidad era recaudar fondos para los festejos del tercer centenario de la fundación de Salvatierra.
Sobre una tienta de vaquillas, llamada corrida de novilleros, tenemos el relato de la señora Rosita Rosillo, quien nos platicó la historia de una fotografía donde ella está vestida con tela de olanes, peinada con una peineta alta de carey, diciéndome -Aquí estoy, mostrándome la fotografía, a los ocho años, me vistieron así mis padres para llevarme a una corrida en la plaza de toros. La función de toros era para recaudar fondos a favor de las fiestas del tercer centenario en 1942, y yo participé entonces caminando por el redondel luciendo mi traje de española. Íbamos varias niñas, pero alguien dejó pasar a una vaquilla al ruedo y, entonces, se hizo el corredero, yo estaba muy apurada por llevar una peineta ajena, me la había prestado mi madrina Chucha Vega Cos, quien, cuando se la fui a pedir a su casa, abrió un portafolio donde tenía peinetas de carey de muchos tamaños y colores, y me preguntó ¿cuál peineta te gusta?, así que mi mayor apuración era cuidar la peineta de mi madrina, no la fuera a romper con las carreras, la pasé muy mal, aunque en las tribunas la gente estaba muy divertida-.
Como Manuel Arechederra Quintana era miembro del comité de festejos, el personal de la fábrica de telas La Reforma participó realizando charlotadas, se disfrazaban de personajes como enfermeras, cómicos, pistoleros y hacían drama con una vaquilla de manera divertida. Con los fondos económicos recaudados pudieron colocar un piso nuevo a los pasillos del jardín grande, fue un piso de mosaico color naranja, ya sustituido por el piso actual en 1996.
Para la siguiente década se fundó el Club de Leones Internacional, era 1952. Los socios del club organizaron las corridas de toros llamándolas novilladas, donde los socios se organizaban en cuadrillas taurinas, con picador, banderillero, auxiliar del torero y novillero, tomaron entrenamiento con un torero de Acámbaro. La cuadrilla corría con todos los gastos del novillo y sus atuendos y equipo taurino. Se vestían de blanco con una faja roja y salían al ruedo a realizar su parte, colocar banderillas, ir a caballo como picador o torear. Fueron corridas hechas con seriedad, pero la edad de los socios del Club de Leones era de personas adultas, muchos mayores a los cuarenta años y algunos a los cincuenta años.
De esa época recordamos la participación de Jesús “el pelón Guerrero, Marcelo Herrera, Manuel Pérez, Juan Manuel Castañón, Cirilo Tapia, Salvador Canchola, Ricardo Ojeda, Carlos Nava, Luis Narváez, etc., todos ellos en los primeros diez años de las llamadas corrida de novilleros, las cuales duraron treinta años realizándose.
En la década de los años de 1970, el padre Jaime Hernández Alcalá organizó charlotadas con obreros de la fábrica Carolina y Reforma, para apoyar al templo de Capuchinas. Fue una época dorada para la realización de corridas taurinas, de novilleros, de charlotadas y de toreo con grandes figuras de la fiesta brava nacional e internacional.
Hubo un espacio de tiempo entre la última corrida de novillada del Club de Leones, de cerca de treinta años, de 1980 a 2007, año cuando se realizó el primer Festival Cultural Marquesada.
En este año de 2025 la celebración organizada por el presidente Municipal de Salvatierra, con la participación del H. Ayuntamiento, tiene un enfoque con un mayor respeto al arte taurino, debido a la intención de ofrecer la posibilidad de mostrar paseíllos simples con los novillos de lidia, que serán toreados en el corredor por novilleros de una escuela de toreo.
Por todo lo anterior Salvatierra se presenta como ciudad con tradición taurina en el próximo Festival Cultural Marquesada 2025.
La tradición de las corridas taurinas en Salvatierra, Gto.
Como lo expresó el presidente Municipal, José Daniel Sámano Jiménez, en la presentación del programa del Festival Cultural Marquesada 2025, quien confesó haber tenido la mira de suspender la realización de la Marquesada, pero fue informado, con grata sorpresa para él, con la noticia de ser el cuarto festival más importante en del estado de Guanajuato.
Haciendo un análisis histórico de la tradición de las corridas taurinas en Salvatierra, podemos entender el ascenso de la aceptación del Festival Cultural Marquesada dentro de la juventud guanajuatense.
Para los grupos y comités sociales de Salvatierra, desde hace muchos años antes, el recurrir a las corridas taurinas de aficionados ha sido una estrategia de atracción recreativa rentable. Con la plaza de toros La Macarena en el centro de la ciudad, la afluencia de público siempre ha sido sencilla y cómoda cuando hay eventos recreativos en ella.
Como forma de festejar la visita de alguna personalidad importante a Salvatierra se celebraba una corrida de toros, haciendo acompañar al distinguido visitante, por señoritas vestidas con trajes de olanes, peineta y mantilla transparente como velo en el pelo. El aprecio del arte taurino convertía a las corridas como la expresión más elevada para ofrecer como obsequio de haber sido distinguidos con la visita de una personalidad importante, como lo podía ser un gobernador o un obispo.
Había un gusto popular por asistir a las corridas de toros, y las plazas taurinas eran las de mayor capacidad de cupo a comienzos del siglo XX.
La Feria de La Candelaria se caracterizó por la celebración anual de una corrida de toros con los diestros más afamados en el momento de la corrida de feria.
Con el plan de organizar de manera magnífica la Feria de la Candelaria de 1944, con un festejo especial por ser el III Aniversario de la Fundación de Salvatierra, se organizó, por parte del comité, la celebración de tientas de vaquillas con novilleros de Acámbaro, la finalidad era recaudar fondos para los festejos del tercer centenario de la fundación de Salvatierra.
Sobre una tienta de vaquillas, llamada corrida de novilleros, tenemos el relato de la señora Rosita Rosillo, quien nos platicó la historia de una fotografía donde ella está vestida con tela de olanes, peinada con una peineta alta de carey, diciéndome -Aquí estoy, mostrándome la fotografía, a los ocho años, me vistieron así mis padres para llevarme a una corrida en la plaza de toros. La función de toros era para recaudar fondos a favor de las fiestas del tercer centenario en 1942, y yo participé entonces caminando por el redondel luciendo mi traje de española. Íbamos varias niñas, pero alguien dejó pasar a una vaquilla al ruedo y, entonces, se hizo el corredero, yo estaba muy apurada por llevar una peineta ajena, me la había prestado mi madrina Chucha Vega Cos, quien, cuando se la fui a pedir a su casa, abrió un portafolio donde tenía peinetas de carey de muchos tamaños y colores, y me preguntó ¿cuál peineta te gusta?, así que mi mayor apuración era cuidar la peineta de mi madrina, no la fuera a romper con las carreras, la pasé muy mal, aunque en las tribunas la gente estaba muy divertida-.
Como Manuel Arechederra Quintana era miembro del comité de festejos, el personal de la fábrica de telas La Reforma participó realizando charlotadas, se disfrazaban de personajes como enfermeras, cómicos, pistoleros y hacían drama con una vaquilla de manera divertida. Con los fondos económicos recaudados pudieron colocar un piso nuevo a los pasillos del jardín grande, fue un piso de mosaico color naranja, ya sustituido por el piso actual en 1996.
Para la siguiente década se fundó el Club de Leones Internacional, era 1952. Los socios del club organizaron las corridas de toros llamándolas novilladas, donde los socios se organizaban en cuadrillas taurinas, con picador, banderillero, auxiliar del torero y novillero, tomaron entrenamiento con un torero de Acámbaro. La cuadrilla corría con todos los gastos del novillo y sus atuendos y equipo taurino. Se vestían de blanco con una faja roja y salían al ruedo a realizar su parte, colocar banderillas, ir a caballo como picador o torear. Fueron corridas hechas con seriedad, pero la edad de los socios del Club de Leones era de personas adultas, muchos mayores a los cuarenta años y algunos a los cincuenta años.
De esa época recordamos la participación de Jesús “el pelón Guerrero, Marcelo Herrera, Manuel Pérez, Juan Manuel Castañón, Cirilo Tapia, Salvador Canchola, Ricardo Ojeda, Carlos Nava, Luis Narváez, etc., todos ellos en los primeros diez años de las llamadas corrida de novilleros, las cuales duraron treinta años realizándose.
En la década de los años de 1970, el padre Jaime Hernández Alcalá organizó charlotadas con obreros de la fábrica Carolina y Reforma, para apoyar al templo de Capuchinas. Fue una época dorada para la realización de corridas taurinas, de novilleros, de charlotadas y de toreo con grandes figuras de la fiesta brava nacional e internacional.
Hubo un espacio de tiempo entre la última corrida de novillada del Club de Leones, de cerca de treinta años, de 1980 a 2007, año cuando se realizó el primer Festival Cultural Marquesada.
En este año de 2025 la celebración organizada por el presidente Municipal de Salvatierra, con la participación del H. Ayuntamiento, tiene un enfoque con un mayor respeto al arte taurino, debido a la intención de ofrecer la posibilidad de mostrar paseíllos simples con los novillos de lidia, que serán toreados en el corredor por novilleros de una escuela de toreo.
Por todo lo anterior Salvatierra se presenta como ciudad con tradición taurina en el próximo Festival Cultural Marquesada 2025.
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